Los portales inmobiliarios prevén caídas moderadas en las compraventas de vivienda durante los próximos meses, cuando empiecen a reflejarse en las operaciones las subidas de tipos por parte del Banco Central Europeo (BCE), a pesar de que las cifras correspondientes a noviembre son las mejores desde hace 15 años.
El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha informado este viernes de que la compraventa de viviendas subió un 10,8% en noviembre respecto al mismo mes de 2021, hasta sumar 55.132 operaciones, su mayor cifra en un mes de noviembre desde 2007, cuando se superaron las 56.100 compraventas.
El portavoz de idealista, Francisco Iñareta, comenta que esos datos «ponen de manifiesto el extraordinario momento que vivió el sector» el año pasado, aunque advierte de que las cifras «ya empiezan a dar muestras de desaceleración».
«Es muy probable que durante los próximos meses veamos cómo el mercado comienza a plegarse motivado por un cambio de ciclo y por la mayor dificultad de acceso a la financiación hipotecaria. la reducción en el número de compraventas enfriará los precios durante 2023, aunque es muy poco probable que asistamos a caídas generalizadas», pronostica Iñareta.
El director de Estudios de pisos.com, Ferran Font, también señala que, pese a las «cifras récord», el mercado sigue «con tendencia a moderarse, sin alcanzar aún los registros negativos». También prevé que los valores negativos llegarán «más pronto que tarde.
«Deberemos seguir dando seguimiento a estas estadísticas para verificar el momento de las primeras caídas que probablemente se produzcan a finales de año», apunta Font.
Por su parte, la directora de Estudios de Fotocasa, María Matos, asegura que el 2022 «se convertirá en el nuevo año dorado tras el ‘boom’ del 2007».
«La compraventa de viviendas indica que sigue habiendo una gran actividad en el mercado y un interés muy fuerte por comprar», asegura.
Al igual que los expertos de pisos.com y de idealista, la directora de Estudios de Fotocasa también alerta de que hay que tener en cuenta que la inflación terminará «haciendo mella en el bolsillo de los hogares» y reduciendo su capacidad de ahorro, por lo que es previsible que «se modere la compraventa de inmuebles».