María Martínez, directora de la consultora y proveedora de Servicios de Renting Masqrenting, reconoce que “en los vehículos de alta gama, el cliente quiere un vehículo particular, de un color y con unos extras muy concretos, mientras que en el renting de otros vehículos la tendencia actual son los vehículos de campaña, donde el cliente lo que busca es una cuota, que se ajuste a un presupuesto“. En el segmento elitista, primero se pregunta si tienen el modelo y después se negocia el precio. En los demás, la primera pregunta es qué tenéis en promoción.

Por supuesto que a los prósperos beneficiarios del renting de alta gama no les amarga el dulce de poder deducirse las cuotas en el IRPF o el Impuesto de Sociedades, ni que no se vean ni ellos ni sus empresas obligados a realizar el gran desembolso inicial que supondría la compra del vehículo. Tampoco les viene mal que suelan ser las marcas de renting las que se hagan cargo de muchos de los gastos de uso y mantenimiento de los coches.

Ante un eventual frenazo de la economía por culpa de la dentellada de la pandemia, María Martínez prevé que “el vehículo de renting de alta gama será el que se vea menos perjudicado, ya que tanto a los directivos (si tienen el vehículo como retribución en especie) como a los gerentes no les afectará en su economía particular”.

Por desgracia para las empresas, sin embargo, el segmento es demasiado pequeño como para convertirse en un gran escudo contra el frenazo económico. Aunque, según los datos de la Asociación Española de Renting de Vehículos, en 2019 los coches ‘premium’ matriculados rebasaron ligeramente las 3.600 unidades, que suena mucho, lo cierto es que solo representaron el 1,5% de todos los que se matricularon para alquilar. La mayor parte de los vehículos de lujo que se matricularon para alquilar el año pasado eran SUVs.

Por otro lado, las secuelas económicas de la pandemia pueden dañar la economía de algunos directivos. En un escenario sin precedentes, nadie puede asegurar que sus empleadores sobrevivan o que ellos mismos superen, ante sus accionistas o propietarios, la prueba de fuego de la gestión de un fenómeno tan complejo e imprevisible. También influirá, en caso de que el renting no se lo pague la empresa, la forma en la que el frenazo de la economía –con el consiguiente desplome de los activos financieros– erosione su patrimonio personal. Más allá de la situación de cada directivo, otra cuestión que impactará, probablemente, sobre la demanda del renting de vehículos de alta gama es la revisión de los presupuestos anuales que vendrá después de la evaluación de daños que haga cada compañía. Entonces habrá que determinar qué es un gasto esencial y qué no.

Clientes y modelos

La directora de Masqrenting identifica a los clientes más habituales de la alta gama que atienden ellos en sus oficinas. Por lo general, aclara, “suelen ser directivos de grandes corporaciones” o “gerentes de empresas”. Ser rico no es una profesión y, si lo es, el dinero se acaba rápido.

La alta gama, según Martínez, representa el 15% de la flota de Masqrenting, y sus principales protagonistas serían los Audi A6 y Q5 y los Mercedes Clase C, GLC y GLE. Todos los grandes operadores del sector del alquiler de vehículos dedican porciones de su ‘catálogo’ a los modelos sofisticados, pensados para la alta dirección. Estos coches forman parte de los servicios de renting que recibe una compañía en su conjunto, y esos servicios incluyen tanto modelos exclusivos como otros más discretos con los que se recompensa a profesionales destacados de segundo nivel.

También existen operadores especializados, como Rentcardeluxe, que ofrecen únicamente modelos deportivos prohibitivos como el Lamborghini Huracán EVO Spyder, el Ferrari F8 Tributo y el Mclaren 570S Spider. Martín López, CEO de la compañía, subraya que proporcionan “el vehículo en un estado impecable, en el plazo previsto y a domicilio“. Su empresa posee 15 oficinas, cinco de ellas fuera de España, en Milán, París, Ginebra, Mónaco y Roma. Sus alquileres son a corto plazo, con duraciones máximas de días. Es decir, ni meses ni años como en otras fórmulas de renting.

En el ejemplo inverso al de Rentcardeluxe, encontramos el impacto en la alta gama de la fuerte incorporación al renting de clientes autónomos, particulares y pequeñas empresas, que ya concentran un tercio del parque total de vehículos en alquiler. Todo eso es lo que ha provocado que compañías como Arval o Lexus hayan lanzado ya ofertas de coches de premium a pymes y autónomos, más ajustadas a sus perfiles y presupuestos.

En paralelo, la afluencia de clientes más jóvenes también está contribuyendo a desatar una transformación digital que, es cierto, afecta menos a los segmentos más elitistas de todos los sectores, el renting incluido. Aunque no hay en España marketplaces exclusivamente de coches de lujo en renting, empresas como MasQRenting, que publican sus ofertas en internet, sí pueden hacer las veces de broker de alquiler de coches de lujo entre los concesionarios con los que trabajan. Algunas marcas de alta gama como Jaguar ofrecen directamente algunos de sus modelos en renting en internet.

Las tiendas online –las que permiten contratar todo el servicio de renting digitalmente y en pocos minutos- están empezando a avanzar en la oferta de coches exclusivos. En un en- torno como internet, marcado por los precios bajos y la flexibilidad, Idoneo.com comercializa ya vehículos de este tipo, aunque es cierto que son pocos y que parece apostar más por modelos premium de marcas populares y no asociadas tradicionalmente con la alta gama como el Kia Sorento Drive o el Peugeot e-208 Allure.

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