La actriz Blake Lively (Los Ángeles, 37 años) tenía todo lo que cualquier actriz de Hollywood deseaba. Un marido que la apoya, un patrimonio de 30 millones de dólares y una trayectoria más que envidiable. La conocimos en la década de los 2000 por el nombre Serena van der Woodsen, papel protagonista en la serie Gossip Girl, y desde entonces no ha dejado de aparecer en series de éxito y taquillazos.
El principio del caos
Aunque Blake Lively estaba viviendo el éxito en primera persona, este verano, tras la promoción de la película Romper el círculo, esa vida de ensueño se truncó por completo.
En la película, la actriz compartió el papel protagonista con Justin Baldoni (Los Ángeles, 41), coproductor de la película y actor conocido por su papel en la serie Jane the Virgin. La película trata sobre la relación compleja entre sus personajes y un tema social grave: la violencia doméstica.
Hoy la guerra que hay entre ambos es una bomba de relojería que explotará en el juicio en mayo de 2026, sin embargo, el conflicto comenzó en el set de grabación. La disputa resultó en una denuncia de Blake Lively hacia Justin Baldoni y el coproductor de la película Jamie Hill por acosos sexual y conductas perturbadoras durante el rodaje. Según la versión de Lively, tanto Baldoni como la productora, Wayfarer Studios, habrían intentado perjudicar su reputación tras unas primeras quejas.
Esta denuncia trajo consigo muchos inconvenientes para la promoción de la película, la productora y el propio actor implicado. Baldoni, tras negar las acusaciones, respondió con dos demandas millonarias que cambiarían el rumbo de la narrativa.
Por una parte, demandó al periódico The New York Times por 250 millones de dólares, recriminando al medio haber publicado únicamente la versión de la actriz.
Por otra parte, realizó una demanda por difamación y extorsión contra Blake Lively, su marido Ryan Reynolds y la publicista Leslie Sloan por 400 millones de dólares, rebatiendo las acusaciones previas emitidas por estos.
La guerra legal a un paso de las pantallas
El caso llegará a los tribunales en mayo del año que viene, con la intención de relajar las tensiones públicas entre ambos. Sin embargo, el juez ha advertido que podría adelantar el juicio si la guerra mediática continúa.
En una decisión reciente, Lively ha conseguido una orden de protección más estricta, restringiendo el acceso a algunos documentos exclusivamente a los abogados de ambas partes. Por otro lado, algunas de las peticiones de Baldoni han sido denegadas.
Con la atención pública en su punto máximo, este conflicto legal ha dado un nuevo giro. Warner Bros. Discovery estrenará en junio una docuserie del caso titulada “Baldoni vs. Lively: A Hollywood Feud”. Promete desglosar cada detalle del caso, desde sus inicios hasta los preparativos para el juicio. ¿Se convertirá la televisión en el nuevo escenario de esta batalla legal?
Controversia a cambio de seguidores
El conflicto ha salido de los juzgados para entrar en las casas de la gente y, Blake Lively y Ryan Reynolds ya están viendo reflejadas las consecuencias de involucrar a los medios en gestiones legales.
El matrimonio ya se está enfrentando a la opinión pública, y esta no parece estar de su lado por el momento. Tras su asistencia a la gala de TIME100, los datos revelan que la actriz perdió en los tres días posteriores más de 86.000 seguidores, mientras que su marido perdió 38.000, atribuyéndolo a la crítica del público, quién pensaba que su participación era una estrategia más para ganar apoyo.
Esta bajada de seguidores no es nueva, en los últimos treinta días, Lively habría perdido más de 350.000 seguidores y Reynolds más de 260.000 en el mismo periodo.
El abogado Matthew Pfau, socio del bufete HP & Law, ha analizado el caso de la actriz, atribuyendo esta pérdida a sus constantes declaraciones sobre la disputa con Baldoni. Pfau advierte que este caso podría afectar gravemente las carreras, reputaciones y patrimonios de ambos actores, dependiendo de su desenlace.
La publicación de mensajes privados por parte de Baldoni y la creación de un sitio web con su versión de los hechos añade más tensión al conflicto, lo que también ha dividido a los seguidores en redes sociales.
Este caso podría marcar un antes y un después en cómo las estrellas manejan las disputas legales en una era dominada por las redes sociales, con un impacto que nos recuerda al juicio entre Johnny Depp y Amber Heard.