La Fundación Gates —la mayor organización filantrópica privada del mundo— destinará 2.500 millones de dólares en los próximos cinco años para impulsar la investigación y el desarrollo de la salud de la mujer en áreas históricamente desatendidas. Un anuncio que, sin duda, marca un antes y un después para la investigación de la salud femenina.
El compromiso, que se extiende hasta 2030, es la mayor inversión realizada por la institución en este ámbito y tiene como objetivo corregir un desequilibrio persistente: solo el 1% de la I+D en salud no oncológica a nivel global se centra en las necesidades de las mujeres.
Bill Gates fue claro al señalar que problemas como la preeclampsia, la endometriosis o la menopausia han sido «pasados por alto durante demasiado tiempo» por la investigación médica convencional. Por ello, la Fundación quiere cambiar esa tendencia con más de 40 innovaciones en desarrollo: desde anticonceptivos no hormonales hasta tratamientos para complicaciones del embarazo, pasando por nuevas herramientas de diagnóstico y tecnologías basadas en inteligencia artificial (IA) que podrían transformar la atención ginecológica y obstétrica.
Mas allá de la medicina: un cambio del sistema
La iniciativa tiene un propósito más amplio: empoderar a las mujeres como estrategia para mejorar el bienestar global, el crecimiento económico y la igualdad social. Estudios demuestran que las mujeres más sanas no solo viven mejor, sino que generan beneficios reales para sus familiar, comunidades y economías. Sin embargo, según Forbes, en 2018 la salud femenina representaba apenas el 4% de la financiación total en investigación y desarrollo sanitario.
El plan incluye ampliar el acceso a métodos anticonceptivos asequibles y duraderos, como un dispositivo intrauterino hormonal capaz de prevenir el embarazo durante ocho años y que se implementará inicialmente en Kenia y otros países africano. Además, la Fundación contempla la distribución de DMPA-SC, un anticonceptivo autoinyectable, en más de 35 países.
Por otro lado, entre las innovaciones desarrolladas con el apoyo de la IA destacan un ecógrafo portátil conectado al móvil, que permite detectar riesgos para la madre y el bebé incluso sin la presencia de un radiólogo, y un sistema de monitorización fetal capaz de precisar si es necesario inducir un parto, evitando así cesáreas innecesarias.
Un compromiso que también genera debate
El anuncio ha despertado reacciones mixtas. Mientras organizaciones de salud y activistas celebran la inversión, algunos críticos cuestionan el énfasis puesto en poblaciones africanas y se preguntan por qué no se impulsan programas similares en países occidentales. Esta controversia ha reavivado viejos debates sobre derechos reproductivos, control poblacional y equidad en la salud global.
La Dra. Anita Zaidi, directora de Igualdad de Género en la Fundación Gates, reconoce que ninguna fundación puede sustituir el papel histórico de los gobiernos en investigación y salud, y hace un llamado a que sector público, privado y filantropía igualen el esfuerzo. “Es muy emocionante porque creemos que, gracias a la IA, podemos superar gran parte del abandono que ha habido en la salud femenina”, afirmó Zaidi.
Próximos pasos de la Fundación Gates
Fundada en el año 2000 por Bill y Melinda French Gates, y con una dotación superior a los 77.000 millones de dólares, la Fundación Gates planea agotar sus recursos para 2045, invirtiendo más de 200.000 millones de dólares en las próximas dos décadas. Este nuevo compromiso llega en un momento crítico: pese a que las mujeres viven más que los hombres, pasan un 25% más de su vida en mala salud, según el Foro Económico Mundial.
En palabras de Bill Gates, esta inversión es “un llamado a la acción” para que la salud de la mujer sea una prioridad sanitaria global.
