A un restaurante ya no se va solamente a comer o cenar, es un hecho. La decoración, la atmósfera, el ambiente y la diversión son factores que, hoy día, en una gran capital como Madrid, reclaman casi tanta importancia como la gastronomía. Totó puede presumir de tenerlo todo: como máximo representante en la ciudad de la esencia y tradición de la verdadera cocina italiana no se olvida de su propuesta culinaria, una de las mejores en su ámbito, liderada por el reconocido chef Emiliano Celli (Taverna Trilussa, Roma), pero tampoco de su entorno, de sofisticado diseño, que va a convertirse, aún más, en el place to be de la villa y corte para las noches más canallas.

El restaurante, bajo las señas de identidad de Mabel Hospitality y con fabuloso interiorismo a cargo de Mabel Design, presenta “Le Notti di Totó”, un plan nocturno irrechazable que congrega a diario a la gente más divertida en torno a su carta y a una programación musical que logra que nadie quiera marcharse al cierre.

Cocina de la «nonna»

Así, la velada puede arrancar con uno de sus afamados cócteles en su imponente barra, por ejemplo, el refrescante “rimedio de la nonna” a base de grappa, limón, sirope de miel, sirope de jengibre y mosto blanco. Mientras se apura en unos sorbos y se espera a que esté lista la mesa, uno puede ir eligiendo algunas de las maravillosas pastas que comienza a elaborar frente a los clientes, allí mismo en la barra, la “nonna” particular de Totó, como en casa, explicando todas sus curiosidades, diferencias y recomendando según los gustos del cliente.

Desde las 20 horas y también en horario de comida, verla es un espectáculo que cautiva mientras, al fondo, en la cocina e imponentes hornos, se alistan otras tantas especialidades como las exquisitas pizzas y pinsas y originales alternativas como la “trota al carpione” (bocados de trucha en escabeche con huevas y un toque picante), el “polpo alla catalana” o la fregola de Cerdeña y es que, aunque son protagonistas, Totó es mucho más que pastas y pizzas y apuesta por una amplia variedad de recetas tradicionales, elaboradas con las más selectas materias primas.

Sobremesas que se alargan bailando

Tras la cena, después de probar, sin ir más lejos, su gran raviolo de castaña, guanciale y setas o sus gnocchi frescos de ricotta y parmigiano con mantequilla trufada, en “Le Notti di Totó” el público se pone en pie al ritmo napolitano de sus artistas que invitan a disfrutar al máximo la noche, ya con una copa en la mano o con otro recomendable combinado de postre, el café de Totó con ron, chocolate, amaretto, kahlua, café y naranja.

Entre pase y pase de estos artistas transalpinos y para rematar la velada, sus DJ, famosos por levantar las noches en Tatel Ibiza, llegan combinando “deep y vocal house” con algunos “hits” del país de la bota para acabar inundando de baile la sala con los temas comerciales del momento hasta el cierre, a las 2 de la madrugada. “Le Notti di Totó” son, sin duda, las noches en las que todo el mundo quiere estar.