El sector de la Perfumería y Cosmética, como muchos, se ha visto muy afectado por los efectos de la pandemia. La industria del perfume ha impulsado la venta online y ha hecho un paréntesis durante el cierre de tiendas que ha dedicado a la solidaridad, apoyando a los sanitarios a través de la producción de geles hidroalcohólicos.
Los consumidores, gracias a sus ordenadores y teléfonos inteligentes, se han orientado muchísimo a internet y sus infinitas posibilidades para informarse, para comunicarse, para intercambiar experiencias y para comprar. En ese contexto, las marcas de Perfumería se han tenido que reinventar para abrir nuevos canales de comunicación con los consumidores y para ofrecerles, directamente en su propio “e-commerce” o indirectamente en las plataformas de terceros, “e-retail”, nuevas experiencias y la posibilidad de adquirir sus fragancias. Esa capacidad de adaptación a las nuevas circunstancias ha sido espectacular en nuestro sector y la Academia del Perfume no podía quedarse al margen de ese cambio. Buena prueba de ello es que la edición de la entrega de los premios este año, correspondiente a las mejores iniciativas del año 2019, ha sido en formato totalmente digital. La Academia, con ello también ha dado muestra de su creatividad, no solo por haber realizador el evento digitalmente, sino por el contenido tan renovado y sorprendente, con el “Smell Film” y un guionizado que ha conseguido mantener la atención de las más de 700 personas invitadas durante la hora que ha durado el acto.
Hemos recibido un sinfín de felicitaciones que avalan mis palabras y que son el mejor incentivo para que la Fundación Academia del Perfume y sus equipos persigan su función divulgadora con la ambición de ampliar esa dimensión, de ser un referente para prensa y consumidores, de ser un repositorio de conocimientos, y también para desarrollar la función docente que es propia de toda academia.
En la Academia del Perfume, a través de sus premios y de la ceremonia online organizada con gran rigor, pero también con vocación de entretener, han quedado bien patentes los distintos colectivos que la conforman, su interrelación, su participación en la selección de los premiados para llegar a encontrar en cada categoría el mejor del año.
Yo quisiera destacar la enorme importancia que tiene para nuestra institución ese elenco excepcional de académicos cuyo enorme talento desplegado en profesiones muy diversas a lo largo de muchos años, ha contribuido a hacer de la perfumería lo que es hoy. Gracias a todos ellos, pero sobre todo a los perfumistas que son los verdaderos creadores de lo que hay dentro de nuestros frascos, fragancias excepcionales, fórmulas de alquimia, magia que a través de nuestro olfato brinda momentos de placer infinito.
Estos artistas, artesanos del intangible que, junto con las empresas y las marcas, han conformado un sector de enorme relevancia económica para nuestro país, tanto por el número de empleos que genera como, entre otros aspectos, por su importancia exportadora.
También quisiera aprovechar este espacio de lectura para llamar la atención sobre las tecnologías que van a sin duda cambiar aspectos creativos de nuestro sector. El primero se refiere a las materias primas, a las nuevas formas de extracción de aceites esenciales de la naturaleza y a las moléculas de síntesis cuyas líneas de investigación van a acercarnos cada vez más a paletas de componentes a disposición de los perfumistas que sean biodegradables y, por tanto, totalmente ecológicos. El segundo es la utilización, por parte de las grandes compañías de aceites esenciales y de perfumes, de la Inteligencia Artificial para orientar la creación de perfumes.
Son capítulos emocionantes que iremos descubriendo muy pronto a través de las propuestas que se nos vayan ofreciendo en el mercado.
Las sorpresas están servidas
La Pandemia que nos asola ahora pasará y sin duda dará paso a un periodo creativo muy fértil tal y como ha sucedido después de las grandes catástrofes que la humanidad ha vivido en el siglo XX, y la perfumería no va a ser ajena a ese renacer. Con ese convencimiento de que para nuestro sector habrá un gran mañana, la Academia del Perfume se erige como motor de cambio, de innovación, de entidad dinamizadora y se preparar a asumir ese papel prospectivo de construcción del futuro de nuestro sector. Es un gran reto para la institución, pero con el talento, el talante y el gran trabajo de todos los que colaboramos con ella, estoy seguro de que la Fundación Academia del Perfume se posicionará como entidad referente incluso más allá de nuestras fronteras.
Juan Pedro Abeniacar, es presidente de la Academia del Perfume, CEO LVMH Perfumes y Cosméticos España y Portugal y CEO Perfumes Loewe.
También en la actualidad, es Consejero del Comercio Exterior de Francia, Miembro del Consejo Asesor de la Fundación Randstad, Patrono de la Fundación STANPA, Miembro del Consejo Asesor de la Asociación de Mujeres Avenir y Presidente de la Asociación Lujo Digital.
Es conferenciante regular en las escuelas de negocios I.E. (Instituto de Empresa), IESE e ISEM.