Economía

Díaz dice que se está «dejando atrás el lastre de la precariedad» y apuesta por empresas «responsables»

La vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo y Economía Social, Yolanda Díaz, ha destacado que se está «dejando atrás el lastre de precariedad y la temporalidad» y ha defendido que «es posible construir un modelo nuevo sobre nuevos pilares para crear empleo de calidad y hacerlo la base de la base de un tejido empresarial sano y responsable».

Díaz ha participado este jueves en Bilbao en la inauguración del WORKinLan SUMMIT, junto a las vicepresidentas Nadia Calviño y Teresa Ribera, el comisario de Empleo, Nicolas Schmit, la vicelehendakari y consejera de Trabajo y Empleo, Idoia Mendia, y el alcalde de Bilbao, Juan María Aburto.

En una intervención en vídeo, ha valorado el Libro Blanco de Empleo que se ha elaborado en Euskadi en «un momento decisivo en el que estamos cambiando como sociedad y como economía, con una certeza principal, que es posible construir un modelo nuevo y sobre nuevos pilares para crear empleo de calidad y hacerlo la base de la base de un tejido empresarial sano y responsable».

Así, ha destacado que este documento «habla de buenos trabajos en buenas empresas, de una ciudadanía con derechos laborales y sociales, con espacio para todos y para todas, de empresas que valoran el mérito y la capacidad de las personas trabajadoras contribuyendo de modo efectivo a la formación continua, de una economía rentable, responsable con la sostenibilidad y la justicia social, y de una tecnología que crea riqueza respetando el valor de cada cual».

Díaz ha señalado que el momento actual «se parece a un nuevo comienzo, a una nueva oportunidad. Estamos dejando atrás dejado el lastre de la precariedad y la temporalidad, comprobamos cada día que es posible tener empleos y empresas estables».

De este modo, ha incidido en que la reforma laboral ha «transformado» las cifras de contratos indefinidos, «contratos de calidad», y corresponde a las instituciones «seguir considerando estos principios en el sentido que expone el libro blanco».

LOS RETOS

Entre los «retos» que es preciso afrontar, ha citado reforzar la formación integrada en la empresa en colaboración con las instituciones educativas, «con un contrato formativo comprometido».

Según ha afirmado, «la reforma laboral ha puesto las bases de un nuevo sistema de formación y en próximos meses veremos cómo se despliega».

Otro de los retos a los que ha aludido es el relacionado con la forma de entender las relaciones laborales, «con trabajos bien valorados, con situar los cuidados en el centro y una concepción unitaria del trabajo y del descanso que asegure la salud integral y el derecho a decidir sobre nuestro propio tiempo».

En este marco, la vicepresidenta ha considerado el Libro Blanco del Empleo «una herramienta importantísima», elaborada desde el conocimiento científico y el compromiso institucional, para construir «una economía y unas relaciones laborales que se sustenten en calidad, la salud y la responsabilidad social y el empleo estable».

TERESA RIBERA

Por su parte, la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, ha destacado la importancia de la iniciativa desarrollada en Bilbao, destinada precisamente a analizar cuáles son los focos en los que el empleo y las oportunidades del nuevo empleo son «más importantes para Euskadi, con una atención «especial en la transición energética y ecológica y en la transición digital».

Según ha subrayado, ambos sectores muestran hasta qué punto España está «bien posicionada para ganar muchas de estas carreras tecnológicas, muchas de estas carreras que deben permitir recuperar el peso del sector industrial en el conjunto de la economía».

Ribera ha advertido de que «no podrán salir adelante si no están estrechamente vinculadas y no crecen de manera armónica con los servicios, ya sean financieros, de prestaciones de todo tipo y con una preparación de aquellos proyectos que están destinados a ser atractivos, tanto desde el punto de vista del empleo y de la innovación como desde el punto de vista de los inversores».

Este escenario, según ha apuntado, requiere una serie de cualificaciones profesionales que «probablemente no disponen de un suficiente número de personas» para ponerlas en relación con la demanda creciente de todo tipo de actores, tanto de operadores privados como de operadores públicos.

Ribera ha reconocido que «no es tan sencillo» y no se trata de «cambiar una planta de generación de electricidad por otra» y que la constitución de esos ecosistemas que permitan dar «el salto adelante y ganar la nueva carrera tecnológica» requiere una «apuesta, una anticipación y un trabajo muy solvente» en los que la formación y la cualificación para el empleo es «capital».

«Estoy hablando de energía, pero algo parecido podríamos decir del agua, donde también somos enormemente rompedores, donde también estamos muy bien posicionados y donde de nuevo sabemos que la modernización de todo el sector de los servicios que se prestan va a venir de nuevos profesionales en este ámbito», ha manifestado.

También ha citado la economía circular o la necesidad de reducir la dependencia del exterior, tanto en la versión de industria clásica como en la versión de bienes de equipo y de industria moderna «para esta modernización de la economía». En este punto, ha subrayado que Euskadi está «muy bien posicionada» y «no debe perder ese ámbito de prioridad, de liderazgo en el conjunto de España y en el conjunto de la UE».

Teresa Ribera ha afirmado que todo ello obliga a identificar «exactamente» hacia dónde evolucionan las demandas y cuáles son «las características reales» de la oferta profesional, de formación y de recualificación de los trabajadores, tanto en la gama «más elevada» como los universitarios, ingenieros informáticos «tan demandados por el sector privado como en los puestos intermedios y en los puestos de base».

La ministra para la Transición Ecológica ha destacado la importancia de identificar y aprovechar las oportunidades que ofrece la nueva ley de formación profesional, donde se han incorporado como sectores prioritarios los que permitan reducir gases de efecto invernadero o prepararse para construir resiliencia y adaptarse a los efectos del cambio climático o «para entender mejor que representa incorporar la sostenibilidad en el conjunto del tejido productivo».

Teresa Ribera ha añadido que en estos nuevos empleos no siempre ha operado «con toda su fortaleza, con toda su intensidad» el «ofrecer cualificaciones laborales pero también condiciones laborales acorde a aquello que se demanda».

En este sentido, ha asegurado que existe una «brecha de género y una brecha de edad que también es enormemente llamativa». Ha indicado que en estos sectores clásicos la presencia de la mujer ha estado tradicionalmente por debajo del 50% de la paridad y, sin embargo, estos nuevos empleos «enormemente y demandados» no pueden obviar «que la mujer debe incorporarse en las mismas condiciones».

También ha indicado que en los sectores clásicos el número de trabajadores de mayor edad es «muy importante» y se requiere para ellos una «nueva recualificación» porque «deben encontrar su oportunidad mientras que los jóvenes deben estar preparados para aquello que cada vez más será tendencia».