Lifestyle

¿Cuál es la postura correcta en la oficina?

Debido al ritmo de vida sedentaria que llevamos con largas jornadas laborales sentados frente a una pantalla, el dolor de espalda y todos los males que derivan de una mala postura en la oficina se han convertido en un mal común que sufre el 85% de la población. Aunque muchas veces sabemos cuál es la postura correcta que debemos adoptar cuando estamos sentados en un escritorio, con el paso de las horas la vamos deformando buscando comodidad, y a la larga nos puede pasar factura.

  • La importancia de la silla: Parece lógico pero en ocasiones falla. Para mantener una buena postura durante la jornada laboral es importante tener una silla que se adapte a nuestras necesidades pudiendo regular la altura y el respaldo para que la zona lumbar quede sujeta.
  • Pecho recto: Hay que procurar mantener el pecho recto con la espalda pegada al respaldo. En muchas ocasiones cuando trabajamos delante de un ordenador tendemos a adelantar nuestra postura apoyando los hombros sobre la mesa, y por lo tanto echando el pecho hacia delante.
  • Espala apoyada en el respaldo: Como hemos adelantado en el punto anterior, mantener la espalda pegada al respaldo de la silla es una de las correcciones más básicas para mantener una buena postura. Así, la columna estará recta.
  • Las rodillas deben estar a la misma altura que las caderas: Lo ideal en la postura de escritorio es tener las piernas separadas, apoyadas en el suelo y las rodillas a la misma altura que las caderas.
  • Cabeza y cuello rectos: Para evitar dolor cervical es importante mantener el cuello recto, es decir, colocar la pantalla del ordenador a tal altura que no será necesario agachar la cabeza para trabajar.
  • Pantalla del ordenador a 45 centímetros: En relación con el punto anterior, la separación ideal entre la pantalla y nuestra cara es de 45 centímetros, además de estar colocada a la altura de los ojos para evitar inclinar el cuello.
  • No levantar los hombros para teclear: Lo ideal es poder mantener los codos flexionados sobre la mesa con un ángulo de 90 grados y los hombros relajados.