El fabricante sueco de redes y equipos de telecomunicaciones Ericsson obtuvo un beneficio neto atribuido de 18.724 millones de coronas suecas (1.678 millones de euros) en 2022, lo que supone una caída del 21,2% respecto del resultado contabilizado por la compañía un año antes.

Las ventas netas de la multinacional en el conjunto del ejercicio alcanzaron los 271.546 millones de coronas (24.336 millones de euros), una mejora del 16,9% respecto a 2021.

Por mercados, Estados Unidos representó en 2022 el 40% de las ventas, seguido por la India, China y Japón, cada uno con un 4%, y el Reino Unido, con un 3%.

En el cuarto trimestre, Ericsson registró un beneficio neto atribuido de 6.066 millones de coronas (544 millones de euros), una merma del 39,8% en comparación con el mismo trimestre de 2021, mientras que las ventas netas fueron de 85.980 millones de coronas (7.705 millones de euros), un 21% superiores a las del año anterior.

«Aún persiste la incertidumbre a corto plazo. Sin embargo, aún estamos en una fase temprana del despliegue global de la red 5G», ha dicho Börje Ekholm, presidente y consejero delegado de Ericsson.

Además, la compañía escandinava ha explicado que los problemas con la Justicia estadounidense, donde ya ha provisionado unos 200 millones de euros para hacer frente a una posible multa del Departamento de Justicia, y con otros organismos reguladores podría conllevar que Ericsson «abone importantes indemnizaciones, multas y/o sanciones».