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Start-ups

¿Es Estonia el Silicon Valley europeo?

En la pequeña nación báltica, todos los procesos burocráticos e hacen por Internet.

En apenas 30 minutos puedes constituir una empresa en Estonia, un proceso que en España demora al menos un par de días. Y, en completar todo el procedimiento para que la nueva sociedad inicie operaciones, en Estonia se necesitan cuatro días frente a los 12,5 que se requieren de media en España, según el informe Doing Business 2020 que produce el Banco Mundial.  

Con una población de 1,3 millones y una superficie similar a la de Extremadura, este pequeño país báltico se ha convertido en una especie de Silicon Valley donde prácticamente todo proceso burocrático se realiza online. Ese ágil sistema, que lo coloca en el 18º mejor lugar donde hacer negocios para el Banco Mundial, ha transformado a esta ex república soviética en un terreno fértil para las startups. Skype, Wise o Bolt son los nombres de sus empresas más conocidas.

La e-residencia es la ruta que permite a los emprendedores extranjeros acceder a los beneficios del Estado digital. Muchas compañías proveen servicios digitales a nivel global, por lo que pueden constituirse en la jurisdicción que más se ajuste a sus necesidades. Y, en ese aspecto, Estonia es un país de la Unión Europea que ofrece tres grandes ventajas a las empresas:

  • Un sistema burocrático y tributario 100% digital
  • Un impuesto de sociedades del 20%
  • Un vibrante ecosistema de startups

Un sistema tributario competitivo

No es necesario residir en Estonia para administrar una empresa. La compañía puede estar constituida ahí, mientras que se gestiona a distancia. Todas las webs del gobierno están en inglés, incluida la web de Hacienda en la que se hacen las declaraciones de impuestos. «El 97% de los contribuyentes presentan sus impuestos de forma online«, dice Kaja Kallas, primera ministra de Estonia, durante una charla con periodistas. Según Kallas, en su país la profesión de asesor fiscal no existe debido a lo sencillo que resulta usar el sistema online de la agencia tributaria.

Esa simplicidad permite que la recaudación impositiva en Estonia fuera del 21% de su PIB en 2019, una cifra superior al 13,7% en España y al 10% en Estados Unidos, según el Banco Mundial.

Gracias a este sistema altamente digitalizado, Estonia tiene el sistema fiscal más competitivo de la OCDE, según la organización Tax Foundation. Todo esto lo consigue gracias a un código tributario bien estructurado que permite que los contribuyentes no se enreden a la hora de cumplir con sus obligaciones en tiempo y forma.

Impuesto de sociedades al 20%

El impuesto de sociedades en Estonia es del 20%, frente al tipo general del 25% en España. Pero en Estonia, este impuesto no se paga si no se reparten dividendos entre los accionistas. En otras palabras, las ganancias de la empresa sólo tributan cuando se pagan dividendos, por lo tanto, no habrá impuesto de sociedades si las compañías guardan su dinero en caja.

El objetivo de esta medida es lograr que las empresas reinviertan para que su negocio crezca. «Tenemos un impuesto de sociedades, pero lo recaudamos de manera diferente a otros países», explica Lauri Haav, director del programa de residencia digital. «Si tu negocio tiene unos beneficios de 100.000 euros y los reinvierte en la empresa, entonces el impuesto de sociedades es 0%«, dice.

En España, el impuesto de sociedades grava con un tipo general del 25% que se aplica directamente a los beneficios de las empresas. Eso es independiente de si hay dividendos o no. En caso de que la compañía decida repartir parte de las ganancias, los contribuyentes deberán pagar entre un 19% y un 23% adicional por el cobro de esa salida de capital en forma de dividendos.

Es importante remarcar que existe un acuerdo de doble imposición entre Estonia y España. Este tipo de tratados busca asegurar que la renta de los ciudadanos y las empresas no sea gravada dos veces en dos países distintos. A su vez, establecen una serie de mecanismos de cooperación entre las agencias tributarias con el objetivo de combatir la evasión fiscal.

Si tienes una empresa en Estonia pero vives en España, España será tu residencia fiscal. En ese aspecto, deberás revisar el tratado entre los países para ver cómo tributarían los ingresos obtenidos a través de la sociedad estonia en tu declaración anual ante la Agencia Tributaria.  

Un vibrante ecosistema de ‘startups’

Los estonios se enorgullecen de ser el país europeo con más startups con estatus de unicornio, con relación a su población. Un unicornio es aquella empresa no cotizada con una valoración de más de 1.000 millones de dólares. Y, en Estonia, con 1,3 millones de personas, hay siete compañías que han logrado ese estatus: Skype, Playtech, Wise, Bolt, Pipedrive, Zego y ID.me.

En España, con una población de 46 millones, apenas tenemos seis unicornios: Glovo, Cabify, Wallbox, Idealista, Wallapop y eDreams. Es una cantidad similar a la de Estonia a pesar de ser un país con una población más de cuarenta veces mayor.

El ecosistema estonio de startups lo componen unas 1.000 compañías que colectivamente han generado más de 1.000 millones de euros en ingresos brutos durante la última década, según datos de la plataforma, Funderbeam. Este millar de empresas dan empleo a unas 50.000 personas.

«Estonia es un sitio donde sientes que hay cosas ocurriendo», dice el Jan Lagast, un belga que fundó en Estonia la aceleradora de startups ImpactBuilders. «Hay una fuerte cultura de emprendimiento y un ecosistema que te impulsa a mejorar constantemente», dice Lagast, quien creó su compañía a través del programa de e-residencia. «Es el mejor lugar de Europa para las startups«, concluye.

Cómo conseguir la residencia digital

El primer paso para crear una empresa en Estonia es obtener la residencia digital. Creado en 2014, este programa busca que emprendedores extranjeros monten sus negocios digitales en Estonia. El Estado digital es el recurso más importante del país, por lo que el programa de e-residency nace para aumentar la recaudación tributaria con la llegada de nuevas compañías.

La e-residency es una identificación online que permite a los extranjeros usar los servicios digitales del país. No da derecho a residir físicamente en Estonia ni sirve como certificado de residencia fiscal. El proceso para obtener la residencia digital pasa por cuatro fases diferentes:

  • 1.       Recopila los documentos necesarios:
    • a.      Una copia de tu DNI.
    • b.      Una foto de carné.
    • c.      Expresa el motivo por el que la solicitas.
  • 2.      Envía tu aplicación en la web e-resident.gov.ee
    • a.      Paga 120 euros por el trámite.
  • 3.      Espera 3-8 semanas a que la policía estonia revise la aplicación.
  • 4.      Recoge tu kit de e-residencia en una embajada de Estonia.
    • a.      Lleva tu DNI para demostrar tu identidad.
    • b.      Te tomarán las huellas cuando recojas el kit.

De esta manera lograrás ser uno más de los 84.000 residentes digitales que ya existen. De ese total, aproximadamente un 33% han creado 18.000 compañías con sede en Estonia. «Cerca de un tercio de las startups del país han sido fundadas por e-residentes«, dice Haav.

Cada año aplican unas 20.000 personas a este programa. Sin embargo, el gobierno quiere darle un impulso y se ha marcado el ambicioso objetivo de alcanzar los 10 millones de residentes digitales para el 2025. «Es una cifra difícil de alcanzar, pero es una forma de apuntar a las estrellas como forma de llegar a la Luna», comenta Haav, quien espera que su país pronto tendrá más residentes digitales que habitantes.

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