Felipe de Edimburgo, el marido de la reina Isabel II de Inglaterra ha fallecido a los 99 años, según ha informado el propio Palacio de Buckingham.
“Su majestad la reina ha anunciado con profundo dolor el fallecimiento de su querido esposo, su alteza real el príncipe Felipe, duque de Edimburgo. Su alteza real ha fallecido en paz esta mañana en el Castillo de Windsor”, se puede leer en el comunicado.
Ver esta publicación en Instagram
No tendrá funeral de Estado
En Inglaterra las banderas ya ondean a media asta y a partir del anuncio de su muerte se inicia un período de duelo nacional que durará hasta el funeral, tal y como informa el diario ABC.
A pesar de tener derecho a un funeral de Estado, por ser esposo de la Soberana, el duque renunció a él. En su lugar, se hará uno privado al estilo militar en la Capilla de San Jorge.
Será enterrado en Frogmore Gardens donde están los restos de la reina Victoria y el príncipe Alberto.
El consorte más longevo de Europa
Nacido en la isla griega de Corfú en 1921 –este año habría cumplido 100 años– como Felipe de Grecia y Dinamarca, llevaba casado con la reina de Inglaterra 73 años.
La crisis política en Grecia durante principios de los años 20 llevó a su tío, el rey Constantino, a abdicar en septiembre de 1922 ante las presiones republicanas que le reprochaban sus inclinaciones germanas.
Cuando un tribunal revolucionario sentenció a muerte a su padre, el futuro duque de Edimburgo fue evacuado por su familia. Por aquel entonces con tenía 18 meses de edad y lo metieron dentro de una caja de naranjas.
La Segunda Guerra Mundial se encontró a un Felipe ya convertido en cadete militar en el Colegio Real de la Marina Británica en Dartmouth, en el inicio de un periodo de instrucción que le llevó a ostentar en julio de 1943 el cargo de segundo al mando del destructor HMS Wallace durante el desembarco aliado en Sicilia.
Siempre en segundo plano
Felipe renunció a su título cuando contrajo matrimonio con la entonces princesa Isabel el 20 de noviembre de 1947 en la abadía de Westminster. Con esta renuncia, ya como ciudadano británico y convertido al anglicanismo, fue nombrado duque de Edimburgo, conde de Merioneth y barón de Greenwich.
La muerte del rey Jorge VI en 1952 supuso el comienzo del reinado de Isabel II de Inglaterra. También para Felipe, que daba comienzo a siete décadas como oficioso monarca consorte. Un título que nunca asumió en su integridad y que deseó traducir en una vida dedicada a la comunicación pública con un cariz de modernidad: abolió la práctica de los bailes de debutantes y extendió las invitaciones al Palacio Real a gente de toda condición.
En 2017 puso fin a sus compromisos oficiales, tras haber tomado la decisión de retirarse de la vida pública en mayo de ese mismo año.
Polémicas
Al duque de Edimburgo se le atribuyen más de 20.000 actos oficiales, entre ellos 250 visitas al extranjero. Esto llevó al propio Felipe a describirse como “el descubridor de placas más experimentado del mundo”, haciendo gala de un humor que le generó más de un dolor de cabeza.
“Soy un experto a la hora de hablar antes de pensar“, declaró Felipe en su momento tras recordar episodios como la vez que bromeó en 2002 con una mujer ciega que llevaba un perro guía. “También hay perros que comen por las anoréxicas”, declaró ante ella.
Dado el específico interés de los medios en sus resbalones, el duque de Edimburgo nunca mantuvo con ellos una cómoda relación. Haciendo gala de otra de sus características como orador, su franqueza, llegó a calificarles de “malditos reptiles”.
Esta actitud provocó tensiones de carácter entre el duque de Edimburgo y miembros de su familia como con su hijo mayor. El príncipe Carlos de Inglaterra denunció en 1994 que su padre le había intimidado para que se casara con Lady Di.
El matrimonio se divorció en 1996. Más tarde Felipe se vio obligado a desmentir en público que hubiera enviado insultos por carta a Diana en el momento de su ruptura.
Operado del corazón a los 99 años
El duque de Edimburgo fue ingresado varias veces en el hospital durante la última década. En 2011 por una arteria bloqueada, en 2012 por una infección de vejiga y en 2013 por una exploración abdominal. Se sometió a una operación de cadera en 2018 y pasó varios días en por una “enfermedad preexistente” en las navidades de 2019.
A mediados de febrero de 2021, el duque de Edimburgo ingresaba en el hospital debido a una indisposición de la que no trascendieron detalles a la prensa.
En marzo, la casa real británica informó de que el marido de Isabel II había sido sometido a una operación de corazón y, tras 28 días ingresado, recibió el alta.
¿Reencuentro con Harry y Meghan?
Es imposible no pensar en un posible reencuentro entre la familia real y los duques de Sussex, que decidieron dar un paso atrás en sus obligaciones con la monarquía.
Ya se especuló con una posible vuelta del príncipe Harry a Inglaterra en febrero, cuando el duque fue ingresado. Finalmente, debido a su recuperación no se produjo ningún viaje.
Claro que esto ocurrió antes de la polémica entrevista que el matrimonio concedió a Oprah Winfrey, en la cual criticaban duramente a los Windsor. No obstante, la familia es la familia y siempre se ha dicho que el hijo pequeño de Lady Di es el nieto favorito de la reina Isabel II.