El arquitecto comenzó sus andaduras en el mundo de la arquitectura en 1963, cuando fundó el que es su propio taller en la actualidad. En un principio, se trataba de un grupo formado por arquitectos y otros artistas reconocidos como Salvador Clotas, José Agustín Goytisolo y Julia Romea.
Ricardo Bofill se crio en una familia de arquitectos. Su padre, Emilio Bofill y Benesat, era arquitecto y socio del Grupo de Arquitectos y Técnicos Catalanes para el Progreso de la Arquitectura Contemporánea (GATCPAC). De ahí nació las inquietudes de Ricardo y, es por ello, que comenzó a estudiar arquitectura en Suiza, donde se graduó en Urbanismo y Arquitectura.
Su gran trayectoria le ha permitido obtener grandes reconocimientos como por ejemplo la Cruz de San Jordi o su nombramiento honorífico en el Instituto Americano de Arquitectos. Además, en 1995, la Universidad de Metz le nombró Doctor Honoris Causa.
Alrededor del mundo se pueden encontrar obras arquitectónicas producto de este gran arquitecto. Entre ellas, destacan:
La Muralla Roja
Se ubica en Calpe, Alicante. Se basa en la arquitectura popular del mediterráneo árabe. Los techos, de estos bloques de pisos, forman un laberinto que recrea un kasbah. La parte exterior está pintada en diferentes tonos de rojo para acentuar el contraste con el cielo.
El edificio Walden 7
Está ubicado en Sant Just Desvern, Barcelona. Con este proyecto, Bofill incorporó un concepto de magnitud arquitectónica en un área suburbana para acentuar el contraste. Este edificio está formado por 446 apartamentos, en torno a cinco patios. Desde fuera, se ve como una enorme fortaleza roja, pero por dentro los colores son más azules y amarillos.
El Quartier Antigone
Este barrio de la ciudad de Montpellier, Francia, supone una de las mayores operaciones urbanísticas del país. Se buscó crear un nuevo distrito urbano a partir de un eje central. Para este proyecto, el estudio tuvo muy en cuenta los principios armónicos del número de oro.
Les Spaces Abraxas
Este icono de la ciudad nueva de Marne-La Vallée está formado por le Palacio, le Théâtre y l’Arc y requería de un carácter monumental que lo convirtieron en un referente. Los tres edificios están en un espacio barroco con aires franceses y mediterráneos en algunas partes.
El Teatro Nacional de Cataluña
La inspiración de este teatro está en la tradición arquitectónica griega. Las necesidades planteadas acabaron con la construcción de dos edificios separados. El principal cuenta con dos grandes salas y una fachada acristalada. Tiene tres espacios: el vestíbulo, una gran sala para el público y un escenario con sus instalaciones.
La terminal 1 del Aeropuerto del Prat
Fue construido con motivo de los Juegos Olímpicos de 1992, buscando reafirma la posición de Barcelona entre los primeros lugares de los aeropuertos europeos. Tiene dos volúmenes principales: uno de 700 metros de ancho para embarque, espera y zona comercial y, otro de 500 metros de ancho para facturación, seguridad y equipaje.