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Cómo meter el pie en Silicon Valley si no tienes ni idea de por dónde empezar

Cómo meter el pie en Silicon Valley si no tienes ni idea de por dónde empezar

Quien diga que no mienta: Silicon Valley es, ahora mismo, el centro del mundo en lo que a innovación, tecnología y emprendimiento se refiere. Es el lugar donde todo el mundo quiere estar. Tan atractivo como intimidante, es normal que tengas claro que es tu meta pese a no tener ni la más remota idea de por dónde empezar. Para ti, nuestro desorientado amigo, es la siguiente fotogalería.

Cómo meter el pie en Silicon Valley si no tienes ni idea de por dónde empezar

1. Lo primero es lo primero: crea una red de contactos
No compres el billete de autobús/avión/tren que te lleve al Valle del Silicio si durante los meses previos no te has preocupado de tejer una tupida red de contactos. Exprime al máximo los medios que brinda la propia tecnología, especialmente LinkedIn, para contactar con otros emprendedores que ya gocen de una situación sólida en la meca de las startups y que compartan tus inquietudes.

Cómo meter el pie en Silicon Valley si no tienes ni idea de por dónde empezar

2. Ten un punto de vista sólido
En Silicon Valley no triunfa cualquiera. Como mediocres dispuestos a vender su alma al diablo para hacerse un hueco hay muchos, trata de diferenciarte de ellos. Y para eso la mejor vía es contar con un punto de vista consistente y bien fundamentado: demuestra personalidad e inteligencia.

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3. Identifica a los tipos que podrían ser tu catapulta al éxito
Tener muchos contactos es positivo, pero tener uno muy, muy bueno es aún mejor. Conocer a la persona adecuada es el más fiable pasaporte hacia el éxito por su efecto amplificador.

Cómo meter el pie en Silicon Valley si no tienes ni idea de por dónde empezar

4. No te acerques a la gente por dinero; hazlo para obtener su consejo.
En Silicon Valley se suele decir que “si pides dinero, obtendrás consejos; si pides consejos, obtendrás dinero”. Y es cierto. No tengas miedo de hablar con todo el mundo, presentarles tus inquietudes y dudas y mostrarte humilde y con ganas de aprender.

Cómo meter el pie en Silicon Valley si no tienes ni idea de por dónde empezar

5. Habla con toda la gente que puedas, y sé la persona con quien todos quieren hablar
Tómate cada conversación como una oportunidad para venderte a ti mismo y tu idea. No solo se trata de aprender, sino también de enseñar e interesar a los demás.

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6. Sigue tus pasiones y trata de ayudar a toda la buena gente con la que te cruces
Si tienes un proyecto claro, mantente fiel a él, pero si andas algo perdido, déjate guiar por tu intuición y tus intereses, y asegúrate de fraguarte una buena reputación. Esto último requiere diligencia, escuchar más que hablar, cumplir lo que se dice y promete, y, por supuesto, tiempo.

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7. Intégrate en la comunidad
Y esto no solo significa apuntarse a todos las charlas, conferencias y eventos de networking que puedas, sino también desayunar donde desayunan el resto de emprendedores, tomar café donde ellos lo toman y convertirse, en otras palabras, en un elemento más del escenario.

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8. Busca a un inversor interesado en tu sector
No olvides que, aunque los contactos son vitales en este mundo, el fin último de todos tus esfuerzos en networking tienen como fin último dar con la persona que pondrá el dinero necesario para poner en marcha tu idea. Céntrate en aquellos inversores que hayan mostrado un especial interés en el sector en el que te mueves.

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9. No infravalores el poder de la serendipia
El término es una adaptación del inglés serendipity, y se refiere al fenómeno de hallar algo valioso de forma accidental o casual. Nunca le quites importancia a este concepto: aunque pueda parecerte increíble, una conversación con un extraño en el tranvía puede terminar siendo el impulso definitivo a tu proyecto. Así es la vida. Y si no tienes los ojos bien abiertos y careces de la visión suficiente de anticipar la importancia de esas pequeñas oportunidades, tu tren pasará.

Cómo meter el pie en Silicon Valley si no tienes ni idea de por dónde empezar

10. Nunca pierdas de vista tu objetivo
Claro que los inversores son importantes, y los contactos, y también las casualidades. Pero no olvides que lo más importante de todo es tu idea. Es lo que te ha llevado hasta allí, por lo que merece que la cuides y nunca la pierdas de vista entre todas las frivolidades y convencionalismos que este mundo lleva asociados irremediablemente.

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