Imagínese bloques de hielo flotando mientras se encuentra cara a cara con una imponente pared glaciar teñida de azul… U observando la alocada trayectoria de vuelo de un frailecillo, antes de divisar el distintivo bulto blanco de una beluga rompiendo el agua.

Desde los prístinos paisajes polares y la resistente fauna ártica hasta las históricas cabañas de madera de tramperos que demuestran la resistencia de la humanidad, Svalbard es, con razón, un destino de ensueño para muchos viajeros curiosos.

Dada su remota ubicación y las limitadas opciones de transporte una vez que se llega a los asentamientos remotos, un crucero es una de las mejores opciones para ver esta parte única del mundo.

Crucero en un ecosistema delicado

Antes de nada, es importante abordar el gran debate que se está produciendo en estos momentos sobre el futuro de las visitas de cruceros a Svalbard.

Aunque el turismo es cada vez más importante para este remoto asentamiento, muchos lugareños de Longyearbyen se sienten frustrados por el creciente tamaño de los cruceros que llegan a la ciudad, algunos de los cuales transportan más pasajeros que la población local.

La próxima legislación medioambiental podría restringir las escalas de cruceros más grandes en Longyearbyen. Ya se les prohíbe navegar en aguas protegidas de otras partes de Svalbard.

El aeropuerto ha implantado un límite de vuelos este año, lo que puede complicar las cosas a quienes esperan viajar directamente a Longyearbyen para embarcar en un buque de expedición más pequeño.

También hay una preocupación creciente entre los médicos. Aunque existe un pequeño hospital en Longyearbyen, nunca fue diseñado para atender las necesidades del nivel actual de visitantes no residentes. La prensa local ha informado de que algunos residentes locales han visto aplazadas sus citas debido a la gran demanda.

El sabor de Svalbard

En general, hay dos opciones para hacer un crucero a Svalbard. Una es unirse a un itinerario de una línea de cruceros más grande que haga escala en Longyearbyen, posiblemente incluyendo algún crucero panorámico, antes de que el barco se dirija a Noruega, Islandia, las Islas Feroe o posiblemente Groenlandia.

Este tipo de itinerarios le permitirán tachar Svalbard de su lista de destinos favoritos, pero no le ofrecerán mucho más que una degustación. Un día en Longyearbyen es suficiente para conocer el remoto asentamiento, pero es posible que desee más tiempo para explorar el paisaje polar y la vida salvaje en otros lugares del vasto archipiélago.

El lado positivo es que estos cruceros son, con diferencia, la opción más económica y suelen zarpar de los principales puertos europeos de Alemania, los Países Bajos o el Reino Unido.

También ofrecerán el entretenimiento y las instalaciones típicas de los cruceros, como espectáculos nocturnos, música en directo, tratamientos de spa y clubes infantiles, por lo que pueden ser preferibles para las familias.

Cruceros de expedición en Svalbard

Para hacer algo más que arañar la superficie de Svalbard, necesitará unirse a un crucero de expedición. Estos itinerarios dedican mucho más tiempo a explorar los fiordos y glaciares, ofreciendo una experiencia más inmersiva e íntima de Svalbard.

A diferencia de los grandes cruceros que navegan por cualquier parte del mundo, los buques de expedición están diseñados específicamente para navegar por las desafiantes aguas polares, ofreciendo a los pasajeros un acceso sin igual a algunos de los lugares más vírgenes e impresionantes de la región.

Algunos barcos más pequeños realizan incluso una circunnavegación completa de la isla de Spitsbergen, si la cantidad de hielo marino lo permite. Esto aumenta drásticamente las probabilidades de ver al esquivo oso polar, entre otras muchas especies que se encuentran en el ecosistema polar.

Mientras que los barcos más grandes suelen tener conferenciantes invitados a bordo, los cruceros de expedición suelen contar con un equipo de expedición experimentado a bordo, que puede incluir biólogos marinos, expertos en vida salvaje, geólogos y guías locales.

Existe una gran variedad en el mercado de los cruceros de expedición, desde los buques de lujo hasta los rompehielos más pequeños y especializados.

Muchos ofrecerán recorridos en pequeñas embarcaciones neumáticas que permiten a los pasajeros acercarse aún más a los frentes glaciares o incluso desembarcar en zonas remotas del archipiélago que pocos seres humanos han pisado jamás.

Qué esperar en Longyearbyen

Casi todos los cruceros por Svalbard parten o hacen escala en Longyearbyen, el centro administrativo de Svalbard y su mayor asentamiento. Como descubrirá rápidamente, Longyearbyen no es como la mayoría de los puertos de cruceros.

Es un mundo que difumina la línea entre la agreste naturaleza del Ártico y la moderna vida noruega. Pintadas en tonos vibrantes, las casas de Longyearbyen contrastan fuertemente con la nieve blanca y descarnada o la roca desnuda de las imponentes montañas que se encuentran justo detrás.

A pesar de su pequeño tamaño, Longyearbyen tiene mucho que ofrecer. El Museo de Svalbard ofrece una visión completa de la historia del archipiélago, desde sus primeras exploraciones hasta la época de la minería del carbón, y de la rica biodiversidad que tiene como hogar esta región polar.

También hay un interesante museo de exploración polar, mientras que la variedad de tiendas de material para actividades al aire libre y de recuerdos –algunas con obras de fotógrafos y artistas locales– seguro que le sorprenderán.

Turismo de cruceros responsable en Svalbard

Dadas las preocupaciones medioambientales y el impacto en la infraestructura local mencionados anteriormente, es crucial que los visitantes de cruceros en Svalbard sean conscientes de su impacto en este frágil ecosistema.

Durante su crucero, respete siempre las directrices proporcionadas por su líder de expedición, incluyendo mantener una distancia segura de la vida salvaje y asegurarse de no dejar basura. El equilibrio ecológico de la región es delicado e incluso un pequeño cambio puede tener implicaciones significativas.

Los viajeros también deberían considerar la posibilidad de apoyar a las empresas locales y las iniciativas impulsadas por la comunidad en Longyearbyen. Al hacerlo, no sólo disfrutará de una experiencia más auténtica, sino que también contribuirá al crecimiento sostenible de esta comunidad ártica única.