El mejor modista español de la historia no es todo lo conocido que debiera ser en su propio país (lo dice Alberto San Juan, que encarna al genio de la aguja en la serie Cristóbal Balenciaga que estrena hoy la plataforma Disney+). Pero en los últimos años hemos tenido numerosas oportunidades de acercarnos a su trabajo a través de exposiciones, libros, documentales y películas. Además, tenemos el museo de su localidad natal, Guetaria (Guipúzcoa), y también la muestra inmersiva que le dedica el Real Jardín Botánico de Madrid hasta el 21 de enero, con imágenes y material inédito de la nueva serie y réplicas artesanales de los vestidos que se han empleado en el rodaje.

De esas fabulosas prendas que han recreado los diseñadores de vestuario Bina Daigeler y Pepo Ruiz Dorado para la televisión a partir de los bocetos originales de Balenciaga (1895-1972), hemos seleccionado tres y nos hemos permitido el placer de jugar con ellas, imaginando qué relojes podrían acompañarles de la mejor manera. Por supuesto, los instrumentos para medir el tiempo que hemos elegido son de lujo, porque solo los más elevados diseños y calidades pueden codearse con los suntuosos tejidos y los perfectos patrones que ideaba el vasco. Son estos:

Reloj colgante Perlée Secret, de Van Cleef & Arpels

Este alegre vestido de estilo baby doll que desdibuja la cintura, con hombros caídos y un volante que le añade volumen, aporta a la mujer libertad de movimientos, alejándose de la figura entallada del new look de Christian Dior, modisto coetáneo de Balenciaga y su fervoroso admirador. Lo luciríamos gustosamente con un Perlée de Van Cleef & Arpels. Pero no con uno de pulsera, sino colgante, a modo de collar. Si bien la marca vende una pieza de oro rosa con esfera de madreperla y tapa de cuarzo rosa que podría funcionar a la perfección, hemos optado por agregar algo de contraste al estampado del vestido con un toque de rojo. Es el color que proporcionan los rubíes de la cubierta de este pequeño reloj secreto de cuarzo de solo 25 mm de diámetro en oro rosa adornado con diamantes redondos en el bisel y en el asa. Cuesta 68.500 euros.

Classic Fusion Orlinski Bracelet, de Hublot

En Balenciaga encontramos todas las artes: arquitectura, pintura, escultura… Como en este fabuloso modelo de volúmenes, lisos y drapeados que se ajusta con un cinturón y que evidencia el gusto por la estructura del maestro. Quedaría bien con el ejemplar de Hublot que ha creado otro escultor, el francés Richard Orlinski, que colabora con la relojera desde 2017 ideando cajas y esferas con aristas como la de este modelo de titanio pulido. Muestra un brazalete muy historiado de líneas angulosas salpicado de diamantes y compuesto por 83 piezas. El reloj alberga un movimiento automático que ofrece una reserva de marcha de 42 horas, y tiene un precio de 47.200 euros.

Joséphine Aigrette, de Chaumet

Este vestido de noche en satén negro y marfil cuyo original descansa en el Museo Cristóbal Balenciaga de Guetaria está fechado en agosto de 1939. Su falda, con corte a capa de amplio vuelo, se monta con nesgas que alternan de color, y por eso un reloj como esta novedad de cuarzo de Chaumet (14.150 euros) le iría como un guante. También contrasta el blanco y el negro y es una pieza que brilla especialmente cuando cae el sol. Pertenece a la línea Joséphine Aigrette de la enseña parisina, y tiene forma de pera. Muy femenina, está fabricada en oro blanco con diamantes engastados, una esfera grabada y la pulsera de satén negro.