Educa tu empatía. Antes de nada es importante pararse a pensar en que todas las personas podemos actuar de manera irracional en algún momento de nuestras vidas. Hay muchos factores que pueden afectarnos y hacer que nuestro comportamiento no tenga ni pies ni cabeza. Por eso, la empatía es importante. Empieza por reconocer los sentimientos de los demás. La última cosa que las personas irracionales quieren escuchar es que están equivocadas.

Identifica el detonante. Es muy fácil decir que una persona se comporta de esa manera por que está “loca”. Pero la realidad es que el comportamiento irracional aparece y desaparece. Algunas personas son más susceptibles que otras a determinadas situaciones. Al fin y al cabo, todos somos distintos y todos tenemos diferentes puntos de vista. El comportamiento irracional tiene que ver con los sentimientos y las emociones. Aprender a identificar el detonante de esa situación es el segundo paso para lidiar con las personas que sufren este desequilibrio. Ayuda a la persona en cuestión a poner las cosas en contexto y averigua qué es lo que está complicando su vida.

Sé vulnerable y busca entablar alguna conexión. El peor error que puedes cometer cuando tratas con una persona irracional es ser combativo. Luchar e intentar convencer a la persona que tú tienes razón en esas situaciones es una batalla perdida. Resiste la tentación de pelear, incluso cuando es evidente que tienes razón, y busca conectar con su cabeza. Todo esto ayudará a que la persona tenga más confianza en ti y que la próxima vez te pregunte antes de que su cabeza estalle contra otras personas.