Aqualia, la filial de agua de FCC, prevé invertir en torno a 1.100 millones de euros en los próximos cuatro años, de los que el 30% (330 millones de euros) irá destinado a nueva adquisiciones de la compañía, como la ya ejecutada el año pasado en Georgia (Estados Unidos), así como a nuevos proyectos.
Así figura en su nuevo plan de negocio, analizado por la agencia de calificación Fitch, que ha decidido mantener el rating de la compañía en ‘BBB’ con perspectiva ‘estable’, gracias a la expectativa de que será capaz de mantener su deuda estable a pesar del impacto de los precios energéticos.
El plan estratégico apunta a una inversión anual de 275 millones de euros entre el periodo 2023-2026, lo que suma hasta 1.100 millones de euros en inversiones a lo largo de los próximos cuatro ejercicios.
El 70% de esta importe irá destinado al negocio que ya opera, y el 30% restante a nuevos proyectos y operaciones de fusión y adquisición, lo que le permitirá seguir con su estrategia de crecimiento en otros países.
En esta línea, en enero de 2022 ya protagonizó una compra en Estados Unidos, la de Georgia Global Utilities (GGU) por 159 millones de euros, que supuso el desembarco de la empresa española participada también por el fondo australiano IFM al 49% en este Estado americano.
Sin embargo, el crecimiento futuro se centrará más en concesiones municipales de agua en Europa, mercado en el que ya tiene una amplia presencia y conocimiento del sistema regulatorio, según prevé la agencia de calificación.
Pese a que Fitch destaca como fortaleza el que opera en un mercado de bajo riesgo, con concesiones largas y estables, sí advierte del impacto que el alza de los precios energéticos está teniendo en su negocio.
En concreto, prevé que su resultado bruto de explotación (Ebitda) se reduzca en 2022 en torno a 35 millones de euros en términos comparables, ya que sus centros, grandes consumidores de energía, tienen que hacer frente a esos mayores costes energéticos.
Sin embargo, sus concesiones se benefician de un mecanismo de actualización de tarifas eléctricas, por lo que Fitch espera que rápidamente pueda recuperar gran parte del efecto negativo registrado el año pasado.