El producto interior bruto (PIB) de Alemania registrará en 2023 una expansión anual del 0,2%, logrando así esquivar la amenaza de contracción económica que planeaba sobre la principal economía europea como consecuencia de la guerra de Ucrania, según ha revelado el Ministerio de Economía alemán.
A mediados de otoño de 2022, el Ejecutivo germano pronosticaba una caída de la economía del 0,4% para este año, pero las ayudas del Estado a las empresas y familias, y el abaratamiento del precio de la energía están detrás de la revisión al alza.
«A pesar de todo, aún persisten factores de riesgo: la invasión rusa de Ucrania y sus consecuencias económicas, la atonía de la economía global, así como el alto precio de la energía y la inflación comparados con los niveles precrisis», han asegurado desde el Gobierno teutón.
La inflación, de hecho, escaló hasta el 7,9% el año pasado. Para 2023, la previsión es que se moderará al 6,0%.
El instituto Ifo, con sede en Múnich, ha afirmado este miércoles que la economía alemana ha empezado el nuevo año «con mucha más confianza».