Diego Armando Maradona murió el 25 de noviembre de 2020. Pero, casi seis meses después de su fallecimiento, el legendario jugador sigue dando mucho que hablar.
Si primero fue el reparto de su herencia –situación que sigue generando polémicas– ahora es lo relativo al uso de la explotación comercial de su nombre.
Las hijas de Maradona –Giannina y Dalma– han abierto una causa contra el que fuera abogado de su padre, Matías Morla. Le acusan de haber comenzado un proceso de registros de propiedad intelectual en Argentina y otros países con el objetivo de lucrarse a través de la imagen del fallecido jugador.
En el escrito, Giannina y Dalma, solicitaron a la Justicia que impida operar a Sattvica, la empresa de Morla por considerar que se trata de una manera de «apropiarse de todas las marcas” del jugador.
Tal y como informa La Nación, argumentaron que la cesión de derechos se había hecho de forma fraudulenta y que la marca Maradona es “de exclusiva propiedad y titularidad” de su padre y que, por tanto, corresponde a “sus herederos legítimos”.
Sattvica, que fue creada en 2015 por Morla y su cuñado, ha presentado «un total de 147 solicitudes de registros de marcas relacionadas con Maradona (nombre, pseudónimos e imagen) ante el Instituto Nacional de Propiedad Intelectual (INPI)», y en distintos países europeos, latinoamericanos y Estados Unidos.
El fiscal encargado del caso, Carlos Donoso Castex, resolvió «ampliar la orden de prohibición de innovar y contratar» todas las solicitudes de marcas. «Diego Armando Maradona, “Diego Maradona”, «Diego», «Diegol», «La Mano de Dios», «El 10» y demás nombres o imágenes que hagan referencia al excampeón del mundo tanto por la empresa del abogado como por la familia hasta que se resuelvan las causas pendientes en Argentina y en cualquier país del mundo.
Problemas con el reparto de la herencia
Un conflicto que se une al reparto de la herencia de “El Diez”, que también ha acarreado muchas batallas judiciales.
Al momento de su muerte, se estima que la fortuna de Maradona superaría los 10 millones de dólares. Una cantidad más que reseñable por la que sus herederos se llevan peleando desde noviembre.
En vida, el exfutbolista reconoció a cinco hijos, pero son dos las «oficiales»: Dalma Nerea y Gianinna Dinorah, nacidas en 1987 y 1989 del matrimonio de Maradona con Claudia Villafañe.
En 2016, reconoció a Diego Sinagra, más conocido como Diego Maradona Jr., nacido en Nápoles hace 32 años de una relación con la italiana Cristina Sinagra. Dos años antes, a Jana, nacida en 1996 de otra pareja italiana, Valeria Sabalain. En 2013, Diego Fernando, hijo de Verónica Ojeda, a quien abandonó embarazada por la que fue su última relación estable, Rocío Oliva.
Todos ellos han llegado a un acuerdo para ser los herederos universales. Además, han designado a un administrador hasta que se sustancie la sucesión, que quedará abierta debido a los juicios de filiación que continúan pendientes de resolución, según recogían medios argentinos a finales de 2020.
No obstante, a los herederos universales hay que sumarles los descendientes que Maradona no reconoció en vida.
La ley argentina asegura para los hijos dos tercios de los bienes del fallecido. Esto implica que el tercio restante puede ser repartido en testamento o donado en vida. Todo apunta a que todavía queda mucho por resolver en torno a la figura de Diego Armando Maradona.