Por desgracia, la poca habilidad de escucha puede significar perder una gran cantidad de buena información, lo que puede afectar negativamente a las relaciones o incluso obstaculizar las posibilidades de obtener ascensos en el trabajo, sobre todo cuando no prestas atención a lo que el jefe está diciendo.

Cuando se practica la buena capacidad de escucha, los resultados pueden ser sorprendentes. De hecho, las habilidades de escucha / comunicación son las más frecuentemente citadas. La dificultad es que la escucha debe ser practicada.

En esta era de la tecnología y estar hiperconectados, volver a la básica práctica de escucha es algo que realmente puede ayudar a destacar entre tus compañeros. Por eso hay que tener en cuenta unos rápidos consejos:

Centra toda tu atención. Esto significa no interrumpir al orador y no distraerse por otras actividades, tales como echar un vistazo a tu reloj o teléfono.

Proporcionar retroalimentación no verbal. Asentir con la cabeza, negar, levantar las cejas… son algunas de las acciones que podemos utilizar. Estar físicamente involucrado en la conversación te ayudará a mejorar la capacidad de escucha.

Escuchar para comprender, no para responder. Deja de pensar en cómo vas a responder a la persona que habla. En su lugar, céntrate en el contenido de lo que está diciendo.

Preguntas aclaratorias. Haz preguntas sobre lo que estás escuchando para asegurarte de que entiendes.

Con tantos beneficios que aporta el escuchar a los demás, ¿no es hora de trabajar para mejorar esta habilidad?