Más de once millones de españoles tienen un seguro de salud en la actualidad, el 23,3% de la población, con un crecimiento sostenido de la facturación del en los últimos 15 años. José Benitez, director de Vida, Accidentes y Salud de Generali, recalca que 2020 ha estado marcado por la crisis sanitaria provocada por la COVID-19 “y esta situación se ha traducido en un incremento del interés por parte de los ciudadanos por cuidar aún más su salud. En esta línea, el seguro de salud privado se ha convertido en objeto de interés al proporcionar libertad de elección tanto de centro como de profesional, garantizar un servicio excelente –rápido, cómodo y con tiempos de espera reducidos–, así como un abanico de servicios digitales muy atractivo”.
Esta tendencia se ha visto reflejada en la facturación de los seguros de salud, que ha crecido un 5% hasta alcanzar los 9.383 millones el pasado año. En el caso concreto de Generali, el crecimiento ha sido superior, con un incremento del 9%.
Javier Ibáñez, director general de Sanitas Seguros, también destaca “un incremento en la demanda del seguro de salud privado en general. La situación derivada de la COVID-19 ha puesto en valor la importancia del cuidado de la salud, no sólo cuando detectamos un problema o enfermedad, sino también en todo lo relacionado con la prevención o la disponibilidad de todos los canales posibles, como son los digitales”.
Según su criterio, el seguro de salud “ha demostrado su fortaleza y sus múltiples posibilidades a la hora de adaptarse a situaciones complejas. Creo que esta crisis sanitaria va a provocar una fuerte demanda social por disponer de recursos sanitarios de la más alta calidad, tanto públicos como también privados. No hemos de olvidar que las empresas privadas formamos parte del sistema sanitario del país y que hemos sido parte del esfuerzo colectivo en la gestión de la crisis desde la primera línea, como no podía ser de otra manera”.
Salud física, pero también emocional
Además, Ibáñez destaca la demanda relacionada con la salud emocional. “La situación que estamos viviendo ha tenido fuertes consecuencias en el bienestar emocional de la población. De hecho, en Sanitas realizamos un estudio sobre bienestar emocional tras el confinamiento, que reveló que la preocupación por el bienestar emocional ha aumentado en la población. Casi la mitad de los encuestados señaló que la salud mental es igual de importante que la física y dos de cada diez afirmaron que el bienestar emocional es incluso más importante que el resto de la salud. En este contexto en el que la población cada vez está más concienciada de la importancia de cuidar también de la salud de nuestra mente, la salud emocional será un aspecto en el que centrar muchos de nuestros esfuerzos”, anuncia.
Como explican fuentes de la patronal UNESPA, “la situación derivada de la COVID-19 ha puesto en valor la importancia del cuidado de la salud, no sólo cuando detectamos un problema o enfermedad, sino también en todo lo relacionado con la prevención o la disponibilidad de todos los canales posibles, como son los digitales. En este sentido, el seguro de salud ha demostrado su fortaleza y sus múltiples posibilidades a la hora de adaptarse a situaciones complejas”.
“Por parte de los clientes observamos una gran valoración de los servicios digitales, en los que Sanitas ha hecho una fuerte apuesta invirtiendo en nuevas capacidades digitales, que se unen a las que ya teníamos, posicionándonos una vez más en líderes en el mercado de la digitalización. En este sentido, al inicio de la pandemia, anunciamos que íbamos a continuar dando asistencia sanitaria por COVID-19, a pesar de la exclusión por pandemia. Además, dimos acceso al servicio de videoconsulta a todos nuestros clientes para permitir que pudieran seguir gestionando su salud”, recuerda Ibáñez. La respuesta fue “masiva”, en 2020 multiplicaron por 15 el número de videoconsultas anuales realizadas, llegando hasta las más de 640.000 consultas digitales.
Coberturas específicas
La respuesta a la pandemia fue variable. Generali lanzó el mes de abril un nuevo seguro de hospitalización que contemplaba una cobertura específica de indemnización diaria por hospitalización derivada de COVID-19. Sanitas, por su parte, anunció desde el principio de la crisis sanitaria que continuaría prestando asistencia sanitaria por covid a todos sus clientes, a pesar de la exclusión por pandemia prevista en las pólizas.
Respecto al futuro, Benítez recalca que, en la actualidad, “estamos viviendo un momento de gran incertidumbre. Para el ejercicio 2021, prevemos un primer semestre continuista con el segundo semestre de 2020. Previsiblemente la recuperación de nuestra economía llegará a partir del segundo semestre de este año, en función de la evolución del programa de vacunación. Si bien el PIB en el segundo semestre podrá rebotar, el sector asegurador probablemente registre un crecimiento mucho más moderado, en línea con la evolución del IPC.
Para Ibáñez, el sector está adaptándose a los cambios de innovación y digitalización “porque es lo que ya demanda el cliente de un seguro de salud: la gestión de su salud desde cualquier lugar, con herramientas digitales que faciliten el cuidado y bienestar”.