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Los trece restaurantes más de moda en Barcelona para disfrutar durante el MWC

Estos restaurantes, recién abiertos o con estrellas Michelin, se han convertido en los más populares de la Ciudad Condal. Estas son algunas de sus propuestas.

Barcelona es desde hace tiempo uno de los principales destinos gastronómicos del mundo. Este año, hay más razones que nunca para comer fuera en la capital catalana.

En 2023, los restaurantes más apreciados de la Ciudad Condal van a subir un peldaño más, desde los que acumulan nuevos galardones hasta un montón de recién llegados emocionantes. Estos son los restaurantes –algunos acaban de abrir y otros acaban de recibir una estrella Michelin– más populares de la ciudad y de los que los barceloneses no se cansan de probar.

Hermanos Torres

Guisantes del Maresme, panceta ibérica y sagú en Hermanos Torres. (Foto: David Egui)

Una historia de éxito como la de Hermanos Torres sólo ocurre de vez en cuando. Los gemelos Sergio y Javier se dieron a conocer en el Dos Cielos, de una estrella, pero su destino era aún mayor. A los dos años de abrir, los trabajadores hermanos habían conseguido dos estrellas y, ahora, en su quinto año, han conseguido tres. Si consigues una reserva –y eso es mucho decir hoy en día– descubrirás una experiencia que juega con los contrastes: un pulido restaurante con tres estrellas Michelin en un almacén reconvertido ubicado en un barrio residencial sin brillo, alta cocina elaborada con una impresora 3D y platos locales de la «abuela», como los guisantes del Maresme o las cebollas de Fuentes, perfectamente equilibrados con ingredientes como el caviar negro, el erizo de mar y la trufa.

COME

Tostada de tartar de Wagyu de COME. (Foto: Pace Gastro)

Durante años, comer en el barrio de Sant Antoni fue sinónimo de los hermanos Adrià y su grupo El Barri, que incluía Tickets, Hoja Santa y Pakta. Cuando la marca se vio afectado por la pandemia, dejó un vacío que se ha llenado rápidamente con una serie de nuevas aperturas de alto nivel. El antiguo espacio de Pakta ha sido ocupado por Alapar, un delicioso gastrobar mediterráneo-japonés, mientras que el chef mexicano Paco Méndez ha vuelto a Hoja Santa con un nuevo concepto llamado COME. Con platos como la tostada de tartar de Wagyu y el taco de costilla de la ‘abuela Flor’, consiguió una merecida estrella Michelin al año de abrir.

Albé

Maitake de champiñones, crema de anacardos y gel de tabule de Albé. (Foto: David Egui)

Albé significa mi corazón en libanés y, no es de extrañar, ya que todo el que viene aquí se enamora al instante. La palabra «fusión» tiene mala fama, pero aquí está la prueba de que merece la pena celebrarla, cuando se hace bien. Así que diríjete a Albé, donde el restaurador libanés Joey Attieh combina los sabores de su tierra natal con las delicias de temporada de su hogar adoptivo en Cataluña. El resultado es una mezcla de todo, desde labneh ahumado con zaatar y berenjena, hasta un tartar de gamba roja de la cercana Blanes servido sobre baklava. El menú degustación, equilibrado y asequible, es una buena manera de probar todos los clásicos y algunas especialidades de temporada.

Slow & Low

Taco crujiente de algas nori, sashimi de atún, huevas de tobiko y mahonesa Macha de Slow & Low. (Foto: Diego Arenas)

Acertadamente llamado Slow & Low empezó despacio y sin hacer mucho ruido. Inaugurado en 2018, era el tipo de lugar al que iban los chefs en sus días libres, del que los foodies locales hablaban en susurros, sin querer que nadie lo supiera. Luego, el otoño pasado, la gente de Michelin le concedió una estrella y ahora todo el mundo habla de la discreta brillantez del chef catalán Francesc Beltri y su colega mexicano Nicolás de la Vega. Los menús degustación van de seis platos al mediodía a 15 ó 17 por la noche, e incluyen maravillas como el bao con salsa de miso, ventresca de atún curado y finger lime, y el curry verde mediterráneo con pil pil, bergamota, raya y setas.

Mont Bar

Mont Bar en Barcelona. (Foto: Mont Bar)

Mont Bar, otro favorito de Barcelona que acaba de conseguir su primera estrella Michelin, es el restaurante de alta cocina para los que están aburridos de la alta cocina. No hay voces silenciosas, manteles blancos ni camareros serviles. En su lugar, esta versión elevada de un bullicioso local de tapas invita a los comensales a sentarse en los taburetes de la barra, junto al mostrador de mármol, mientras escuchan una lista de reproducción de pegadizos éxitos de los años setenta y ochenta. La «elevación» entra en juego cuando se prueban los productos: el tartar de atún se elabora con la mejor ventresca de atún y se sirve con una emulsión de piñones, y el cochinillo se deshace en la boca tras haber sido cocinado a fuego lento durante más de doce horas.

Quirat

«Cap i pota» de vieira en Quirat. (Foto: Quirat)

El Hotel InterContinental de Barcelona no sólo es uno de los nuevos lugares de moda para alojarse, sino que también está causando sensación con su recién inaugurado restaurante. Quirat, que en catalán significa quilate (unidad utilizada para medir la pureza del oro o las piedras preciosas), está dirigido por Víctor Torres, el chef español más joven en recibir una estrella Michelin. Ofrece dos menús degustación de temporada, 18K y 24K. Con platos que van desde la delicada tartaleta de gambas con caviar hasta sabores más complejos como el cap i pota –un guiso de vísceras típico de los bares de antaño, pero que aquí se elabora con vieiras en lugar de manitas de cerdo–, el resultado es resplandeciente.

Casa Maians

Arroz con marisco en Casa Maians. (Foto: Casa Maians)

Puede que la Barceloneta sea conocida por sus playas abarrotadas y sus trampas para turistas, pero si te adentras en las estrechas calles del antiguo pueblo de la Barceloneta, te encontrarás en uno de los barrios más históricos de la ciudad. Aquí se encuentra Casa Maians, un acogedor local dedicado a recuperar platos clásicos como el arroz negro de calamares con alcachofa o una versión especial de la «Bomba» de patatas de la Barceloneta. Casa Maians la prepara con jamón ibérico en lugar de la tradicional carne picada, como homenaje al ya cerrado Bar el Jabalí, donde el chef Roger Soteras Domenech empezó su carrera a los 18 años. No es de extrañar que los lugareños estén obsesionados con este lugar.

Bar Lombo

Ravioles caseros de Bar Lombo. (Foto: Bar Lombo)

Del equipo detrás de Tamae, uno de los grandes éxitos de la era pandémica en Barcelona, llega Bar Lombo. El concepto está probado: platos clásicos italianos de primera categoría elaborados con productos de primera calidad. La burrata con fruta de temporada a la parrilla, el vitello tonnato de solomillo o los pappardelle con ragú de ossobuco son platos para compartir. Lo que hace especial al Bar Lombo es que es como cenar en el comedor de tu mejor amigo. El espacio es acogedor y cálido, el servicio es amable sin ser exagerado, y probablemente querrás volver en cuanto te vayas.

Batea

Arroz «Vilma» con pulpo de Batea. (Foto: Batea, todos los derechos reservados)

Batea es una nueva aventura del querido equipo que nos trajo Besta en 2021. Dicen que los hermanos pequeños son más relajados y eso es lo que se respira en esta relajada marisquería. Pero no te dejes engañar: la comida no tiene nada de informal. Las ostras, las almejas y los berberechos son fresquísimos, y la tortilla de patatas con chipirones te hará babear. Teniendo en cuenta que su hermana mayor, Besta, ya aparece en la Guía Michelin, tenemos motivos para sospechar que Batea también podría tener un futuro brillante.

Restaurante Buenavista

Restaurante Buenavista. (Foto: Hotel Antiga Casa Buenavista)

Situado en el nuevo hotel Antiga Casa Buenavista, Buenavista es la reencarnación de un local histórico del mismo nombre que fue uno de los pilares del distrito teatral de Barcelona en las décadas de 1920 y 1930. El edificio, que ha pertenecido a la misma familia desde 1918, reabrió sus puertas el año pasado como hotel boutique de bello diseño. Mientras tanto, su nuevo restaurante se mantiene fiel a sus orígenes como «casa de comidas». No te pierdas los platos tradicionales catalanes, como la tortilla de patatas con chorizo y alioli o las almejas al jerez con jamón ibérico, elaborados con productos de temporada y de mercado.

Brugarol /Brugarol X

Nigiri de anchoa y foie gras en Brugarol X. (Foto: Jean-Jacques Ruchti)

Puede que el Barrio Gótico sea el más fascinante de Barcelona desde el punto de vista histórico, pero puede resultar un poco aburrido si lo que se busca son buenos sitios para comer. Afortunadamente, ahora existe Brugarol. Escondido en uno de los callejones más estrechos de lo que fue el barrio judío, o «El Call», sirve una selección de tapas elaboradas con ingredientes locales de temporada con un toque asiático. También ofrece un menú degustación de nueve platos a un precio muy razonable. Para disfrutar aún más de la magia de Brugarol, visita el segundo local, Brugarol X, en el lujoso barrio del Eixample, donde el menú es igual de cuidado, sostenible y delicioso, pero más elaborado y, si cabe, aún más impresionante.

Doppietta

Doppietta. (Foto: Doppietta)

La popularísima Benzina tiene una nueva hermanita. Vive al lado y está especializada en platos para compartir y bandejas rebosantes de embutidos y quesos artesanos. El nombre de Doppietta se inspira en la legendaria carrera de coches «La Mille Miglia», que tuvo lugar en Brescia, región natal del chef Nicola Valle. Aunque se abastece de ingredientes de toda Italia, prefiere los productos artesanales de esta idílica zona del país situada entre los Alpes y el lago de Garda. No te pierdas el nuevo brunch italiano de moda en Barcelona, a base de pasta, queso, embutidos, tiramisú y spritz, que se sirve aquí los fines de semana por la tarde.

Bandini’s

Vino natural de Bandini’s. (Foto: Pablo Viscubí)

El nuevo Bandini’s es la última incorporación al bullicioso barrio gastronómico de Sant Antoni. Es la creación de Carmen, andaluza, y Povel, sueco de origen, que se conocieron trabajando juntos en el moderno Bar Brutal antes de montar su propia empresa. El resultado es muy actual: platos para compartir con toques escandinavos, elaborados con productos locales de temporada, mucho vino natural y un espacio hogareño con un servicio cálido y personal. ¿Qué más se puede pedir en 2023?

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