Nombramientos

Thomas Glanzmann, nuevo presidente ejecutivo de Grifols tras dimitir Mayer por motivos de salud

El consejo de administración de Grifols ha aceptado la dimisión del hasta ahora presidente ejecutivo de la empresa, Steven F. Mayer, por motivos de salud y personales, y ha nombrado en el puesto a Thomas Glanzmann, según ha comunicado a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) este martes.

Mayer fue nombrado el pasado 30 de septiembre con el objetivo de
acelerar la ejecución del plan estratégico de la compañía, y Grifols ha asegurado que el nombramiento de Glanzmann «refuerza este compromiso de continuar ejecutando la estrategia de largo plazo de la compañía».

Glanzmann es consejero de la empresa desde 2006 y vicepresidente del consejo de administración desde enero de 2017, y cuenta con una extensa carrera profesional vinculada a la industria del plasma, habiendo ocupado, entre otros cargos, la presidencia de Baxter Bioscience y de European Biotech Group, o ejercido de consejero delegado de Immuno International.

Miembros del consejo de administración han apuntado que el nombramiento de Glanzmann será clave «para implementar las acciones necesarias que permitan asegurar el crecimiento futuro».

Raimon Grífols Roura ha sido nombrado Vicepresidente del Consejo de Administración de Grifols como sucesor de Thomas Glanzmann, responsabilidad que combinará con sus actuales funciones como Consejero Delegado Solidario.

El consejo ha aprobado también el nombramiento de James Costos
como miembro y Presidente de la Comisión de Sostenibilidad en sustitución de Thomas Glanzmann y su cese como miembro y Presidente de la Comisión de Nombramientos y Retribuciones, en la que será sustituido por Carina Szpilka, que combinará con sus actuales responsabilidades como Consejera Coordinadora Independiente y miembro de la Comisión de Auditoría.

400 MILLONES

Grifols anunció la semana pasada un plan de mejoras operativas con el que prevé un ahorro de costes de 400 millones de euros al año a partir de 2024 y que incluye una reducción del 8% de la plantilla, con despidos mayoritariamente en Estados Unidos, aunque un centenar serán en España.

En concreto, contempla el despido de 2.000 empleados en la plantilla del negocio de plasma en Estados Unidos y otros 300 en funciones corporativas –entre los que se encuentran los aproximadamente 100 de España–.

El plan se centra en tres áreas principales: optimización de costes y operaciones de plasma, racionalización de funciones corporativas y otras mejoras de la eficiencia en la organización, y está previsto que se inicie en el primer trimestre de este año.

La empresa prevé que la mayor parte de las medidas se hayan implementado antes del último trimestre de este año y espera un impacto de 100 millones de euros de ahorro en la cuenta de resultados de 2023; mientras que el resto se verá reflejado en los resultados de 2024.

La empresa tiene el objetivo de reducir el coste por litro a través del impulso en la digitalización, «optimizar la compensación a los donantes», cerrar centros de donación poco eficientes –ya se han clausurado 18– y una reducción de los controles.