La vida de los descendientes de Walt Disney no es, precisamente, un cuento de hadas. La batalla legal por el reparto de la herencia del dibujante ha saltado de generación en generación y ha salpicado a sus nietos, hijos de su hija Sharon Mae Disney. Los gemelos Bradford y Michelle, nacidos en 1970, se encuentran inmersos en una batalla legal por el reparto del legado de su madre, que falleció a causa de un cáncer de mama en 1993.
Cuando el magnate murió, en 1966, dejó una parte significativa de su fortuna a sus hijas, Diane Disney Miller y Sharon Mae Disney. Al morir ésta última, sus hijos tenían 23 años. Sharon estipuló en su testamento que se les otorgase a los gemelos una parte de su patrimonio al cumplir 35 años con la advertencia de que tres fiduciarios designados tendrían que encontrarlos mentalmente capaces para recibir los fondos en sus 35, 40 y 45 cumpleaños.
Una enfermedad inexistente
Sharon fue la encargada de nombrar a los fideicomisarios, entre los que se encontraban su marido, su hermana y un agente inmobiliario, que recibirían un millón de dólares al año hasta que sus hijos adquieran la herencia.
Cuando los gemelos cumplieron 35 años los fideicomisarios declararon que Bradford carecía de la capacidad mental necesaria para recibir el pago, alegando que tenía síndrome de Down, aunque una prueba de ADN lo desmintió. Su hermana Michelle, sin embargo, sí recibió su parte, a pesar de sus supuestos problemas con la droga y una aneurisma en 2009 que afectó a sus capacidades mentales.
Bradford Lund lleva luchando por su herencia de 200 millones de dólares (163 millones de euros) 15 años, asegurando que goza de plenas facultades para manejar sus finanzas. Al parecer hay intereses personales en que Bradford sea declarado incapacitado.
Por su parte, el afectado ha afirmado que David Cowan, el juez del condado de Los Ángeles, mostró parcialidad al ponerse del lado de los fideicomisarios, los cuales recibirán más dinero cuanto más tiempo se considere al cliente incapaz de manejar sus asuntos.