Economía

Las empresas financieras tienen una «gran oportunidad» para crecer en pagos si se asocian con una ‘paytech’

Las compañías del sector financiero tienen «una gran oportunidad para crecer» en el segmento pagos si invierten en tecnología, evolucionan sus modelos de negocio actuales y se asocian con empresas ‘paytech’ en áreas de valor añadido.

Así lo revela el informe ‘La revolución paytech’, elaborado por la firma de servicios profesionales EY, que analiza siete áreas que tienen una «influencia significativa» en la industria de medios de pago: la banca abierta, la infraestructura de pagos en tiempo real, el aplazamiento de pagos (‘BNPL’, por sus siglas en inglés), las carteras digitales, los pagos integrados, las monedas digitales y pagos transfronterizos.

«En EY creemos que la industria de los medios de pago está pasando por un periodo de transformación profunda. El desarrollo de nuevas tecnologías de pagos está remodelando rápidamente la forma en la que los bancos y los proveedores de pagos tradicionales abordan sus negocios», ha comentado el socio responsable del área de estrategia y transacciones para instituciones financieras de EY, David Frías.

Las nuevas tecnologías «posibilitarán a las organizaciones a crear experiencias de cliente más innovadoras e intuitivas, pero les obligará a desarrollar nuevas propuestas y estrategias».

Así, las paytech están innovando la experiencia en los pagos transfronterizos, que solían ser lentos, costosos y menos transparentes que los nacionales. El volumen de pagos internacionales sigue aumentando y se espera que alcance los 200 billones de dólares (183,672 billones de euros) en 2027.

De esta forma, «la industria está haciendo esfuerzos significativos para mejorar la operativa de estas transacciones en términos de velocidad, coste, eficiencia, transparencia e inclusión».

La banca abierta es un fenómeno que está cobrando mayor impulso a nivel mundial y «está cambiando la forma en la que los bancos abordan los modelos de negocio, el compromiso del cliente y la prestación de servicios», destaca EY.

Según el informe, en el 2021 se habían realizado un total de 26,6 millones de pagos bancarios a través de banca abierta, un aumento del 500% respecto al periodo anterior, en tanto que ha crecido un 60% en nuevos clientes desde 2020 con seis millones de usuarios frecuentes, cinco millones de ellos particulares.

Respecto a la implementación de pagos en tiempo real (‘RTP’, por sus siglas en inglés), los consumidores y las empresas buscan facilidad de uso y acceso inmediato, por lo que aquellos que no estén adoptando los RTP «se quedarán atrás».

En este aspecto, los bancos «deben continuar innovando y probando nuevas propuestas al asociarse o adquirir proveedores que faciliten la integración de esta solución en su oferta a clientes».

El BNPL, por su parte, ya ocupaba el 3% del gasto total en 2021, lo que preocupa a los bancos por su falta de regulación, mientras que las compras realizadas mediante pago móvil han superado ya las realizadas por el ordenador en 2021: el valor de las transacciones en dispositivos móviles alcanzó el 52% de todo el gasto en comercio electrónico.

Adicionalmente, las carteras móviles supusieron un 49% de los pagos en el comercio electrónico global en 2021, un crecimiento que según el análisis de EY «está ayudando a reducir significativamente los costes a la vez que ofrecen a los clientes la gestión de sus finanzas desde un único lugar».

Los pagos integrados, dirigidos a empresas que ofrecen pagos como parte de su servicio, constituyen el subsector más grande de las finanzas integradas y se espera que para 2030 el 74% de los pagos digitales de consumidores a nivel mundial se realicen a través de plataformas propiedad de empresas de servicios no financieros.

«Los pagos integrados se han convertido en una parte central de las propuestas de valor de la nueva era. Este es el modelo adoptado por las principales plataformas de comercio electrónico y estos representan el 50% de las ventas online», señala el informe.

Por último, las divisas digitales y las monedas digitales emitidas por un banco central (CBDC) están tomando impulso y se han convertido en prioridad para los proveedores de pagos que buscan alternativas reguladas a medida que surgen las primeras soluciones por parte de la industria.

«Desde EY vemos con optimismo el futuro de la industria de medios de pago, y la capacidad de nuestros clientes de adaptarse a los retos a los que se enfrentan los bancos y otros proveedores del sector para mantenerse al día con los cambios tecnológicos, regulatorios y de los modelos de negocio», ha explicado Frías.