Asaja ha advertido de que el impacto de la última subida del Salario Mínimo Interprofesional (SMI) será «dramático» sobre la actividad agraria, al tiempo que ha avisado al Gobierno de que este tipo de subidas «reiteradas» pueden conllevar otras «no tan deseadas» como el alza del precio de los alimentos.
Según los datos aportados por Asaja, la anterior subida del SMI en febrero de 2022 provocó la pérdida de 25.000 empleos en el campo.
«Las consecuencias de esta nueva subida están aún por ver pero podemos adelantar que va a tener una repercusión muy negativa en los convenios colectivos del campo que se están negociando a nivel provincial, ya que supone una intromisión del Gobierno en la independencia de la negociación a la que resta margen de maniobra a sus legítimos representantes, empresarios y trabajadores», ha señalado la organización.
Asaja ha afirmado que no está en contra de que los trabajadores tengan un salario acorde a la realidad actual, pero sí de que los empresarios agrarios soporten «incremento tras incremento» de los costes salariales sin ningún tipo de compensación o ayuda para afrontar los mismos.
«A este disparado incremento de los costes salariales debemos añadir los incrementos de precios de prácticamente todos los bienes de producción. Con unos costes de producción desorbitados y sin margen de maniobra para poner precio a lo que los agricultores y ganaderos producen, la viabilidad del sector atraviesa un momento crítico y se dispara el número de explotaciones agrarias que se ven abocadas al cierre», ha subrayado.