El padre de Alejandra Fierro fue el banquero y empresario asturiano Ignacio Fierro Viña, impulsor, entre otros, del Banco Exterior en Venezuela y séptima fortuna de España en los años 70. Su madre fue la panameña Yolanda Eleta–una mujer modernísima que escribía a máquina, fumaba y hablaba inglés–; su tío, Carlos Eleta, había compuesto el eterno clásico La historia de un amor.
Con semejantes genes no es de extrañar que Alejandra Fierro (Madrid, 67 años) dedicase su vida a la música latina. Y eso que de pequeña quería ser investigadora privada. En parte lo ha sido. Ha dedicado su vida a investigar, descubrir y coleccionar todo tipo de objetos relacionados con su pasión.
Su afán musical culminó en Radio Gladys Palmera, una emisora online que cumple 26 años y donde se escuchan todas las melodías latinas posibles: salsa, cumbia, tango, bolero, son cubano o tantísimos otros. Todos salvo el reggaeton. «La inventé a mi imagen y semejanza. Independiente, rebelde y libérrima. Quería hacer la radio que sonaba en mi cabeza: latina, antigua pero muy moderna», ha contado en más de una ocasión la propia Alejandra. Su padre no le dejaba usar su nombre pero ella encontró pronto un alter ego: Gladys Palmera. Más latino, imposible.

Una expo en primavera
Fierro posee la colección de piezas relacionadas con la música latina más grande del mundo: más de 100.000 piezas.
Desde el 4 de abril y hasta el 6 de julio, Casa de América de Madrid acogerá la exposición más grande hasta la fecha dedicada a la figura de la mujer latina en la industria del espectáculo. Más de 500 piezas como fotos, carteles o vestuarios de artistas de la talla de Celia Cruz, Chavela Vargas, La Lupe o Rita Montaner. Latina cuenta su historia desde los años 20 hasta los 80, explorando tanto su impacto cultural como los desafíos que enfrentaron y la lucha por su visibilidad.
