Lo dicho. A falta de casos de uso claros para entrar en el Valhala de la inteligencia artificial (IA) y, sobre todo, de datos de calidad y accesibles (nunca insistiremos lo suficiente en ello), conviene seguir aplicando la norma del fundador de Amazon, Jeff Bezos: presta atención a lo que nunca va a cambiar. Es muy improbable que la gente renuncie a pagar menos por lo mismo, ni ahora ni dentro de 10 años, o que quiera que los paquetes lleguen más despacio a su casa. Es su mantra.
En la mayor feria de productos electrónicos de Europa, IFA Berlín, el equivalente continental al CES Las Vegas, salvando las cada vez mayores distancias, se ha podido comprobar la vigencia del haiku de Bezos. Por encima de la omnipresente IA, lo que más está alterando el mercado global de electrodomésticos, televisores, portátiles o smartphones son las subvenciones aprobadas por el Gobierno chino hace un año. Las desenvainó para reactivar la demanda interna y salvar su propia previsión del 5% de crecimiento económico en 2024, por qué no.
La ayuda china llega al 20% del coste de los productos más eficientes energéticamente, que normalmente coinciden con los de alta gama. Es decir, los más caros. El resultado ha sido inmediato: sólo en el último cuatrimestre de 2024, las ventas de grandes electrodomésticos y aires acondicionados se dispararon un 33% y las de productos de oficina un 14%, con la consiguiente subida de precios del 11%.
¿Qué harán los fabricantes chinos de electrodomésticos y demás productos electrónicos con esa inyección de dinero? Norbert Herzog, de NIQ/GFK, decía en IFA Berlín que lo más probable es que dirijan sus inversiones hacia otras regiones y que impulsen su crecimiento en el Sudeste Asiático, Latinoamérica y Europa, “lo que podría generar una continua presión sobre los precios en estos mercados”.
Frente a este proceso, la IA ha vuelto a demostrar que es todavía un factor de compra menor. Solo el 6% de quienes adquieren un smartphone lo eligen por sus capacidades de IA, y en el caso de los ordenadores son solo el 12%. En IFA Berlín se ha hablado de “educar a los consumidores sobre las tareas específicas que puede realizar la IA”. ¿Qué verán más allá del espejo?
En realidad, desde el punto de vista del “contenido” de la innovación, el certamen europeo ha incidido en algo bastante contracultural en China: fomentar la autonomía del usuario, la vida libre, fuera de la red. Podría decirse que la modularidad es la forma de expresión de la libertad en el lenguaje de la ingeniería. Enorme interés, por ejemplo, por el concepto de minicentrales eléctricas. Han estado presentes en todo el certamen con casos destacados como el de la británica Anker y su SOLIX Power Dock, IFA Innovation Award 2025.
Kia y LG proponen en Spielraum un innovador concepto de vehículo con módulos para televisión, cocina y despacho, que permite combinar vida, trabajo y entretenimiento sobre ruedas. Para nómadas digitales y fauna por el estilo. Es fácil vincularlo a la apuesta de Miele por una línea de productos de cocina al aire libre, diseñados con un concepto también modular, personalizable, minimalista. Les ha dado el elocuente nombre de Dreams.

También busca reafirmar la autonomía del consumidor el SHIFTphone 8, surgido de Alemania, diseñado con un concepto, de nuevo, modular, para facilitar su reparación y que el usuario no dependa del fabricante. En el ámbito de la salud y el bienestar, el Pulsetto FIT venido de Lituania se presenta como un dispositivo portátil de estimulación del nervio vago (ENV) con el lema “Calma. Concentración. Sueño. A tu manera”.
Sigo a la startup alemana Neura Robotics casi desde su creación. En IFA Berlín se ha podido ver su 4NE1, que presenta como “el primer robot humanoide totalmente cognitivo de Europa”. Lo describe como la gran pieza de su «Neuraverse”, con el que arrancará “la era del iPhone en robótica”. El marketing manda, qué le vamos a hacer. Lo interesante es que tiene 55 grados de libertad, piel sensible al tacto y percepción de 360 grados. El asunto tiene muchos asteriscos, pero hay que seguir a Neura y, junto a ella, a la canadiense Realbotixy sus humanoides Serie M con 39 grados de libertad.

A medio camino entre la robótica y la industria del cuidado personal, la coreana Bodyfriend se ha ganado un IFA Innovation Award por su robot de atención médica Quantum AI Beauty Capsule, que ofrece masajes y cuidado de la piel mediante LED, todo en uno. Se puede interactuar con él por voz, y esa es la clave.
El habla se consolida como el gran mecanismo del futuro para conectar a las inteligencias humana y artificial. La lavadora con IA Bespoke de Samsung responde al usuario cuando se dirige a ella: «Oye Bixby (el asistente de voz del internet de las cosas de Samsung), abre la puerta de la lavadora». La voz es, quizás, junto al iris de nuestros ojos, el receptáculo más bello de la autonomía. La china SwitchBot se ha llevado un IFA Innovation Award por su oso de peluche robótico peludo AI Pet, que habla con la gente, muestra emociones y crece con los usuarios. ¿Otro acierto adivinatorio de Steven Spielberg?
En lo que se refiere a las áreas temáticas que podrían catalogarse como “sospechosos habituales”, LG ha sido premiada por su Signature OLED T, una pantalla de 70 pulgadas que tan pronto es transparente y muestra lo que se encuentra detrás, como se transforma en un OLED convencional. Para la china Rokid, otro galardón por sus Rokid Glasses, que acaban de ver la luz en Nueva York y combinan IA con realidad aumentada en tan solo 49 gramos.
NIQ, GFU e IFA Management, en fin, han unido fuerzas para decirnos por dónde van los tiros en la electrónica de consumo. Mucho interés en el autocuidado, punto uno. El 38% de los consumidores a nivel mundial considera que «verse bien» es un valor vital. Se dispara la venta de afeitadoras de cabeza muestra y de afeitadoras portátiles, especialmente en China: un 23% solo en el primer trimestre de 2025. Quién lo habría imaginado.
El segmento de cosméticos eléctricos sufre una caída del 43% debido a las nuevas exigencias regulatorias, no hay que perder a las normativas de vista, punto dos. Los fabricantes en el sector del bienestar y la belleza deberán combinar productos premium con otros más asequibles y apostar por la multifuncionalidad, con diseños intuitivos y elegantes que faciliten el uso sin esfuerzo. Y punto tres: de verdad, datos, datos, datos, sin ellos no hay IA, ni espacio para competir.
