El fabricante alemán de ropa y calzado deportivo Adidas ha advertido de que asumirá pérdidas operativas de hasta 700 millones de euros en el ejercicio 2023 en el supuesto de tener que cancelar todo el inventario de ‘Yeezy’, la marca desarrollada en colaboración con Ye, nombre adoptado por Kanye West, después de la ruptura con el artista el pasado mes de octubre tras los comentarios racistas vertidos por este.
En este sentido, la empresa de ‘las tres bandas’ ha advertido de que si decidiera no reutilizar ninguno de los productos ‘Yeezy’ existentes, dando como resultado la cancelación del inventario existente, tendría un impacto adverso de 500 millones en las ganancias operativas este año.
Además, Adidas ha advertido de que espera costes extraordinarios de hasta 200 millones de euros en 2023 en relación con la revisión estratégica que está realizando actualmente con el objetivo de reactivar el crecimiento rentable a partir de 2024.
«De materializarse todos estos efectos, la compañía esperaría reportar una pérdida operativa de 700 millones de euros en 2023», ha adelantado la multinacional.
Asimismo, si bien la compañía continúa revisando las opciones para la utilización de su inventario de ‘Yeezy’, estima un impacto adverso sobre los ingresos de 1.200 millones de euros en caso de no vender el ‘stock’ existente, lo que implica que las ventas disminuyan a una tasa de un solo dígito alto en 2023 sin tener en cuenta el impacto del tipo de cambio.
Las acciones de Adidas cotizaban en la Bolsa de Fráncfort con caídas que llegaban a superar el 11%, después de conocerse las advertencias de la compañía.
Adidas, que tiene previsto publicar sus cuentas del cuarto trimestre de 2022 y del conjunto del pasado ejercicio el próximo 8 de marzo, indicó que sus ventas aumentaron un 6% en 2022, hasta 22.511 millones de euros, con un margen bruto del 47,3%, frente al 50,7% de 2021, y un beneficio operativo de 669 millones de euros, un 66,3% por debajo del resultado de 1.986 millones de 2021.
«Los números hablan por si mismos. Actualmente no estamos rindiendo como deberíamos», dijo el consejero delegado de Adidas, Bjorn Gulden. «2023 será un año de transición para sentar las bases para volver a ser una empresa en crecimiento y rentable», añadió.
«Necesitamos volver a juntar las piezas, pero estoy convencido de que con el tiempo haremos que Adidas vuelva a brillar. Pero necesitamos algo de tiempo», apostilló.