Rihanna, Cardi B, Kylie Jenner, Kim Kardashian y Keira Knightley son sólo algunas de las famosas que han usado pelucas con regularidad. Ya sea por la caída del cabello, por entretenimiento o por cotidianidad, estas piezas de alto nivel están confeccionadas con tanto meticulosidad que es casi imposible creer que no sean cabello propio.
Lo que algunos asociaban antes con looks de Halloween, baratos y sintéticos, y otras estéticas impulsadas por disfraces como los personajes de Disney se ha convertido en una industria de pelucas de lujo de casi 3 mil millones de dólares. Según Fortune Business Insights, un tercio de esa cantidad se puede atribuir al mercado norteamericano, que incluye el auge de las pelucas de cabello humano y las pelucas sintéticas de alta gama.
El informe reconoce el auge de las compras de pelucas desde la pandemia, cuando los consumidores comenzaron a recurrir a esta alternativa a las extensiones de cabello. También destaca un aumento en las compras de pelucas entre la comunidad negra, gracias a empresas como Weave y Vivica A. Fox Hair, hechas por mujeres negras para ayudar a su comunidad. El desglose también señala el aumento de las compras de pelucas entre los consumidores con alopecia o en tratamiento de quimioterapia y, por último, un gran auge en los maniquíes con peluca utilizados para impulsar las ventas de las marcas de moda.
“Sabía que había una necesidad de este tipo de cabello y no conocía a ninguna mujer o persona negra en este espacio en Nueva York”, dice Karen Mitchell, fundadora de la marca de extensiones y pelucas de lujo True Indian Hair, que lleva 20 años en el mercado. “Quería crear un espacio en el que las mujeres se sintieran empoderadas por su aspecto con extensiones de cabello humano real de la más alta calidad. Para satisfacer la demanda de los clientes y el crecimiento de la popularidad, se agregaron pelucas a la línea de productos alrededor del cuarto año”.
La marca, que desarrolla pelucas frontales de encaje que cuestan hasta 1.600 dólares, ha crecido hasta convertirse en un nombre líder en pelucas y extensiones, especialmente entre la comunidad de entretenimiento negra.
“Nuestra prioridad en la calidad comienza con la importación de los mejores pelos para utilizarlos en nuestras pelucas”, afirma Mitchell, cuyas piezas han sido lucidas por Rihanna, Taraji P. Henson, Mary J. Blige, Megan Thee Stallion y Cardi B. “Aunque nuestras pelucas se fabrican en China, importamos nuestro propio pelo a la fábrica para asegurarnos de que solo se utilice el pelo de mejor calidad aprobado por nosotros. A esto le sigue nuestro control de calidad después de la producción. Inspeccionamos a mano cada pieza antes de colocarla en nuestros estantes o venderla”.
Para Mitchell, True Indian Hair no es un negocio transaccional: cada venta ofrece una experiencia.
“No vendemos simplemente pelucas”, afirma. “Somos una marca de estilo de vida que se compromete activamente con nuestros clientes para garantizar su satisfacción. Nuestros productos son cabello humano sin procesar que no ha sido tratado químicamente. No se utilizan colores permanentes o semipermanentes, permanentes ni relajantes para alterar el color, la textura o el patrón de rizos del cabello. Y para evitar que se enrede, todos los cabellos se colocan con las cutículas en la misma dirección”.
UNice, otra marca líder de pelucas, se posiciona como un lujo accesible para la comunidad negra.
“Se utiliza una combinación de materiales de alta calidad y artesanía”, afirma la experta estilista de la marca, Dayonna Worrell. “UNice ofrece cabello humano de primera calidad, que brinda un aspecto y una sensación naturales. La atención al detalle en la construcción, como los frentes de encaje y las tapas atadas a mano, mejora la comodidad y el realismo. La marca también se mantiene actualizada con las últimas tendencias de moda, ofreciendo estilos y colores que atraen los gustos contemporáneos. Este compromiso con la calidad y el estilo garantiza que sus productos se vean y se sientan lujosos, a pesar de su precio asequible”.
¿Y cómo mantienen sus precios bajos?
“La marca optimiza sus procesos de producción y distribución”, comenta Worrell. “A menudo obtienen los materiales directamente de los proveedores, lo que reduce los costos asociados con los intermediarios. Al aprovechar las economías de escala, producen pelucas en mayores cantidades, lo que reduce el costo por unidad. Además, se centran en las ventas directas al consumidor, lo que elimina la necesidad de márgenes minoristas”.
El encanto del cabello ruso
La industria de las pelucas de lujo no es ninguna broma. De hecho, las pelucas de la más alta calidad se venden por más de 10.000 dólares. La peluca European Grandeur 100 % ultra premium de Daniel Alain tiene un precio inicial de 12.259 dólares. Disponible en nueve colores y un largo, este es el precio que pagan los consumidores por el escaso cabello humano ruso puro. A diferencia del cabello de origen más común, el cabello ruso no se puede comprar al por mayor.
“El vendedor de cabello lo sabe, así que si no lo compras a su precio, alguien más lo hará”, explica una publicación en el blog del sitio de peluquería de lujo Ouielle. “¿Por qué lo vendería más barato? Entonces, si ves un salón que ofrece una cabeza completa de cabello ruso de 22 pulgadas por alrededor de 350 dólares puedes estar seguro de que no es cabello ruso. De hecho, por ese precio, con los márgenes de beneficio que los salones necesitan aplicar para pagar sus facturas, incluso podrías asumir que ni siquiera es cabello 100% humano”.
Daniel Alain, el único proveedor de cabello ruso de renombre en los EE. UU., se adentró en el negocio del abastecimiento desde el principio.
“En aquella época, había unas 400 personas recogiendo pelo de toda Rusia”, afirma el fundador y director ejecutivo de la marca, Daniel Alain Hafid. “Seguimos comprando todo el pelo que pudimos y sabíamos que habría un final. Rusia va a crecer, los salarios van a subir y esto no va a durar mucho tiempo. Así que estuvimos recogiendo pelo durante unos ocho o diez años. Tenemos unos 60.000 kilos de pelo, lo que equivale a unos 80 o 100 millones de dólares en pelo”.
Hafid insiste: “Todos, excepto nosotros, venden pelo chino e indio. Nadie utiliza pelo europeo o ruso auténtico”.
Además de la escasez, el empresario, que también fabrica pelucas no europeas mucho más baratas, explica la belleza de la cola de caballo rusa.
“Cuando te hacen una coleta de China o de la India, es de un marrón rojizo, ¿verdad?”, dice Hafid. “No resalta. Por ejemplo, si ves a una mujer caminando por la calle y tiene el pelo rubio, se lo tiñó en un salón de belleza y sale al sol, resalta. Cuando te haces un pelo ruso, es todo castaño dorado, rubio dorado. Resalta”.
Según Hafid, dependiendo de la calidad del cabello al principio, una peluca puede durar entre seis meses y ocho años.
Marcando la diferencia
Los clientes de Daniel Alain suelen viajar a la pintoresca sede de la marca en Newport Beach, California, para recibir asesoramiento personal antes de realizar una compra. Allí se sienten como en casa y pueden observar cómo se desarrolla un cambio de imagen mágico en cuestión de segundos ante sus ojos.
“Puedes transformar a una mujer en un par de minutos”, dice Hafid. “Es un gran regalo que le darías a alguien. La caída del cabello es algo muy triste que les sucede a muchas mujeres, y creo que tener nuestras piezas en la cabeza es una de las cosas que más aprecian. Es una gran satisfacción. Eso es lo que dibuja una sonrisa en la cara todos los días”.
Por su parte, True Indian Hair organiza una iniciativa anual para las supervivientes de cáncer de mama durante el Mes de Concientización sobre el Cáncer de Mama. Conocida como True Strength Glam Day, la marca se asocia con la editora de Pynk Magazine, Mecca Moore-Henson, y la fundadora de Big Mouth Teeth y dentista, la Dra. Bobbi Peterson. Se ofrece un cambio de imagen de pies a cabeza y una cena a pacientes de cáncer seleccionadas que han desarrollado alopecia. La iniciativa también dona pelucas y extensiones para cambios de imagen similares a organizaciones contra la violencia doméstica.
“Es una sensación muy agradable poder devolver algo a cambio”, dice Mitchell sobre los beneficios que ofrece la industria de las pelucas de lujo. “Nuestro objetivo es poner una sonrisa en los rostros de estas mujeres y empoderarlas para que se sientan bien consigo mismas, incluso cuando se enfrentan a la adversidad. Nuestro lema es que cuando te ves bien, te sientes bien . Las beneficiarias de los cambios de imagen se van sintiéndose hermosas y empoderadas”.
