No todas las noticias que apuntan a este lado del mapa iban a ser malas ni todas las buenas iban a recaer sobre Bruselas. Nosotros también somos potencia europea. Puede que no en el sentido estricto de la palabra, pero eso ya son pormenores. Lo somos en el que bien podría ser deporte nacional: entrar en una tienda y salir con más bolsas que manos. En esto no nos gana nadie, y no lo digo por experiencia personal, es la lectura que se desprende del último informe publicado por Eurostat: en noviembre de 2022, el comercio español aumentó sus ventas un 3,6% con respecto al mismo mes del año anterior.

Lo que puede parece un dato sin importancia, merece ser contado. Y hasta disfrutado. Que se vienen malos tiempos para la economía española no es un secreto, pero que gracias a un quesito del Trivial conseguimos que otros países estén peor que nosotros, también. La moda española, como la Libertad guiando al pueblo. Incluso el informe va más allá y sitúa a este país muy por delante de todos los demás países vecinos. Por ejemplo, superamos en crecimiento a Polonia y Suecia, con un 2,6% y un 2,3%, respectivamente.

Un crecimiento que debemos a las grandes cadenas de moda dedicadas al retail, en concreto, son Inditex, Mango y Tendam las encargadas de vestir a España con sus mejores galas para lucir preciosa en el titular del día. Inditex ha crecido un 12% con respecto al año anterior [datos referidos al mes de noviembre] en ventas online y tienda física; Mango supera las ventas conseguidas en 2019, un año récord con 2.274 millones alcanzados; y Tendam cierra el año con 62,4 millones de euros más que los conseguidos entre marzo y agosto de 2022.

Es importante ganar en algo, pero la noticia cobra más relevancia cuando muchos países de Europa han salido de este informe con un suspenso y una palmadita en la espalda. Otra vez será, pero de momento no hay premio de consolación para todos los que están por debajo de la marca alcanzada por España, ni para los que han terminado el año en negativo: seis países han sido los premiados. Entre ellos, Francia, una de las economías más importante del continente, pero no en el sector de la moda, donde el retail ha registrado una caída del 1% en facturación.

Nada alarmante comparado con Luxemburgo, el último país de la fila y el protagonista de la caída más importante del año en la economía de este comercio, hasta un 2%. Porcentajes alarmantes que, se prevé, sigan su inercia. Es decir, el comercio seguirá perdiendo ventas en los que ahora experimentan un estado crítico y mejorándolas en los que ya lideran el mercado. Esto le da a España la medalla de oro en 2022 y, muy previsiblemente, en los años posteriores. No es magia, tampoco ciencia, son sumas. Lo dice Acotex, que ha compartido su informe sobre las ventas del retail español: han incrementado un 8,3% con respecto al mismo mes del año anterior. Un incremento que acumula un 13,8 y deja al resto de países muy lejos de igualar la marca.

Y todavía queda contabilizar lo acumulado en tiempo de Rebajas, el período en el que más deporte hacemos: como siempre, más bolsas que manos.