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“Las cirugías son más asequibles. Hoy se opera todo el mundo”

¿Por qué eligió la cirugía estética como profesión?
De pequeño quería ser médico y cirujano, aunque también era un apasionado del dibujo y de la escultura, ya que siempre he tenido un sentido muy bueno de la armonía, de los volúmenes y de las proporciones. Así que un día viendo una operación en la que el cirujano remodelaba una nariz, me di cuenta que aquello era lo que más me gustaba, y podía trasladar mi faceta artística a la realidad del cuerpo humano.

¿Cuesta mucho decir ‘no’ a un paciente que viene muy ilusionado a su consulta para unos cambios?
No es fácil. Cuando se dan estas situaciones, el paciente se queda muy desilusionado, porque esperaba una solución a su problema, y cuando no la tienes, o no se lo aconsejas, se siente frustrado. En estos casos es importante hacerle entender bien la situación. No quieres hacerle daño, pero se lo harías creándole falsas ilusiones y que al final los resultados no fueran los que él esperaba.

¿La cirugía estética está cada vez al alcance de más personas?
Sí, ahora los precios han bajado y los centros dan más facilidades. Hoy en día se opera casi todo el mundo. Estamos interviniendo todos los días, y si solo operásemos a los ricos, lo haríamos una vez al mes. Y después de la crisis, un día al año. Ahora las cirugías son mucho más asequibles, más cortas de tiempo, menos agresivas; y hay tratamientos que realmente ayudan al paciente a mejorar con un pequeño procedimiento en la propia consulta. Nuestras tarifas están entre 200 y 15.000 euros.


Xavier Torres-Bachetta

¿El porcentaje hombres y mujeres se ha equilibrado en los últimos años?
No, tenemos a un 15% de hombres y un 85% de mujeres y la razón es que el envejecimiento en el hombre es más lento que en la mujer, además de que ellas valoran muchísimo más su imagen que los hombres. El target mayor de las mujeres es de entre los 40 y los 55 años, que es la edad en la que la mujer entra en el periodo de premenopausia, menopausia, o postmenopausia, y sufre un bajón importante, y es entonces cuando uno piensa más en sí mismo y decide hacerse unos arreglillos en la cara, el pecho, lipoescultura, etc. En el caso de los hombres, a esas edades deciden más retocarse la nariz, alguna ginecomastia (sacar grasa), microimplantes de cabello y botox, y a partir de los 55 ó 60 años empiezan con la cirugía de párpados o de cuello.

¿Qué consejos daría a una persona que quiera someterse a una operación de cirugía plástica o estética?
Desgraciadamente en nuestra profesión hay mucho intrusismo, así que lo que uno tiene que hacer en primer lugar es, documentarse muy bien sobre el centro al que quiere ir y asegurarse en manos de quien se pone. Es muy importante saber qué garantías te ofrecen, ya que nunca hay que precipitarse a la hora de tomar una decisión para evitar engaños y problemas. En segundo lugar, saber qué es lo que quieres mejorar, sobre todo si esta mejora es de su propia imagen y está convencido de lo que necesita. Y en tercer lugar, cuando se siente delante del cirujano, explicarle lo que desea y preguntarle todas las dudas que tenga, ya que lo más importante es entender aquello que le hará.

¿Cuál es la intervención que más le piden los pacientes?
Lo que más piden los pacientes en cirugía general es, el aumento de mamas y el remodelado corporal; y luego ya entramos en cirugía facial, como puede ser un lifting, o cirugía nasal. Pero cuando un paciente quiere hacerse alguna intervención en la cara, lo que me demandan con más frecuencia es que la recuperación sea rápida, y que no les cambiemos o deformemos las facciones, cosa que ocurre cuando se abusa de los rellenos para evitar el quirófano.

¿Hay personas que acuden a su centro con fotos de ‘celebrities’?
Sí, a veces vienen personas con fotografías de Shakira o de Rihanna para que les ponga su nariz, y en ocasiones soy yo quien les dice que traigan fotos de lo que les gusta, porque en la primera visita es fundamental saber qué quiere el paciente. Lo que intentamos es cumplir, pero el éxito de la cirugía estética no depende ni de lo que hace el cirujano, ni de lo que sale, sino de cómo lo utilizará después el paciente.

¿Ha cambiado en la actualidad el modelo de belleza?
Sí, el modelo de belleza en la mujer es más andrógino, estilizado y con más rectas, pero con pecho, y en el extranjero tienen el culo más proyectado, menos en los países latinos que ya lo tienen grande e intentan reducirlo. En cuanto al prototipo de hombre, es musculado pero con facciones aniñadas y suaves, como Matt Damon, Brad Pitt o Leonardo Di Caprio, a diferencia de hace años que eran más angulosas, tipo Clark Gable, Sean Connery, etc.

Es reconocido en el mundo por ser el pionero en utilizar técnicas poco invasivas de rejuvenecimiento facial, ¿cómo es esta cirugía?
Cuando una persona te dice que quiere un rejuvenecimiento facial, por ejemplo, y le respondes que le vas a hacer un lifting, tirando de los músculos, etc., no lo acepta, porque hoy lo prioritario es el tiempo del que dispone el paciente. Nuestra filosofía en el instituto es preguntar al paciente: ¿de cuánto tiempo dispone para rejuvenecer su aspecto? Según su respuesta así será el tratamiento.

¿Cómo ha evolucionado la cirugía estética en estas últimas décadas?
La cirugía plástica siempre se ha diferenciado en todas las décadas. En los ochenta por la eliminación de las cicatrices, ya que fue la época en que la mujer comenzó a destaparse, a hacer top less, por lo que tuvimos que reinventar técnicas en la cirugía de mamas. Los años noventa trajeron todo lo que era imagen, y no solo en la cirugía plástica, sino en la medicina en general. A finales de los años noventa aparecieron los láseres y las prótesis de mama con gel cohesivo. Y en la actualidad destacaría la técnica del lipofiliing, que consiste en inyectar al paciente sus propias células grasas, que se pueden extraer de algunas partes del cuerpo, sirven a modo de relleno y consiguen numerosos beneficios estéticos.