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Melinda French Gates impulsa una inversión récord en salud femenina

Melinda French Gates y Regina Dugan anuncian una alianza de 100 millones de dólares para promover la investigación en salud femenina.

«Quiero ver a las mujeres ejercer el mismo poder y la misma influencia en todos los niveles de la sociedad: desde sus hogares hasta sus lugares de trabajo, pasando por nuestro gobierno y nuestra economía. Pero no podremos llegar a ese futuro si las mujeres tienen que librar batallas imposibles solo para recibir atención médica básica», afirma Melinda French Gates, filántropa y fundadora de Pivotal Ventures.

Esta convicción impulsa su iniciativa más reciente, anunciada ayer, 10 de septiembre, en la Forbes Power Women’s Summit celebrada en Nueva York. Una alianza de 100 millones de dólares entre Pivotal Ventures —la compañía que fundó para acelerar el progreso social y ampliar el poder de las mujeres— y Wellcome Leap, la organización de salud enfocada en innovaciones disruptivas dirigida por Regina Dugan. Cada una aportará 50 millones de dólares para investigación y desarrollo en salud femenina, un esfuerzo conjunto que financiará dos nuevos programas a lanzarse en 2026. Estos programas abordarán afecciones como las enfermedades cardiovasculares, la salud mental de las mujeres y los trastornos autoinmunes, áreas que durante mucho tiempo han recibido poca financiación a pesar de su enorme impacto.

Cabe recordar que el pasado agosto, la Fundación Gates —fundada en el año 2000 por Bill y Melinda French Gates y considerada la mayor organización filantrópica privada del mundo— anunció que destinará 2.500 millones de dólares en los próximos cinco años para impulsar la investigación y el desarrollo de la salud de la mujer en áreas históricamente desatendidas.

Una brecha que afecta a millones de mujeres

La necesidad es evidente. Solo el 1% de la investigación mundial en salud, más allá del cáncer, se centra en condiciones específicas de las mujeres. Cerca del 80% de las personas con enfermedades autoinmunes son mujeres, y aún no existen curas. La menopausia afecta a la mitad de la población, pero en menos del 1% de los estudios sobre envejecimiento siquiera se toma en cuenta. El resultado: las mujeres pasan 25% más de sus vidas en mala salud que los hombres, con consecuencias que repercuten en las familias, los lugares de trabajo y la economía.

Lo que hace que esta colaboración sea tan atractiva no es solo su magnitud, sino también su estrategia. French Gates ya ha comprometido más de 1.000 millones de dólares para expandir el poder de las mujeres a nivel global, centrándose en las barreras que más limitan su capacidad de prosperar y liderar. Durante más de dos décadas, ha movilizado recursos y líderes de distintos sectores para mantener la salud femenina en la agenda global, y este paso marca su apuesta más significativa hasta ahora a través de Pivotal.

Por su parte, Dugan —actual directora ejecutiva de Wellcome Leap— ha construido su carrera eliminando cuellos de botella y obteniendo resultados en años, no en décadas. Fue la primera mujer en dirigir la DARPA (Defense Advanced Research Projects Agency) y más tarde lideró equipos de investigación avanzada en Google y Facebook. Con una trayectoria que abarca gobierno, ciencia y tecnología, tiene la experiencia necesaria para afrontar un desafío de esta magnitud.

Juntas, French Gates y Dugan apuestan a que el progreso en la salud de las mujeres —tratado durante mucho tiempo como algo incremental— pueda, al fin, abordarse con la urgencia que merece.

El impacto económico y social de la desigualdad

Las implicaciones económicas son enormes. «Las estimaciones señalan que cerrar la brecha de salud entre hombres y mujeres añadiría al menos un billón de dólares al PIB global cada año de aquí a 2040, porque las mujeres más sanas participan más plenamente en las economías y en la sociedad», explica French Gates. «Eso es lo que estamos perdiendo desde la perspectiva económica mundial. Pero en realidad, ese no es el punto principal.

Para comprender de verdad lo que se está perdiendo aquí, hay que pensar en lo que significa este impuesto de un billón de dólares sobre el potencial de las mujeres desde la perspectiva de aquellas que están perdiendo su vida laboral, familiar y social porque están enfermas, con dolor, lidiando con ansiedad o depresión, o gastando su tiempo y sus ahorros en buscar respuestas que no existen, ante proveedores que ni siquiera las creen cuando describen lo que están viviendo».

Para French Gates, este momento también refleja la urgencia de la lucha más amplia por los derechos de las mujeres, y además es profundamente personal. «Viví la decisión Dobbs (decisión que anuló el derecho federal al aborto en EE. UU) como un llamado a la acción. Me resulta impensable que mis dos nietas puedan tener menos derechos de los que tuve yo.

La primavera pasada viajé a Luisiana para reunirme con mujeres —pacientes y profesionales de la salud— y escuchar sus experiencias en un lugar donde se ha hecho retroceder el reloj en lo que respecta a la salud de las mujeres. Escuché una historia indignante tras otra sobre cómo el sistema de salud está fallando a las mujeres: desde la mujer que vivirá el resto de su vida marcada por un parto sin vida que pudo haberse prevenido, hasta la doula que lo arriesga todo enfrentándose a legisladores que juegan con la vida de las mujeres al restringir el acceso a un medicamento que debería estar disponible en cada sala de parto».

Una invitación global a la acción

Dugan ve esta alianza como una oportunidad para, por fin, cambiar el rumbo. «Durante demasiado tiempo se les ha dicho a las mujeres que soporten lo que debería ser tratable, que acepten ciertas condiciones como “misterios” en lugar de problemas dignos de resolverse. Esta es una ocasión para corregir una injusticia histórica, cerrar una brecha que nunca debió existir y honrar la dignidad de la mitad de la población mundial dándonos la ciencia, la medicina y la atención que las mujeres merecemos. Los avances en la salud de las mujeres no son cuestión de azar, son cuestión de decisión. Es hora. Las mujeres hemos esperado lo suficiente».

La iniciativa de 100 millones de dólares está pensada como un catalizador, no un punto final. Wellcome Leap fue fundada por la Wellcome Trust en 2020 para impulsar avances en salud con rapidez, aplicando un modelo inspirado en la DARPA al ámbito humano. Su red abarca ahora 160 instituciones en seis continentes, conectando a más de 1,5 millones de investigadores.

Con esta nueva alianza, la inversión total de Wellcome Leap en investigación de salud femenina asciende a 250 millones de dólares, mientras avanza hacia su objetivo de recaudar 1.000 millones en capital filantrópico para acelerar descubrimientos en condiciones que afectan de manera desproporcionada a las mujeres. Al combinar esa maquinaria con el capital y la incidencia de Pivotal Ventures, French Gates y Dugan buscan demostrar que las enfermedades desatendidas pueden abordarse mucho más rápido de lo que se pensaba, y que los beneficios se extienden mucho más allá de las mujeres mismas.

En última instancia, esta colaboración se plantea como una invitación. Responsables políticos, filántropos, inversores y científicos tienen un papel que desempeñar para tratar la salud de las mujeres como algo urgente y esencial. French Gates y Dugan apuestan a que lo que durante mucho tiempo se consideró inevitable puede cambiar, y que la salud femenina puede finalmente pasar de los márgenes al centro del progreso. El costo de la demora, insisten, es algo que la sociedad ya no puede permitirse.

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