Los récords taquilleros de todos los tiempos están atrapados en una espiral de universos fantásticos. En concreto, en el multiverso de Marvel, en la galaxia de Star Wars e incluso en la jungla sangrienta de Jurassic World. Sin embargo, hay un planeta que se ha convertido en el innegable elegido para sustentar la batuta del poder taquillero, y ese es Pandora. Para quien esté un poco perdido y no esté muy introducido en este lore de indígenas azules que parece que juegan al baloncesto, nos estamos refiriendo a Avatar (2009), la película del director James Cameron que ocupa el primer puesto con un total de 2.923 millones de dólares de recaudación total. Una astronómica cifra seguida muy cerca por Avengers: Endgame (2019), con una recaudación que supera los 2.700 millones de dólares y la ansiada segunda entrega de lucha continua entre seres humanos y alienígenas Avatar: El sentido del agua (2022) con 2.320 millones de dólares. El pasado viernes 19 de diciembre se estrenó la tercera cinta de la saga, ¿ocupará una posición cercana a sus precuelas?
El director, conocido por ser un experto en crear blockbusters, nos brinda Avatar: Fuego y ceniza como un regalo navideño, esperando seguir con su racha de ser uno de los directores más taquilleros de la historia. Esta entrega ha contado con unos 400 millones de presupuesto, por lo que ya se estrena con una gran motivación para estar a la altura de las expectativas y ser rentable en una industria a la que cada vez acude menos gente a las salas, pero en cambio, se ha vuelto mucho más cara su producción.
Además, a estos 400 millones de presupuesto hay que añadir otros 150 millones destinados a publicidad, promoción y marketing. Por lo que, en conclusión, para que Avatar: Fuego y ceniza resulte realmente rentable para Disney, tiene que recaudar en taquilla más del doble de esa inversión conjunta. En términos prácticos, el umbral de rentabilidad se sitúa en torno a los 1.100 millones de dólares. Pero, todavía no hemos acabado. A esta cifra habría que sumar, asimismo, los ingresos posteriores derivados del alquiler y la compra digital, así como su explotación en Disney Plus y el impacto de la gestión publicitaria dentro de la plataforma. Es decir, lo recomendable es que alcance una cifra total parecida a las de sus predecesoras. ¿Será posible?
Los críticos no están muy seguros. Para empezar, Avatar cuenta con un 81% de puntuación en Rotten Tomatoes y su secuela con un 76%, sin embargo, Avatar 3 solo ha conseguido un 69% de nota. Puede ser que no signifique nada, pero si comparamos los números, la recaudación de la saga suele ir bastante acorde con las bajadas de audiencia. No obstante, no hay que dar nada por seguro y creer en la magia de los Na’vi para volver a dar un golpe de altura taquillero.
Cameron, el titán de la taquilla
Con un patrimonio de 1.100 millones de dólares, James Cameron no solo acumula experiencia, sino también una capacidad única para cumplir sus promesas, que a menudo se traducen en éxitos taquilleros monumentales. Desde las aguas turquesas de Pandora en Avatar, nos trasladamos al gélido océano Atlántico con Titanic (1997), considerada la cuarta película más taquillera de todos los tiempos, con una recaudación global de 2.264 millones de dólares. Además, sus franquicias de ciencia ficción, Terminator y Alien, han dejado su huella en la taquilla: la primera ha generado alrededor de 1.900 millones, mientras que la segunda ha acumulado aproximadamente 1.600 millones de dólares.
Asimismo, Cameron está acostumbrado a transformar su ilusión y expectativas en representaciones monetarias, como en los enormes presupuestos que asume de primera mano. Avatar contó con un presupuesto de producción aproximado de 237 millones de dólares, mientras que Avatar: El sentido del agua elevó su inversión a entre 350 y 400 millones, debido al desarrollo de nuevas tecnologías, efectos visuales avanzados y un rodaje prolongado. Incluso Titanic, estrenada a finales del siglo XX, superó los 200 millones de dólares. Un riesgo que, en manos de Cameron, parece altamente rentable.
Fuego y ceniza
En la tercera entrega de Avatar, la historia se centra en la familia de Jake y Neytiri, que lucha por superar el dolor tras la muerte de su hijo Neteyam. Mientras intentan encontrar su lugar en un Pandora cada vez más conflictivo, se enfrentan a una nueva y agresiva tribu Na’vi, conocida como el Pueblo Ceniza, liderada por la intensa y combativa Varang. Una narrativa que sigue las huellas y patrones de sus predecesoras, pero que seguro que sorprenderá una vez más con las maravillas de Pandora, sus efectos especiales y evoluciones de los personajes.
El reparto principal incluye a Sam Worthington como Jake Sully, Zoe Saldaña como Neytiri, y Sigourney Weaver, quien regresa interpretando a Kiri Sully, la hija adoptiva de la pareja. A ellos se suman Kate Winslet, Cliff Curtis y Giovanni Ribisi, junto con nuevos actores que interpretan a los miembros del Pueblo Ceniza, liderados por Varang, personaje interpretado por Oona Chaplin, cuya interpretación está siendo de lo más aplaudido por la crítica.
