Opinión Gustavo Entrala

De: El jefe. Asunto: Mañana no vengas

Por qué hay tantos despidos en Silicon Valley y qué nos dice esta crisis sobre el futuro de unos empleos que parecían intocables.

En Europa nos sigue pareciendo inhumano el modo de despedir de las empresas de Silicon Valley. Miren, si no, este tuit de hace unos días de un empleado de Twitter:

Martjin de Kuijper no es un empleado más. Hasta hace unas horas era uno de los máximos responsables de Producto de la compañía, a la que se unió después de venderles su startup.

En Europa, cuando nos deja de llegar correo de la empresa, llamamos al departamento de IT porque algo pasa. En Silicon Valley, si tu correo deja de funcionar, o tu tarjeta de entrada no te da acceso a la oficina, te echas a temblar. Allí no te permiten ni recoger tus cosas en una caja.

Esto pasaba antes que Elon Musk provocara encendidos titulares en los medios de todo el mundo en torno a las Navidades del pasado año, cuando decidió despedir a tres cuartas partes de los empleados de Twitter.

La realidad es que las mismas o parecidas técnicas han sido utilizadas en los últimos meses por todas las compañías de Silicon Valley.

En concreto, desde hace un año, han sido despedidas 281.314 personas que trabajaban para 1.470 empresas tecnológicas. ¿Que cómo lo sé con tanto detalle? Lo mide día a día una página web   creada por uno de los afectados. Ahí podemos ver que el goteo es continuo, y está lejos de terminar. Meta planea despedir a centenares de cargos intermedios de la compañía durante las próximas semanas.

¿Otra burbuja?

Yo también pensé en la crisis de las puntocom cuando aparecieron las primeras noticias sobre despidos en Silicon Valley.

Justamente en 2001, unos meses antes de aquél crash, visité junto a mi socio Carlos García-Hoz un buen número de tecnológicas de la primera ola. Estuvimos en Google cuando ocupaba un edificio de apartamentos enfrente de la Universidad de Stanford. Eran 200. Visité Yahoo!, entonces en pleno apogeo. Y un par de docenas más de startups en varias ciudades. Eran interesantes y prometedoras, pagaban sueldos increíbles, y parecía que regalaban las sillas Herman Miller Aeron.

A la vuelta de nuestro tour, empezamos a recibir mensajes de despedida de muchos de nuestros interlocutores. Aquella crisis se cebó con el 80 por ciento de las empresas punto com, que o desaparecieron o fueron adquiridas a precio de saldo.

En esta ocasión es diferente: las que más despiden no están en bancarrota. Las que más despiden son las que más beneficios acumulan.

Las cuatro compañías que más despidos han llevado a cabo son las siguientes:

  • Google ha eliminado 12.000 empleos (beneficio neto de 59.972 millones de dólares en 2022)
  • Meta ha eliminado 11.000 puestos de trabajo (beneficio neto de 23.200 millones de dólares en 2022)
  • Amazon elimina 10.000 posiciones (perdió 2.700 millones en 2022[1] )
  • Microsoft reduce su personal en 10.000 personas (beneficio de 72.000 millones en 2022)

Amazon asumió una pérdida extraordinaria de 11.500 millones de dólares por su inversión en el fabricante de coches eléctricos RIVIAN.

¿Cómo se explica esto?

En Europa aceptamos que una compañía despida si atraviesa un momento difícil. Pero nos escandaliza que se despida a miles de personas si esa compañía está ganando una fortuna a final de año.

En Estados Unidos se percibe de otra manera. Cuando entre los grandes inversores se extiende la percepción de que una compañía podría ser aún más rentable, no perdonan a su equipo directivo, y hacen caer el precio de la acción. Eso fue en parte lo que pasó con las Big Tech en 2022. Y a cada anuncio de despidos ha sucedido un alza del precio de las acciones. El dinero no tiene sentimientos. Un Presidente de una cotizada para la que trabajé hace años lo decía de un modo crudo: nos sobra un poco de grasa. Traducción: seguid despidiendo.

Hay una segunda razón que ayuda a interpretar lo que a priori parece un capricho de los malditos inversores.

Durante la pandemia, las grandes tecnológicas contrataron personas en una escala sin precedentes. Sólo Amazon contrató a más de medio millón entre 2020 y 2021, duplicando el tamaño de la plantilla. Google creció en un 30 por ciento. Microsoft amplió en más de 60.000 personas su equipo.

Nos dimos tal atracón de pantallas durante los confinamientos, que Silicon Valley pensó que el cambio sería permanente. Y como comenté en “La gran resaca digital”, el crecimiento es a veces un dopaje que hace que los CEOs pierdan se crean infalibles.

¿De qué perfiles se desprenden las Big Tech?

Conozco a gente que está asustada. Escriben código para estas compañías y piensan que van a perder su empleo. Pero no es así. En esta oleada de despidos, la mayor parte de los puestos que se eliminan son perfiles de gestión.

Un buen número son recruiters, personas cuya misión era encontrar nuevo talento. También se han eliminado puestos en Marketing, Ventas y Soporte a clientes. Abundan quienes tenían un cargo de manager. Estos cargos intermedios que ni hacen producto ni venden producto, son los más prescindibles en este momento.

Por cierto, una amiga CEO, me hacía caer hace unos días: Tim Cook es el mejor líder de esta promoción de las Big Tech. ¿Su explicación? Apple es la única compañía que no ha anunciado despidos. ¿Por qué? Porque Cook no se dejó impresionar por el crecimiento en ventas durante la pandemia.

Quizá mi amiga tenga razón.