La familia propietaria del imperio Samsung se enfrenta a una de las mayores facturas del impuesto de sucesiones de la historia del mundo.
Cuando Lee Kun-hee falleció, en octubre de 2020, ostentaba el puesto del ciudadano más rico de Corea del Sur. Un privilegio que no ha beneficiado a sus descendientes, que ahora tienen que pagar los impuestos que lleva aparejado heredar semejante imperio. Su patrimonio neto de 20.000 millones de dólares en el momento de su muerte se componía en gran parte de acciones de Samsung, una colección de arte y una vasta cartera inmobiliaria.
En Corea del Sur, si la herencia supera los 2,5 millones de dólares el gravamen a pagar por los bienes heredados es del 50% del valor, y puede elevarse a un 65% si en el patrimonio hay acciones y según la relación de los herederos. Con esta ley, la factura a pagar por la herencia del rey de Samsung asciende a 10.600 millones de dólares, unos 9.000 millones de euros. Una cantidad tres veces mayor a lo que Corea del Sur recaudó en 2020 en concepto de impuestos sobre el patrimonio, según cita el portal Celebrity Net Worth.
¿Una idea viable para pagar parte de la factura? Liquidar la colección de arte de la familia.
Pero no es tan fácil. Según estipula una ley surcoreana, algunas de las obras del país no se pueden vender al estar consideradas tesoros nacionales. De esta forma, la familia solo podría deshacerse de las pinturas extranjeras.
Una colección valorada en 2.700 millones de dólares
La familia Lee ha ido creando su colección de arte a lo largo de varias décadas. Su origen se remonta al padre de Lee Kun-hee, Lee Byung-chull, fundador de Samsung.
Cuando se hizo rico, Lee Byung-chull empezó a coleccionar un gran número de obras de arte coreanas antiguas. En la década de 1980, Byung-chull donó su colección a un museo que lleva su nombre.
Lee Kun-hee creó el museo Leeum para mostrar su muestra que incluía, entre otras, Sin título (Figura negra) de Jean-Michel Basquiat y Dos velas de Gerhard Richter.
En la actualidad, la colección privada de arte de la familia Lee contiene más de 20.000 obras de artistas como Andy Warhol, Salvador Dalí y el artista surcoreano Park Soo-keun. También poseen el cuadro Dora Maar de Pablo Picasso y uno de los nenúfares de Claude Monet.
El valor estimado de toda la colección es de 2.700 millones de dólares. No llega a los 10.000 millones de dólares, pero es suficiente para hacer frente a parte de la factura fiscal.
Una vez presentado y aprobado un plan de pagos, la familia Lee tendrá cinco años para pagar el impuesto de sucesiones.