Nos pirran los relojes nuevos. Pero no hay nada como el encanto de aquellos diseños con personalidad propia que nos trasladan a otras épocas (los años 60 y 70 fueron geniales). La gran mayoría de los modelos que encontramos ahora en las tiendas son redondos, y los tonos de sus esferas se mueven entre el blanco, el plateado y el azul, si bien cada vez hay más variedad. Por eso nos fascinan aquellos relojes disruptivos que se atrevían con las formas y los colores, rompiendo la estética tradicional y derrochando creatividad. ¡Si hasta había piezas para la muñeca que imitaban un coche!

Una subasta de la casa Sotheby’s va a rescatar algunas de las referencias más vanguardistas de firmas suizas de primer orden como Patek Philippe, Audemars Piguet, Piaget, Jaeger-LeCoultre y Vacheron Constantin. Son 24 relojes, la mayoría de dos agujas (dan la hora y los minutos), ideados por creadores iconoclastas. Todos vieron la luz hace al menos 30 años, y algunos datan de principios de la década de 1950. Se exhibirán bajo tierra, en la bodega La Corne à Vin de Ginebra, del 8 al 10 de abril, antes de la venta física y online que tendrá lugar el 11 de abril. Y ofrecerá relojes con precios estimados entre 2.000 y 100.000 francos suizos (entre 2.100 y 105.000 euros).

«El coleccionismo de relojes antiguos ha experimentado un resurgimiento a medida que los coleccionistas buscan cada vez más piezas únicas o diferenciadas como forma de expresarse», dice Josh Pullan, director de la división de lujo de Sotheby’s. La compañía ha organizado la puja, llamada Rough Diamonds, junto a la revista de relojería heist Out. Y la componen, fundamentalmente, relojes de pulsera que pueden considerarse femeninos, por sus hechuras y sus piedras preciosas. «En una industria donde cada nuevo lanzamiento a menudo se fusiona con el siguiente, es estimulante rendir homenaje a los pioneros de antaño y afirmar que la audacia siempre ha sido fundamental en la configuración del diseño de relojes», señalan Maxime Couturier y Lorenzo Maillard, cofundadores de heist-out.

Los platos fuertes de la subasta

Testimonio de la creatividad de los años 60, este Patek Philippe (Referencia 3290) de 1962 fue diseñado por el reconocido joyero suizo Gilbert Albert, responsable de algunos de los primeros relojes asimétricos. Cada pieza de oro amarillo que lo compone está decorada con esmalte, y esas partes se unen entre sí con perlas. Saldrá a la venta con un precio estimado de entre 30.000 y 50.000 francos suizos (el reloj, más un anillo y un collar).

¿Un reloj de pulsera para mujer con forma de coche? Nunca habíamos visto semejante audacia. Fue cosa de Audemars Piguet y de su legendaria jefa de diseño de producto de 1975 a 1999, Jacqueline Dimier, una de las pocas diseñadoras de relojes del siglo XX, recordada porque fue la responsable de la primera versión femenina del celebérrimo Royal Oak de la marca. Esta pieza fabricada en oro blanco con diamantes y esmeraldas engastados saldrá a subasta el próximo 11 de abril por entre 40.000 y 80.000 francos suizos.

Este ejemplar es el Aton de Vacheron Constantin, un reloj de pulsera en oro amarillo con diamantes redondos de talla brillante ya descatalogado que surgió alrededor de 1988 de la mente de Daryoush Shafa, diseñador de producto de la enseña. Su estética se inspira en los rayos del sol, y su esfera trapezoidal de color champán resulta de lo más original. Incorpora un mecanismo de cuarzo Su precio: entre 10.000 y 20.000 francos suizos.

La esfera de coral y diamantes de este Piaget que mide 32 x 31 mm (Referencia 12773 A18) es única. Le dio forma el diseñador Jean-Claude Gueit hacia 1975, y para acompañarla ideó una pulsera integrada de oro amarillo texturizado que ejemplifica la influencia de la artesanía y el diseño de la década de 1970. Alberga el calibre automático 12P, y se ha estimado para él un precio de entre 5.000 y 10.000 francos suizos.

Otro reloj destacado de esta subasta es este Cobra ‘Khanjar’ de Audemars Piguet en oro blanco con día y fecha, de alrededor de 1985. Llamado Cobra por su pulsera totalmente integrada de malla que recuerda a las escamas de una serpiente, el modelo surgió un año antes del Royal Oak. Dispone de un calibre automático y está adornado con un escudo Khanjar (el emblema de la familia real de Omán) en el fondo de la caja, lo que le aporta exclusividad. Saldrá por entre 50.000 y 100.000 francos suizos.