Cuando eres creativo en una agencia de publicidad sueñas, como todo el mundo, con que te toque la lotería de navidad; pero también sueñas con hacer el anuncio. Es como, para un futbolista, jugar la final de la Champions. Eso tiene su lado bueno y no tan bueno, porque significa que puedes perder esa final. Cada año, todo el mundo está esperando que salga el anuncio de la lotería para poder opinar. Algo extraordinario porque la gente suele esperar a “que se acaben ya los anuncios” más que a que lleguen. Entonces nos convertimos todos en jueces como cuando vemos MasterChef y decimos “a ese plato le falta un discurso”, “es bonito pero no tiene fondo”… Eso es fantástico para esta profesión porque demuestra que la publicidad puede interesarle a la gente y, además, que el consumidor ha aprendido con los años y sabe de anuncios.
Junto con mis compañeros de la agencia en la que trabajo – ContrapuntoBBDO – he tenido la suerte de poder estar bajo esa lupa y hacer las campañas los últimos tres años. Estamos contentos con los comentarios de la gente y los resultados que muestran los datos; porque a mi madre siempre le gusta, claro. Es verdad que cada uno tiene su favorito, y que el Calvo siempre aparece. Este año, el reto ha sido doble o cuádruple, porque llegó la Covid-19 que lo cambió todo, y porque nos vimos pensando el anuncio en junio sin saber en qué situación estaríamos en noviembre, cómo estaría la salud, el ánimo y las ganas de seguir hablando o no sobre el dichoso virus.
Pensamos que no podíamos no hacer referencia a la situación, porque indudablemente estas no serían unas navidades más y jugar a la lotería tampoco sería igual. Así que decidimos recordar eso tan especial y único que tiene este sorteo, y es que jugamos juntos, que compartimos un número o un décimo con los que queremos. Y no sólo eso, que al compartir ese décimo, mucha veces estamos diciendo algo: “gracias por estar ahí”, “tengo mucha suerte de tenerte, eres parte de la familia”, “no somos sólo compañeros de trabajo somos amigos”, “te quiero” o incluso “perdón”. La gente juega para ganar el premio, está claro, pero también para sentirse más cerca de los suyos y compartir lo que siente.
Es, probablemente, el único país del mundo en el que pasa esto, y no es casualidad. Yo vengo de un pequeño lugar llamado Uruguay, pero desde que puse un pie en esta tierra me di cuenta que aquí se comparte desde un hueco en la barra del bar, el abono del fútbol, la ropa de bebé que ya no usas… hasta la lotería de navidad. Y este año, todavía más, porque hemos vuelto a pensar en comunidad; e incluso en las grandes ciudades nos hemos interesado por el de al lado, como lo hacen en una aldea o un pueblo. Esa vecina con la que apenas nos saludábamos y a la que llamábamos “la del 5º C”, pasó a ser Patri y a estar en nuestras vidas para ayudarnos los unos a los otros. Por eso, el anuncio de este año, nos recuerda que llevamos décadas y décadas compartiendo muchas cosas a través de un décimo de lotería y que este año lo haremos de una forma muy especial. Ese es el gran tesoro de este producto, un valor que nace de la gente: cómo un pequeño papelito es capaz de decir tanto y acercarnos tanto.
Gonzalo Urriza es del país de Luis Suarez, Mario Benedetti y Pepe Mujica. Se vino a España por un año y ya lleva 17. Entró en la agencia ContrapuntoBBDO y allí sigue, algo poco usual en esta profesión; pero en todos estos años ha tenido la suerte de poder trabajar, en las distintas épocas de la agencia, con grandes profesionales y poder ayudar a construir marcas como Mercedes-Benz, Smart, Correos, Bankinter, Chrysler, Jeep, Diario El País, Canal+, Pepsi, Cruzcampo y Amnistía Internacional. Su trabajo ha sido reconocido con premios en distintos festivales nacionales e internacionales (Cannes, One Show, Clio, NYF, El Sol, CdC, FIAP, Art Directors Club Europe, Eurobest, Ojo de Iberoamérica…) y ha sido jurado en algunos de ellos. Hoy en día es Director Creativo para las cuentas Lotería de Navidad, Lotería Nacional y Cepsa.