Si estas navidades quieres darte un capricho culinario, Desde 1911 debe estar en tu lista de deseos. El quinto restaurante de Pescaderías Coruñesas, lanzado a principios de noviembre, es el homenaje que el grupo ha querido hacer al legado familiar, basado en la búsqueda de la excelencia y el profundo respeto hacia el mar y a aquellas generaciones de pescaderos que, con mucho trabajo y camino, consiguieron que Madrid se convirtiese en la capital del pescado y marisco fresco en España.

Desde 1911 no podría entenderse sin las figuras de María Juliana Azpíroz y Evaristo García, pertenecientes ambos a familias con una gran tradición en las labores de la pesca más artesana, y de sus hijos, cuarta – y orgullosa – generación de pescaderos y arrieros maragatos. Tras más de una década al timón de la empresa familiar, los García Azpíroz cumplen el sueño de inaugurar Desde 1911, haciendo así honor a la pasión que su padre, Evaristo García, sintió siempre por los restaurantes.

Con el nacimiento de Desde 1911 se cumple el sueño de crear en Madrid un restaurante de pescado y marisco cuya carta se configura de nuevo cada día en función del mejor producto disponible, desafiando así todos los límites del espacio-tiempo.

Reinvención y evolución diaria

Desde 1911 nace con la finalidad de crear en Madrid un restaurante en el que se ofrezca el mejor marisco y pescado fresco del día. Para disfrutar del producto en su máxima expresión, apuesta por técnicas artesanas tradicionales, con especial protagonismo del horno de leña, que consiguen mantener y potenciar las propiedades de los pescados y mariscos frescos.

Su carta es la máxima expresión del producto del mar del día. Por ello, cada jornada se reinventa y evoluciona, cambiando por completo en función de la pesca del día recién llegada de las costas españolas y del mejor producto de temporada.

Diariamente el equipo se reúne y decide los productos y platos que ese día se disfrutarán en el restaurante, para ofrecer una experiencia gastronómica única e irrepetible. El comensal puede elegir entre tres menús a la carta (120, 135 y 150 euros, sin bebidas) seleccionando tres, cuatro o cinco entrantes de entre media docena de recetas, que preceden el mismo plato principal: el pescado más top disponible cada día, y cerrará la experiencia con una tabla de quesos o postre.

Por su parte, la bodega de Desde 1911 ha querido reflejar distinción, singularidad y tradición a través de una carta de vinos que rinde tributo a las grandes bodegas nacionales que a lo largo de los años han acompañado en su andadura a Pescaderías Coruñesas. Así, en el apartado de tintos, se pueden encontrar verticales y añadas antiguas de bodega, que aseguran la trazabilidad y la garantía de no trasiego. En el apartado internacional, champagnes, vinos blancos y añadas antiguas que no podían faltar en un concepto como Desde 1911.

Diferentes espacios para reunirse

De inspiración nórdica en su distribución y decoración, el restaurante cuenta con tres espacios claramente diferenciados: la sala, con vistas a la cocina a través de un amplio ventanal; el patio central, abierto y ajardinado con frondosos árboles de hoja caduca, fuente de luminosidad y escenario para aperitivos y sobremesas; y el reservado.

Con capacidad para entre 20 y 30 personas, el Privado 1911 permite disfrutar de una experiencia gastronómica a medida en un entorno íntimo y exclusivo con vistas al jardín central de Desde 1911. Del mismo modo que en la sala del restaurante, en el reservado el comensal disfrutará de un menú compuesto de seis entrantes, a elegir tres, cuatro o cinco en función del menú seleccionado, por el mejor pescado del día como plato principal y postres. Acorde al ritmo del mar y del mercado, los detalles del menú se cerrarán durante el día anterior a la reserva en función de las mejores materias primas de temporada disponibles.

Con un equipo de 20 personas, liderado en sala por Abel Valverde y en cocina por Diego Murciego, Desde 1911 ofrece una experiencia a medida en la que la excelencia, la artesanía, la personalización y el disfrute son el hilo conductor de lo que ocurre en la sala y en la cocina.