El 14 de marzo de 2020, cambia definitivamente nuestras biografías. El Real Decreto 463/2020 declara el estado de alarma para la gestión de la situación de crisis sanitaria ocasionada por el covid 19.
En el artículo 10 se establecen las “Medidas de contención en el ámbito de la actividad comercial, equipamientos culturales, establecimientos y actividades recreativos, actividades de hostelería y restauración, y otras adicionales”.
En ese artículo se decreta la suspensión de la apertura al público de gran parte de los locales y establecimientos minoristas, a excepción de supermercados, farmacias, gasolineras, ópticas, peluquerías, comercio por internet, telefónico o correspondencia, tintorerías y lavanderías… Cientos de miles de tiendas, hoteles, concesionarios de coches, ferreterías, gimnasios, restaurantes, bares, agencias de viajes… En definitiva, la mayoría del retail español tuvo que cerrar.
El comercio minorista, o retail, no es lo que arguyen los decretos o los datos oficiales, es algo mucho más amplio: retail son todos aquellos productos y servicios que se venden o alquilan a un cliente final. Por tanto, gran parte de la población española trabaja dentro de la industria del retail, atendiendo a personas. El retail es de largo, la industria que más empleos genera en este país.
De pronto, gran parte de la población española fue confinada. Pero cientos de miles de personas, seguramente más de un millón, acudieron disciplinadamente a sus puestos de trabajo. Si acudes a los informes sobre absentismo laboral desde marzo del 2020 hasta hoy, observarás que realmente en estos sectores que integran la industria del retail no se disparó el absentismo: la tasa de absentismo laboral en 2019 del Comercio al por menor era del 5,1%, según el Informe trimestral sobre absentismo laboral de Randstad Research de junio de 2020. En el informe de marzo de 2021, la tasa se situaba en el 5,2%. La gente acudió a sus puestos de trabajo de una forma heroica. Y es así como hay que definir su actitud.
Cientos de miles de conciudadanos acudieron a sus lugares de trabajo, supermercados, tiendas de barrio, grandes, pequeñas, para que pudiéramos llenar nuestras neveras, tener las medicinas que precisamos o para conseguir los alimentos de nuestras mascotas. Esos cientos de miles de españoles, se enfrentaron con una dignidad insuperable, no solo contra una amenaza invisible que estaba matando a muchas personas. Y no sólo eso, sino que tuvieron que afrontar diligentemente nuestro pánico, nuestras avalanchas para surtirnos de papel higiénico, latas, alcohol. Y ahí estuvieron, heroicamente. Y no sólo eso, tuvieron también que encarar la Regulación Temporal de Empleo más drástica de la historia. Cientos y cientos de miles de trabajadores (muchos de ellos autónomos) se acogieron a ERTE. La gente acudía a trabajar con un contador de muertos en el telediario. Y aun así no hubo una deserción masiva, antes al contrario, aguantaron nuestras impertinencias, aguantaron el ninguneo de las instituciones y aguantaron el miedo.
Estos héroes no solo abrieron sus tiendas, locales comerciales, para que nosotros y nosotras tuviéramos una vida más digna en medio del pánico, sino que además, todos las tardes salieron al balcón a aplaudir a otros héroes, que sin duda lo merecían, como eran enfermeros, médicos, etc. Pero a ellos nadie, y mucho menos las instituciones les aplaudieron. Para más ignominia, ni siquiera las grandes asociaciones se dignaron en rendirles un homenaje. La primera asociación que realizó un homenaje grupalmente a todos estos héroes de tantos sectores que vertebran la industria del retail, la que genera más empleo directo a este país, fue la asociación que tengo el honor de haber fundado y que presido actualmente. El 4 de junio, realizamos un evento homenaje en Madrid, donde muchas empresas socias enviaron a un empleado suyo de tiendas, que representara a todos y todas sus compañeras. Acudieron héroes de empresas como la Fnac, ILUNION, Orange España, Alcampo, CARMILA, DHL, Interflora, Galp, Prosegur Cash, Papa Johns España, Telefónica, Truck One, Vodafone, MediaMarkt Iberia, Phone House España, IskayPet (Tiendanimal, Kiwoko, Kivet, Clinicanimal, Vetsum), Clínicas Dorsia , CaixaBank, Norauto España, Grupo Hefame, o AFFLELOU Grupo.
A día de hoy, el Ministerio de Comercio, Turismo e Industria, y otras muchas instituciones de todos los colores políticos, no han rendido el homenaje que se merecen todos estos cientos de miles de héroes que acudían con un valor inédito a sus puestos de trabajo, que nadie les aplaudió, y nos dieron una lección de dignidad que les falta a nuestra clase política y a algunas asociaciones.
El retail español básicamente lo configuran pequeñas y medianas empresas, y autónomos. Gente trabajadora, humilde y valiente. Cientos de miles de esos seres trabajadores, humildes y valientes, deberían pasar a los libros de la historia y desgraciadamente no pasarán.
Espero que algún día, este país les rinda el homenaje que realmente se merecen.
Pero si no sucede, deben estar orgullosos, ellos y ellas, y sus familias, y sus seres queridos de todo lo que han hecho por este país, y por esta sociedad. Muchas gracias por cuidarnos. Un grandísimo aplauso.