María del Carmen Rosario Soledad Cervera, baronesa Thyssen (Barcelona, 1943), nació en el seno de una familia que propició su amor por el arte. Recibió una educación internacional, en centros como el Liceo Francés, el Colegio Lestonnac o el Mary Mount International High School, en Barcelona, así como en los Sagrados Corazones de El Escorial (Madrid). Terminó sus estudios en Inglaterra y Suiza y en 1965 se casó con el actor americano Lex Barker, con quien vivió en California, Italia y Suiza hasta su muerte.
En 1985 alcanzó la cima social y mediática al convertirse en la quinta esposa del barón Hans H. von Thyssen-Bornemisza, hombre de negocios y uno de los grandes coleccionistas del siglo XX. En los años siguientes, la nueva baronesa agitó la museística internacional por su mediación para que la colección Thyssen-Bornemisza fuera expuesta y conservada en España, en el Triángulo del Arte de Madrid, proceso que culminó en julio de 1993 con la compra de la colección por parte del Estado español. Desde 2004 se suma a este legado una parte destacada de la colección Carmen Thyssen-Bornemisza, con más de 400 obras en depósito gratuito que completan los estilos y géneros presentes en la colección permanente. Por ello, siempre será recordada por haber establecido en España una de las colecciones de arte más importantes del mundo.
Es una de las grandes coleccionistas de arte del mundo, ¿cómo es su actividad en este sentido?
Estoy al día de lo que ocurre en el mundo del arte, recibo los catálogos de subastas de todos los países, leo y estudio lo que se publica en la prensa especializada. Todo ello es constante para saber las tendencias que hay.
¿Se deja aconsejar o confía solo en su intuición?
La intuición es importante, pero me fío más de la experiencia, los conocimientos y la sensibilidad.
¿Cómo valora la evolución del coleccionismo en España y qué cree que habría que cambiar?
En España contamos con importantes coleccionistas, y en los últimos años hemos asistido a un esfuerzo tanto público como privado para potenciar su calidad y divulgación. En cualquier caso, lo cierto es que las galerías internacionales, las subastas y los expertos son las que han marcado y siguen marcando las tendencias del coleccionismo en España.
El coleccionismo privado será, tarde o temprano, el motor de los museos. ¿Comparte esta reflexión?
El coleccionismo privado siempre ha sido muy importante en la historia. Los mecenas, que antes fueron coleccionistas, comprenden la magnitud de lo que representa el arte y por eso entienden que los museos son los únicos que merecen tener colecciones. Tú mismo, como coleccionista, has protegido las obras que has adquirido, pero también deseas seguridad para que no se pierdan ni se destruyan con el paso del tiempo, por lo que es en un museo donde están mejor protegidas y donde se puede garantizar esa seguridad durante siglos.
¿Cuál ha sido la última obra que ha incorporado a su colección privada?
He adquirido bastantes obras en diferentes subastas y galerías. Son cuadros españoles de gran calidad. Pero también he dejado de comprar alguna obra internacional que no cito por si acaso en un futuro próximo…
¿Qué pintor de antes y de ahora elegiría para posar?
Puestos a soñar, elegiría a Velázquez. Ser pintado por un maestro como él hubiera sido la máxima aspiración de cualquier enamorado del arte, más aun habiendo nacido en España. Sin embargo, he tenido la suerte de haber posado para Ricardo Macarrón, y el retrato se encuentra en el Museo Thyssen de Madrid. También he posado para la pintora Mercedes Lasarte. Ambos me han pintado por mi esencia y por encima de mi físico.
¿Cómo están actualmente las negociaciones con el Gobierno para que la Colección Carmen Thyssen-Bornemisza permanezca en España?
Desde 1992 gran parte de mi colección privada ha estado expuesta en el Museo Nacional-Thyssen-Bornemisza de Madrid. A partir de 2002, y tras las obras de ampliación de salas del museo, alrededor de 400 obras quedaron expuestas de forma permanente, y desde entonces se ha venido renovando el préstamo. En cuanto a las negociaciones que se están llevando a cabo actualmente, espero llegar a un acuerdo justo para todos. Otra parte de mi colección está en el Museo Carmen Thyssen de Málaga. Es el único del mundo que acoge el mayor número de obras de arte andaluz de los siglos XIX y XX.
¿Qué tendría que hacer el Gobierno para potenciar el arte, especialmente en política fiscal?
El problema es que en España no existe una ley de mecenazgo como tal. Sí es cierto que hay algunos incentivos fiscales, pero no son suficientes para ayudar a galerías, casas de subastas, mecenas y coleccionistas que intentan fomentar el arte. Lo deseable sería que tuviéramos una ley de mecenazgo similar a la que ya existe en otros países como Francia o EE UU.
¿Cree que los grandes empresarios españoles y las clases altas están comprometidos con el arte?
Conozco a grandes empresas y empresarios seriamente comprometidos con el arte y que están contribuyendo de manera positiva a su potenciación y difusión.
Ejerce también una labor de mecenazgo en primera persona, más allá de las acciones derivadas de su asesoramiento a terceros. ¿Qué le aporta esa labor?
He fomentado la creación de tres museos, con todo lo que ello conlleva, incluido el asesoramiento para saber exactamente cómo y qué necesita un museo desde el inicio. Este trabajo me aporta ilusión, disciplina y también muchas dosis de paciencia, pero, sobre todo, la íntima satisfacción de seguir contribuyendo con lo mejor de mí al mundo del arte.
¿Cómo se gestiona y en qué consiste el desarrollo de las actividades de la Fundación Thyssen?
La Fundación tiene como objetivo desarrollar todas las actividades necesarias encaminadas a la mejor conservación y difusión de su pinacoteca, en especial a través de la gestión del Museo Nacional Thyssen-Bornemisza.
¿Qué hace una mujer con su trayectoria de éxito para no perder la perspectiva de las necesidades sociales?
Estoy al día de las necesidades sociales y de lo que ocurre en el mundo, y siento una gran preocupación por las graves dificultades y amenazas que hoy existen, y por el planeta que vamos a legar a las próximas generaciones.
¿Por qué cree que no se acepta una mayor presencia femenina en la cúpula empresarial?
Toda mi vida he sido una luchadora, a veces en circunstancias muy difíciles, y en lo que sinceramente creo es en la igualdad real de oportunidades entre mujeres y hombres a la hora de acceder a cualquier responsabilidad, y que lo determinante no debe ser el género, sino el esfuerzo, el mérito y la capacidad de cada persona.
¿Cuál ha sido la mayor decepción que se ha llevado en su vida?
La verdad es que me he llevado bastantes decepciones con algunas personas. Unas mayores que otras. Pero yo me pregunto: ¿y quién no? Lo mejor es que no soy rencorosa y, además, siempre he creído que es una pérdida de tiempo, por lo que aparto de mi vida (en lo que me es posible) a las personas que me decepcionan y trato de olvidarlas.