Las islas privadas se están convirtiendo en el refugio preferido de los multimillonarias para huir de la pandemia. En un entorno de ensueño entre aguas cristalinas y vegetación tropical, los archipiélagos del Pacífico Sur y del Caribe están en el punto de mira de lo más pudientes, que han hecho aumentar la demanda de las islas privadas.
Tras una confinamiento mundial, los multimillonarios buscan los lugares más remotos donde adquirir una vivienda lejos de las grandes aglomeraciones y el donde el virus no pueda llegar. La isla de Tagomago, al nordeste de Ibiza o la isla Mai de Fiji son algunos ejemplos de islas paradisiacas que están a la venta, por 150 millones de euros la primera y 3,5 la segunda.
Los destinos más deseados están en el Pacífico Sur, el Caribe y partes remotas de Estados Unidos y Europa. Comprar islas siempre ha sido un capricho de los más ricos del mundo, pero en plena crisis del Coronavirus, estas inversiones adquieren un significado más allá del mero capricho.
Las restricciones de la movilidad como prevención a la expansión del Coronavirus ha dificultado este tipo de compras. Según informa Financial Times, algunas de estas compras han tenido que hacerse sin tan siquiera haber visitado la isla antes.
Como sobre gustos no hay nada escrito, no solo están en venta islas paradisíacas entre aguas cristalinas, sino que las hay para todos los gustos. Es el ejemplo de Horse Island, un refugio privado frente a la costa suroeste de Irlanda que tenía un precio de venta de 5,5 millones de euros. Cuenta con seis casas de huéspedes, una pista de tenis, un helipuerto y espacio suficiente para cualquier persona que desee distanciarse socialmente durante una pandemia. Horse Island es una de esas islas que han sido compradas sin visita previa.