Economía

Costas (CES) pide pensar otro contrato social para una «nueva era» marcada por la volatilidad

El presidente del Consejo Económico y Social (CES), Antón Costas, ha pedido pensar otro contrato social para una «nueva era» marcada por la volatilidad.

Lo ha dicho este lunes en un encuentro organizado por la Asociación para el Progreso de la Dirección (APD) y Expense Reduction Analysts (ERA) en el Col·legi d’Economistes de Catalunya.

Costas ha pedido «volver a pensar quién se encarga de qué en la sociedad» tras la era, que según ha asegurado, terminó con la crisis financiera de 2008, y ha puesto como ejemplo la necesidad de que la educación entre 0 y 3 años sea gratuita.

Ha subrayado que la incertidumbre existente «debe tener respuestas diferentes» a las usadas hasta el momento y ha comparado el momento actual con los años 40 del siglo XX, cuando ha recordado que tras la II Guerra Mundial se asentaron las bases de un contrato social que permitió un crecimiento económico de 30 años.

Ha asegurado que la nueva era también es de esperanza y se ha preguntado por qué no se puede pensar que, en la nueva etapa, se puede hacer una economía más dinámica y colaborativa y una sociedad más justa.

Así, ha apuntado la existencia de tres «dilemas nuevos que van a obligar a gestionar las cosas de forma diferente»: gestionar empresas teniendo en cuenta la estructura de costes y la continuidad de la operación; el equilibrio entre comercio internacional y políticas nacionales, y la necesidad de nuevas formas de gobernar.

LA INFLACIÓN «CONTINUARÁ BAJANDO»

Costas ha augurado que la inflación «continuará bajando de forma bastante rápida», aunque ha alertado de que los precios de algunos productos se mantendrán altos, lo que puede provocar problemas a parte de la sociedad.

Ha explicado que la inflación actual es híbrida y que, más que mirar los precios, se deben mirar las expectativas de los mercados a medio plazo.

Costas ha asegurado que «no hay efectos de segunda ronda» en la inflación, aunque sí un cambio de las pautas de conducta, tanto de los consumidores como de los ‘policy makers’.

Ha celebrado el cambio permanente en la gestión entre las crisis de 2008 y 2020, y ha lamentado que la conducta de los gestores en 2008 fue «horrorosa, como para ir a un juzgado y presentar una denuncia por mala praxis profesional contra bancos centrales y hombres de negro».