Tras las masivas manifestaciones del pasado sábado 20 de abril en Canarias, que han desvelado el descontento de buena parte de la población de esa comunidad respecto al turismo masivo y su influencia en el precio de las viviendas residenciales, conviene poner en contexto lo que este sector supone para la economía del archipiélago.
Para el conjunto de las Canarias y, aunque con diferencias importantes entre las principales islas (Tenerife y Gran Canaria) y las más pequeñas (El Hierro, La Graciosa o La Gomera), el turismo, desde tiempos previos a la pandemia, emplea a algo más del 40% de la población. Y en la actualidad genera en torno al 35,5% del PIB regional. De forma muy significativa, teniendo en cuenta la superficie de las islas y la distancia al continente europeo, las Canarias son el tercer destino preferido de los turistas internacionales que llegan a España para sus vacaciones.
De acuerdo con el Informe Sectorial sobre el Turismo en Canarias, elaborado por la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife y publicado a principios de este mismo año, en 2023 llegaron a las Islas Afortunadas cerca de 14 millones de turistas. Es decir, un 13% más que en 2022 y más de un 6% por encima de los que eligieron Canarias por vacaciones en 2019. Respecto a la procedencia de esos visitantes, la mayoría se reparte entre los mercados británico, alemán y nacional.
Lo que supone para el empleo
En términos absolutos de ocupación, en marzo de 2024 en Canarias había algo más de 165.000 desempleados, lo que supone -2,76% respecto al mes de febrero y lo previsible es que, según avance la temporada, las cifras de desempleo sigan mejorando. Eso, aun teniendo en cuenta que los picos de la temporada turística difieren con respecto al resto del Estado. Pese a los descensos, en Canarias continúa habiendo un importante bolsa de desempleo, que alcanza a un 16% de la población activa, una de las tasas más elevadas del país.
Como ya hemos dicho, el sector turístico, incluyendo la hostelería, supone más del 40% de los empleos generados en Canarias cada año. Una parte importante de esos puestos de trabajo son cubiertos tanto por los propios canarios como un importante número de personas procedentes de otros puntos del país y también de otras naciones.
El impacto económico
Durante 2023, y según cálculos del propio Gobierno canario, el impacto que tuvo el sector turístico en la economía regional fue de más de 20.000 millones de euros. Es decir, 3.000 millones más que lo generado en el mejor año para el turismo en Canarias (2017). Aunque, según el informe en el que se basan estos datos, este aumento de los ingresos por turismo tiene más que ver con la subida de precios consecuente a la inflacción.
Si se tiene en cuenta este factor, parece ser que el gasto medio por turista no ha aumentado de forma significativa en los últimos años y que, incluso, puede haber descendido en algunos casos concretos. Esto iría en consonancia con el incremento de llegadas de turistas en líneas aéreas de bajo coste. Como referencia, de acuerdo con los datos de la Cámara de Comercio de Santa Cruz de Tenerife, en el último trimestre de 2023 llegaron a Canarias cerca de dos millones y medio de personas en aerolíneas low cost. Es decir, más de un 13% respecto al mismo periodo del año anterior.
Qué pasa con los alquileres turísticos
Pese al incremento de la oferta de los llamados pisos turísticos en Canarias, la mayor parte de los turistas que llegan a Canarias se alojan en alguno de los más 600 establecimientos hoteleros de que dispone el archipiélago. Pero hay que tener en cuenta que los alquileres vacacionales han aumentado cerca de un 40% respecto a finales de 2022. Según constata el propio Ejectutivo canario, en Canarias hay en la actualidad unos 54.000 pisos que se alquilan como alojamiento turístico. Y en algunos municipios, como Yaiza (Lanzarote), la oferta de alquiler vacacional llega al 22% respecto al total de alojamientos. Algo muy similar a lo que ocurre en La Oliva (Fuerteventura), donde la tasa es del 21,5%.
Ante la proliferación de este tipo de alojamientos e intentando mitigar los efectos adversos que están produciendo en el conjunto de la población, el actual Ejecutivo canario ha propuesto la aprobación de una nueva regulación (Ley de Ordenación Sostenible del Uso Turístico de Viviendas). Entre otras medidas, esta normativa recoge la obligatoriedad de que este tipo de viviendas tenga una antigüedad mínima de diez años, al menos 39 metros cuadrados útiles de superficie y que sean, como máximo, para ocho huéspedes por unidad. Asimismo deberán tener asegurado un punto de recarga para vehículos eléctricos bien junto a la propia vivienda o en un radio máximo de 500 metros.
Según Jessica de León, consejera de Turismo y Empleo del Gobierno de Canarias, con esta nueva norma ninguna parcela residencial podrá dedicarse exclusivamente a alojamiento de uso turístico.
De esta forma, se pretende mitigar las desproporcionadas subidas del precio de los alquileres residenciales que, solo en el mes de febrero de este año y según el portal de búsqueda de viviendas Fotocasa, aumentó en el conjunto de Canarias un 11% respecto al mismo periodo de 2023. De acuerdo con esta empresa, el precio medio del metro cuadrado de alquiler en el archipiélago es de 12,91 euros. Estos datos contrastan con las subidas experimentadas en el conjunto del país, que fueron de un 7,3% y con un precio por metro cuadrado de vivienda de alquiler de 12,27 euros de media.