Si estabas al día del mundo televisivo en la década de 2010, Raquel Sánchez Silva (Plasencia, 52) es un nombre que ya habrás oído muchas veces.
Periodista y presentadora de televisión, Sánchez Silva fue una de las presentadoras más queridas del programa Supervivientes, aunque recientemente también la hemos podido ver presentando El Conquistador y actualmente Maestros de la Costura.
Sánchez Silva no solo es presentadora, en los últimos años hemos podido verla también concursando en programas como Master Chef Celebrity o El Desafío, donde ha podido mostrar al público su faceta más competidora.
Mañana presentará la final de Maestros de la Costura, donde veremos por fin a su ganador en una intensa final que se disputan Pilar Rubio, La Terremoto de Alcorcón, Carmen Farala y Edu Soto. Hemos podido hablar con ella para que nos lo cuente todo.
Ahora que presentas Maestros de la Costura, ¿qué relación has tenido con el mundo de la moda?
Mi relación con el mundo de la moda viene de lejos. Me ha gustado mucho siempre. He cuidado mi vestuario “con mayor o menor acierto” desde el primer día que salí en televisión. Ha sido esencial para mí desde un primer momento. Lo hice en Supervivientes y en Pekín Express o el Conquistador…Quiero decir que no solo me he preocupado de esa faceta cuando hacía la alfombra de los Oscars. Por eso y con los años, he ido conociendo a muchos diseñadores de moda que ahora son verdaderos amigos. Los quiero muchísimo y, ahora mismo, si hablamos de moda y Maestros de la Costura, ya hablamos de un terreno muy íntimo y personal.
Has estado a ambos lados de los concursos, como concursante y como presentadora. ¿Dónde te sientes más cómoda y por qué?
Claramente, presentando. Es mi medio. Llevo más de 30 años haciendo tele (me da un poco de vértigo decirlo) y me sigue gustando tanto como el primer día. Adoro la comunicación. No hay nada que me guste más. Entre la sensación de control de conducir un plató y la de estrés total como concursante, me quedo mil veces con la primera, pero me ha sentado muy bien estar en el otro lado en MasterChef Celebrity, El Desafío o Tu Cara Me Suena. Me ha enseñado a empatizar aún más con el concursante.
Tras tu paso por MasterChef Celebrity, ¿te has acercado un poco más a la cocina? ¿Cuál es tu plato estrella?
La cocina siempre me ha gustado e interesado. Con MasterChef Celebrity, tuve la oportunidad de conocerla mucho más de cerca y comprender muchos procesos que, hasta ese momento, me eran ajenos. Cocino mucho mejor desde que pasé por el programa y, sobre todo, aprendí a hacer postres que fueron lo que realmente me conquistó. ¡Llegué a publicar un libro con Montse Abellà, Emulsionar es Mezclar con cariño! Imagina lo enamorada que estaba y estoy de los postres. Dicho esto, no me considero una buenísima cocinera y no creo que tenga un plato estrella. Como persona que disfruta de lo que cocina, me gusta mi tarta de queso, mi flan, mis lentejas y los platos de cuchara en general.
Ahora que estás mas inmersa en el mundo de la cocina, ¿Cuál es tu restaurante favorito?
Me gustaría conocer muchos más de los que conozco pero, entre los visitados, me quedo con VelascoAbellá en Madrid y Atrio en Cáceres, en mi tierra. Creo que Óscar Velasco y Montse Abellà han hecho un trabajo incontestable y sumamente elegante desde el punto de vista culinario en su último proyecto en Madrid y de Toño Pérez y su proyectazo en Cáceres ¿qué te voy a decir?…Que si me sumas en una misma mesa un talento descomunal para la cocina y todos mis recuerdos como extremeña, pues ¡me rindo!
¿Cuál ha sido el reto más grande al que te has enfrentado en televisión? ¿Puedes compartir alguna anécdota?
Aunque parezca mentira, me ha resultado tan difícil hacerme cargo de un programa exigente como Pekín como sacar adelante la primera edición de Maestros de la Costura. Hacer un programa completamente nuevo (no existía nada igual en el resto del mundo), dotarlo de identidad, hacerlo creíble, amable, emocionante, encontrar su tono… La mayoría de los formatos se importan. Hacer algo desde cero es muy complicado. Por lo tanto, esa también fue una gran aventura. Muy difícil y compleja, como todas las grandes aventuras de mi vida televisiva: Pekín Express, Supervivientes, los Oscars de Hollywood o Maestros.
Tengo mil anécdotas, pero todas tienen que ver con apañárselas. Podríamos decir que he hecho televisión donde todo está en contra de lograr hacerla. Vestirse, poder maquillarse… Por eso, me hace mucha gracia cuando, ahora, en el mundo de la moda, me ofrecen un camerino o sitios muy especiales para cambiarme. Siempre contesto “Yo me cambio en cualquier sitio, que soy la de Pekín Express…”
Llevas tres décadas en televisión y eres un rostro conocido por todos. ¿Cómo ha evolucionado tu relación con el medio a lo largo de los años?
Pues creo que, como ese amor de largo recorrido con mucho poso, muchos recuerdos, muchas vivencias juntos. La tele ha cambiado mucho pero no la pasión que sentimos por ella los que la hacemos. Tengo una relación comprometida con la tele. Me importa. Significa mucho para mí.
Desde el inicio de tu carrera, ¿tenías claro que querías dedicarte al periodismo o hubo algún momento de duda?
La verdad es que el periodismo fue el camino para lograr alcanzar la comunicación que yo deseaba poder alcanzar. Necesitaba comunicar, conducir, una audiencia…Ahora sé que era eso lo que buscaba con absoluta determinación.