Durante la invasión militar israelí en Gaza, Fatima Hassouna (Gaza, 1999) documentó con su móvil el día a día de una ciudad devastada por los bombardeos. La fotoperiodista se mantuvo en constante contacto con la cineasta iraní Sepideh Farsi (Teherán, 1965), a quien enviaba imágenes, audios y vídeos con la urgencia de quien sabe que el tiempo puede agotarse en cualquier momento. Y así fue.
Lamentablemente, pocos días después de que se anunciara que el documental estaría en el Festival de Cannes, Hassouna fue asesinada junto a varios miembros de su familia en un ataque aéreo. Tenía 26 años.
Su muerte convirtió la crónica en un testimonio póstumo y, sin duda, en un homenaje a ella y a su valentía.
«Una celebración de alguien que fue al mismo tiempo ordinario y extraordinario», escribió el crítico de cine estadounidense, Allan Hunter para Screendaily.
Una mirada desde dentro, contada desde fuera
Aunque nunca se vieron cara a cara —Farsi montó la película desde París, mientras Fatima le enviaba el contenido desde Gaza— el diálogo entre ambas mujeres dio lugar a esta película única. Put Your Soul on Your Hand and Walk nos permite ver la guerra a través de los ojos de una mujer que nunca cerró los suyos. El objetivo de Fatima no era la heroicidad, sino la necesidad de documentar para dejar constancia.
Jordan Mintzer, de The Hollywood Reporter, lo resume así: «La película, y las reveladoras fotografías de Hassouna, se añadirán algún día al registro histórico que detalla lo ocurrido en Gaza, que, en un sentido más amplio, trata también de lo que le ha ocurrido a nuestra civilización».
Cine que no deja indiferente
Aunque algunos críticos, como Sophie Monks Kaufman (IndieWire), califican el documental como «ligero y flojo», su impacto emocional es indiscutible. Porque independientemente de si esta película conecta o no con tu forma de ver el cine, la historia pesa. Pesa por lo que cuenta y por lo que representa: la brutalidad de una guerra, el papel de las mujeres periodistas en situaciones extremas, y la tragedia de una voz silenciada justo antes de ser escuchada en todo el mundo.
Fatima Hassouna ya no está, pero su legado sí. Su historia, y la de muchos, vivirá siempre en esta película que estará en cines en noviembre de este año y más tarde, se podrá ver en «Filmin», gracias al impulso del creador del Atlàntida Film Fest, Jaume Ripoll, y al respaldo institucional de figuras como la reina Letizia, quien ha amadrinado el festival.
Put Your Soul on Your Hand and Walk es, como lo califica Filmin, uno de los documentales más importantes del año. Este documental no es cómodo. No es entretenimiento. Es, más bien, un acto de resistencia
Sobre la directora: Sepideh Farsi
Nacida en Teherán (Irán) en 1965, Sepideh Farsi comenzó a fotografiar protestar políticas desde muy joven. A los 16 años fue arrestada, precisamente, por su activismo y pasó casi un año en prisión. Tras su liberación, se vio obligada a abandonar Irán y exiliarse a París en 1984. Allí estudió matemáticas pero finalmente retomó su vocación original: el cine.
Desde entonces, ha desarrollado una carrera sólida como cineasta, con una filmografía comprometida y profundamente política. Sus documentales y películas de ficción, como Téhéran sans autorisation, Red Rose, 7 Voiles o Harat, han sido seleccionados en festivales como Locarno, Róterdam o Toronto. Fiel a su mirada crítica y feminista, Farsi ha filmado en Irán, Afganistán, Grecia, Francia e India, construyendo una obra marcada por el exilio, la memoria y la resistencia.
