Las empresas españolas invirtieron más de 1.533 millones en acciones sociales en 2021, un 3% más que el año anterior, según se desprende de la ‘IX edición del Informe del Impacto Social de las Empresas’ presentado este miércoles 8 de febrero por Fundación SERES y Deloitte en Madrid.
El estudio analiza los objetivos sociales de las compañías y mide el impacto de su actividad a través de un modelo de análisis estructurado en base a cinco capitales: persona, organizacional, relacional, económico y comunicación social. Para la elaboración del documento, han participado un total de 79 empresas representantes de distintas industrias, entre las que se encuentran 68 empresas de la Fundación SERES y 11 empresas y asociaciones de la CEOE.
Así, la inversión de 1.533,5 millones de euros en proyectos sociales en 2021 ha permitido la realización de 29.104 acciones, lo que supone un 17% más que en 2020. Además, los empleados implicados en las acciones sociales suponen el 17% de la plantilla total agregada (243.888 de personas) de las empresas participantes, con un crecimiento de 5 puntos respecto de la edición anterior.
«El mercado y los reguladores reconocen a las empresas como agente clave del cambio, y ya no hay duda de que los inversores esperan, junto con la rentabilidad financiera, una rentabilidad social», ha asegurado en la presentación Concha Iglesias, socia líder de la práctica de Cambio Climático y Sostenibilidad de Deloitte España y responsable del informe.
De este modo, durante 2021, las empresas participantes han desarrollado unos 4.200 proyectos sociales más que en 2020, al aumentar a 368 el número medio de proyectos por compañía. El 55% de estos tiene como objetivo promover la salud y el bienestar y fomentar la educación de calidad como palancas para mejorar los niveles de vida de la sociedad.
En cuanto al compromiso de las organizaciones para generar impacto social ha supuesto una inversión media por empresa de 22,8 millones. Además, 8 de cada 10 organizaciones han invertido en proyectos cuyo impacto social se materializa en España en 2021.
La promoción de estándares de vida adecuados y la mejora del bienestar social han sido los objetivos en los que más se ha invertido, con 30% de la inversión, seguidos de proyectos relacionados con la salud y el bienestar con 14% y la promoción de la inclusión, igualdad y participación social para reducir las diferencias entre regiones, con el 13%.
«En la pandemia aumentaron la inversión social y sus acciones sociales; este incremento no se ha reducido después de la pandemia, se ha consolidado y sigue creciente, esta demanda ha llegado para quedarse y cada vez va a crecer más», ha destacado por su parte el presidente de Fundación SERES, Fernando Ruiz.
En cuanto al número de empleados involucrados en los proyectos sociales de las empresas ha ascendido a 243.888, que supone un 17% de la plantilla total. Adicionalmente, el 12% de las organizaciones cuenta con más del 70% de empleados involucrados en proyectos.
Por otro lado, 86,3 millones de personas se han visto beneficiadas por iniciativas sociales, principalmente la sociedad en general, representando un 55%; además de personas en riesgo de exclusión social (18%), enfermos (10%) y los jóvenes y/o estudiantes (6%), entre otros. Además, casi 9 de cada 10 empresas analizadas ofrece internamente programas de voluntariado corporativo, con un 11% de su plantilla involucrada y una dedicación total de 874.445 horas.
En el caso de las empresas SERES, el informe detalla que el 96% alinean la estrategia de sostenibilidad con el negocio y el 77% cuentan con una comisión de Sostenibilidad. Entre las medidas para dar respuesta a las expectativas de los grupos de interés, destaca que el 74% de las organizaciones dispone de un plan de contribución social, más del 90% involucra a sus proveedores en actuaciones sociales y el 62% ha adaptado sus productos y servicios para clientes en riesgo de exclusión social.
«En Fundación SERES creemos que el cambio debe pasar porque las empresas y sus líderes prioricen que los factores ESG son la mejor herramienta de gestión de riesgos y optimización de oportunidades a largo plazo. Y, para ello, deben tener una presencia real dentro de la estructura, la estrategia y los sistemas de la organización», ha afirmado la directora de la Fundación SERES, Ana Sainz.
«Solo un enfoque holístico, coherente y transversal garantiza que se incorporen a la cultura de la compañía en todos los niveles. Por esta razón medir el impacto positivo de las empresas es crucial como también lo es contar con metodologías que puedan medir el avance en la mejora de los factores sociales», ha matizado.
El informe también constata que casi la totalidad de las empresas integra en su plantilla a personas con discapacidad, involucra a sus empleados en iniciativas de acción social y promueve el respeto mutuo a través de formaciones en diversidad e igualdad.
TRABAJO DIGNO Y NO DISCRIMINACIÓN, ASPECTOS A MEJORAR
Sin embargo, aunque las compañías consideran que los temas sociales mejor gestionados son los relativos a la salud y seguridad de sus empleados y la formación, también coinciden en que existe recorrido de mejora en otros ámbitos de promoción del trabajo digno y la no discriminación.
La construcción de una red de colaboraciones con otros agentes es clave para poder llevar a cabo los proyectos y captar más inversión. En 2021, por cada euro de inversión propia, las empresas han captado un 11% de inversión adicional a través de las colaboraciones con otras entidades.
Los autores del estudio también coinciden en señalar que, para contribuir a generar una cultura de responsabilidad social, es clave dar visibilidad a la labor que realizan las compañías en materia de ESG. En este sentido, todas las empresas SERES participantes afirman que han desarrollado acciones vinculadas a la sensibilización y difusión sobre temáticas de ámbito social de la sostenibilidad, destacando la educación (75%), el empleo e integración laboral (74%) y la salud y bienestar (72%).
Además, el 98% de las organizaciones participantes elabora un informe anual de información no financiera y el 89% reconoce que evalúa y comunica el impacto de su contribución a los distintos grupos de interés.