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Ione Astondoa, la millenial al timón del astillero Astondoa

Barcos de lujo, astilleros y una empresa familiar han sido la base de la vida de Ione Astondoa, directora de operaciones de uno de los astilleros más antiguos de España. Hoy ella misma nos cuenta su historia.

Ione Astondoa. Foto cedida

¿Alguna vez has pensado que puede hacer un armador vasco en Santa Pola? Pues este es el caso del astillero Astondoa, el único gestionado por su creadores. La razón de esta curiosa ubicación es meramente estratégica, Alicante es el punto medio entre sus clientes potenciales y sus principales exportaciones de barcos, a EEUU y México.

Astondoa es una familia que tras cuatro generaciones continúa revolucionando el sector naviero. Más vasca que la chapela, Ione Astondoa es la millenial directora de operaciones al frente de la empresa familiar.

Barcos de lujo y una empresa familiar, Ione Astondoa (Alicante, 31) decidió seguir con el legado familiar y trabajar en el astillero Astondoa tras estudiar Turismo y ADE en la Universidad de Alicante. Astondoa es la prueba de que el mundo de la náutica ya ha dejado de ser solo para hombres. Esta millennial, que creció entre embarcaciones de lujo, es ahora la directora de Operaciones del astillero español Astondoa, una empresa familiar con más de 100 años de historia. Desde 1916 en Portugalete, hasta su sede actual en Santa Pola, Alicante.

Su pasión, dedicación y visión innovadora la han convertido en una líder en su sector.

Para saber más sobre su historia, hemos hablado con ella.

Ione Astondoa. Foto cedida


¿Crecer entre barcos de lujo habrá marcado mucho su personalidad y las vivencias como niña, hay algún recuerdo que tenga sobre su infancia en un barco?

Mi infancia ha estado rodeada de barcos y de mar, sí. Las visitas diarias al astillero, donde mi Aitite (abuelo en euskera) entonces estaba al frente junto con mi padre, ocupaban parte de mis tardes después del cole.  Para mis primos y para mí era la cotidianidad, lo normalizado, como un juego. Pero está claro que algo se va generando, un poso de atracción, una actitud, un compromiso que me ha traído hasta aquí. Y el juego ha pasado a ser mi trabajo y mi pasión.

¿Usted es la cuarta generación que trabaja en Astondoa, en algún momento tuvo miedo de querer dedicarse a algo que fuese totalmente distinto?

Siempre me he sentido muy orgullosa de formar parte de la familia Astondoa y de continuar con el legado familiar. En algún momento me planteé dedicarme a otra cosa,  pero he de decir que la pasión por la labor de mi querido aitite y de mi padre me llamaban de vuelta. Haber crecido bajo su ejemplo traza un vínculo increíble del que no he querido escapar. Es un orgullo y una responsabilidad añadirle nuevos capítulos a su tarea.


La industria náutica ha sido tradicionalmente dominada por hombres. ¿Cómo fue para usted abrirse camino en un entorno mayoritariamente masculino, especialmente al inicio de su carrera?

Pertenezco a la generación millennial y creo que afortunadamente para nosotras este tema está de alguna forma «bajo control». Creo que ya es absurdo cuestionar que una mujer ocupe territorios tradicionalmente de hombres.

Existen ejemplos de mujeres increíbles ocupando puestos de liderazgo en la náutica internacional, como en todos los órdenes de la sociedad,  cada vez de forma más evidente.

Por supuesto esto que ahora vivimos con esta naturalidad, se lo debemos a todas aquellas que décadas antes han tenido que luchar a cara de perro para crear una situación así.  Mi reconocimiento para todas ellas.

¿Alguna vez sintió que por ser mujer en un sector masculino debía demostrar más que sus compañeros?

Lo he vivido con normalidad. Probablemente sea la suerte de contar con un equipo maravilloso, quien en parte me ha visto crecer y quienes se han formado conmigo, un equipo intergeneracional que me aportan perspectiva, sabiduría y pie en la tierra para que la toma de decisiones sea más fácil. Ha habido momentos puntuales un poco más complicados, pero si tienes el foco puesto y las cosas claras, se pueden navegar todas las aguas.

Es la primera mujer directiva en la empresa, ¿qué le diría a las futuras mujeres que pueden sentirse abrumadas por estar en un sector tan masculino?

Que luchen por sus sueños y que no dejen que nadie les diga que no pueden lograr algo.

Si su sueño es formar parte de esta industria tan peculiar, llena de pasión y no exenta de dificultades, que se dejen atrapar por este sector igual de gratificante como duro.


¿Fue difícil hacer que se escuchase una voz femenina en la toma de decisiones?


Creo que es difícil que se escuche una voz joven en la toma de decisiones. Sin entrar en mujeres y hombres. Esta industria no se caracteriza especialmente por estar liderada por gente relativamente joven, aunque las cosas están cambiando. El relevo generacional es evidente. Pero creo que es normal y comprensible.


¿Qué consejo le daría a las jóvenes que están empezando a trabajar en sectores dominados por hombres?


Les diría que se preparen todo lo que puedan, que se formen para competir en un mundo muy globalizado, en un sector empresarial atractivo, sí, pero complejo, exigente,  que viajen con los ojos muy abiertos y que no tengan ningún miedo de alzar la voz y hacerse escuchar.

Ione Astondoa. Foto cedida


Siendo una empresa familiar hablán mucho de temas relacionados con ella, ¿es difícil separar el trabajo de la familia?


Es complicado, imagino que las empresas familiares, y en España somos muchas, lo viven de igual forma, pero al menos lo intentamos. No sé si con mucho éxito, la verdad. Somos unos apasionados de lo que hacemos y, para qué mentir, nos cuesta no hablar de barcos jajajja.


Astondoa es el único astillero español de yates de lujo con más de 100 años de historia. La empresa tendrá una amplia diversidad de clientes, ¿hay algo en lo que se diferencie el cliente español del resto?

Cada cliente es un mundo, es único, pero he de destacar que el cliente español valora mucho la calidad de los materiales y la tradición es un plus para ellos. En cierta medida creo que es lógico ya que la tradición artesana del lujo en nuestro país es maravillosa, hay grandísimos ejemplos, y nosotros siempre nos hemos sentido parte de ella. 


Como directora de comunicación de Astondoa ha conseguido acercar la digitalización a la comunicación y el marketing en las embarcaciones de recreo de lujo, ¿considera que su incorporación ha supuesto un cambio positivo en la empresa, modernizándola?


Creo que hemos logrado modernizar la comunicación de la marca  Astondoa. 

Hemos apostado de forma decidida por las nuevas tecnologías y por las redes sociales para llegar a un público más amplio, diverso, global,  joven e informado.

Seguimos en ello, porque todos los procesos que atañen a la comunicación evolucionan a una velocidad increíble. Nada se puede dar por sentado y hay que seguir subiendo peldaños en una escalera casi infinita para llegar a impactar de forma correcta. 


Diseñaron una línea enfocada a un público más juvenil, ¿qué productos ofrecen?


Desde la celebración del centenario del astillero, en 2016, mi padre junto a su equipo de diseño, han sido los encargados de renovar prácticamente toda la gama de embarcaciones. Ofrecemos una línea de barcos más modernos y con un diseño más actual, basado en los estándares deportivos, más desenfadado,  diseñados para el disfrute más en comunidad, con amigos, etc. De una forma lógica un consumidor más joven se está acercando a la náutica y debemos ser capaces de dar respuesta a sus gustos y su forma de vivir, diferente a la del cliente más clásico. 

Su relación con Maxi Iglesias ha llamado la atención de los medios. ¿Cómo gestiona la exposición mediática sin que afecte a su carrera y privacidad?


Intento llevarlo con la naturalidad que marca también mi vida profesional y mantener mi vida privada al margen. Desde que asumí la portavocía de Astondoa he convivido con la atención lógica y respetuosa de los medios que se interesan por nosotros y me gustaría que siguiera de esta forma. 

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