72.480, El Gordo de la Lotería de Navidad
Opinión Kerman Romeo

El ‘status’ del lunes: Huele a castañas, pero no a Navidad

El ‘status’ del lunes: Huele a castañas, pero no a Navidad
Foto: Pexels

Pasa muy de vez en cuando, pero cuando ocurre es terrible. Uno se nota descolocado, repentinamente desubicado, tan perdido como el alcalde de Vigo en una ciudad a oscuras. La sensación: creer que es un día en concreto, pero de repente darte cuenta de que en vez de miércoles es martes. Suele suceder en las semanas en las que ha habido puente. La lógica dice que readaptarse tras la equivocación debería ser fácil, pero se tarda unos días en volver a la normalidad. Parece algo pequeño, pero no lo es. Y es que, de todas las sensaciones, quizá la que más me incomode sea la de ir con el pie cambiado. Si hay un año en el que hemos padecido esta terrible dolencia, ha sido éste. Me temo que el mes de diciembre, que debería empezar mañana, pero ya no se sabe qué sorpresas esconde este 2020, será especialmente duro para los que sufrimos este brutal desorden.

¿Cuándo empieza la Navidad? ¿Con el alumbrado de las calles, con el anuncio de la Lotería, con el ‘blockbuster’ navideño de Disney, cuando se pone el árbol, con el primer turrón de Suchard expuesto en el supermercado o cuando escuchas el “All I Want For Christmas Is You”, de Mariah Carey? La mía comienza cuando la calle huele a castañas asadas. Una vez percibo ese maravilloso olor, se desencadena la misma rutina todos los años: un puente en el que comes el primer polvorón, pensar en qué te van a regalar tus padres (además de los calzoncillos y calcetines ya garantizados de antemano), la cena de empresa y las de los distintos grupos de amigos, las inocentadas, el plan especial de Nochevieja, la Cabalgata de Reyes. La Navidad se repite todos los años como si fuese “El Show de Truman” y a mí me gusta tanto como la película de Peter Weir. Porque la conozco y porque sé lo que toca. Es terreno conocido.

Es cosa de todo este maldito año, pero la sensación de tener el pie cambiado pesará especialmente este mes. La pasada semana escuché que muchas empresas se estaban planteando hacer cenas virtuales y que la Cabalgata de Reyes podría ser estática. Es encomiable cómo nos las estamos ingeniando para llevar lo mejor posible este contexto, pero lamento que mi cara se quede como la de Keanu Reeves en cualquiera de sus películas, sea del género que sea, cuando escucho estas ideas. ¿Qué es lo próximo que trae esta Navidad, un holograma de tu cuñado para poder llevarlo a la cena de Nochebuena? Tocará adaptarse y, como la gran mayoría estamos haciendo, sacaremos lo mejor hasta que llegue 2021. Como cuando no era el día de la semana que esperabas y al final te ubicabas.

Puede que peque de exceso de optimismo, pero estoy convencido de que el arranque del nuevo año traerá una oleada de ilusión comedida. Y deseo que sólo de eso. Empezará de verdad la década con un año que no podrá ser más duro que éste. Poco a poco iremos retomando algunas costumbres que hemos perdido y, al final, acabará llegando un mes en el que la calle olerá a castañas. Volverán todas las cosas que este año no se disfrutarán. Será el mejor momento para acompasar nuestro paso, recordar lo maravillosas que son las rutinas y, por qué no, pensar en lo bonita que es la denostada zona de ‘confort’.

Feliz lunes y que tengáis una gran semana.

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