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Las ‘celebs’ se enganchan a las bolsitas aromáticas de Philip Morris. ¿El fumar se va a acabar?

Phillip Morris International está rehabilitando la imagen de la nicotina con sus populares bolsitas aromáticas Zyn, las favoritas de ‘celebrities’, empresarios y atletas famosos. Este estimulante altamente adictivo mueve miles de millones.
¿Es realmente peligroso?

Los saquitos de nicotina Zyn se comercializan en una lata que viene en 10 sabores, entre ellos canela y cítricos. Se vende por unos 6,50 dólares.

Junto al río Ohio, en una fábrica limpia y bien iluminada de Owensboro (Kentucky), docenas de máquinas de acero inoxidable, manejadas por empleados con redecilla en el pelo y gafas de seguridad, producen millones de minúsculas bolsitas de tela blanca rellenas de polvo de nicotina aromatizado de calidad farmacéutica. Se trata de unos saquitos pequeños en forma de almohada que se colocan entre el labio superior y las encías durante unos 30 minutos, y su contenido se absorbe a través de los tejidos de la boca. Pueden presentarse en varios sabores y contener edulcorantes. Cada 15 segundos, 24 horas al día, cinco días a la semana, estas máquinas automáticas llenan una lata de plástico blanco del tamaño de un disco de hockey con 15 bolsitas. Cada empresa tabaquera tiene su propia marca de bolsas de nicotina, pero con Zyn, PMI controla casi el 70% del mercado.

Dentro de unos días, los envases de Zyn, muy demandados, aparecerán en las tiendas, gasolineras y bodegas de todo Estados Unidos. Y unos días después, las estanterías estarán vacías y los minoristas rogarán a Philip Morris International (PMI), propietaria del fabricante de Zyn, Swedish Match, que les proporcione más.

Elizabeth Leary, que dirige River’s Edge Tobacco Outlet en Owensboro desde hace una década, dice que nunca ha vendido un producto de nicotina con acólitos tan fervientes. «El 50% de mis clientes vienen aquí por Zyn», afirma Leary, que explica que constantemente se queda sin existencias, a pesar de estar a pocos kilómetros de la fábrica. 

Para finales de 2024, PMI, con sede en Stamford (Connecticut), espera vender hasta 580 millones de latas de Zyn, un 50% más que los 385 millones vendidos el año pasado. Forbes estima que las ventas de Zyn, que PMI no desglosa en sus informes públicos, generaron 1.300 millones de dólares el año pasado (alrededor del 3,7% de los 35.000 millones de dólares de ingresos totales de PMI) y podrían alcanzar los 1.900 millones este año. 

Zyn es increíblemente lucrativo. Una lata –que viene en 10 sabores, entre ellos canela y cítricos– se vende por unos 6,50 dólares. Zyn es seis veces más rentable que la división de cigarrillos de PMI, dice Bonnie Herzog, analista de Goldman Sachs que cubre la industria del tabaco. A diferencia de los cigarrillos, cuyo volumen no ha dejado de disminuir en la última década, Zyn se encuentra en fase de hipercrecimiento. El volumen de envíos en EE.UU. se ha disparado un asombroso 238% desde 2020.

Es un negocio nuevo para PMI, que compró Swedish Match y su marca Zyn por 16.000 millones de dólares en 2022, pero la bolsa de nicotina de culto es fundamental para su futuro. PMI fabrica la marca de cigarrillos número uno del mundo, Marlboro, pero su objetivo declarado es dejar de vender cigarrillos. Eso puede parecer una locura, si no improbable, dado que las ventas mundiales de cigarrillos supusieron 22.300 millones de dólares para la empresa en 2023. Pero PMI, que se escindió de Altria en 2008, una década después del Acuerdo Marco sobre el Tabaco, ha encontrado la fórmula sociojurídica: PMI no vende cigarrillos en Estados Unidos, pero Altria sí. Desde entonces, ha invertido 12.000 millones de dólares en crear sistemas de suministro de nicotina sin humo menos nocivos.

«Creo que Zyn es la prueba de que la nicotina puede utilizarse [para sustituir] a productos más nocivos», afirma Stacey Kennedy, directora de operaciones de Philip Morris International en EE.UU., que fumó Marlboro durante 10 años antes de pasarse al IQOS y, de vez en cuando, a Zyn. Este año, tras una escasez de suministro que afectó al 60% de los minoristas de todo el país –denominada «Zynpocalypse» por los consumidores–, PMI invirtió 600 millones de dólares en la construcción de una nueva fábrica en Aurora (Colorado) para satisfacer la demanda, que entrará en funcionamiento en 2026. Pero esa nueva fábrica no bastará para satisfacer el insaciable apetito de nicotina de los estadounidenses.


Stacey Kennedy, directora de operaciones de Philip Morris International en Estados Unidos.

A pocos kilómetros río abajo, en Owensboro, en una mañana de agosto a 32 grados, Kennedy, sube a un podio y anuncia a una multitud de lugareños y políticos, entre ellos el Gobernador de Kentucky, Andy Beshear, que PMI va a invertir 232 millones de dólares para poner fin definitivamente al Zynpocalypse ampliando la fábrica de Owensboro en un 40% y creando 450 nuevos puestos de trabajo a jornada completa. Pronto funcionará 24 horas al día, siete días a la semana. Kennedy calcula que, para finales de 2025, Swedish Match podrá fabricar 900 millones de envases de Zyn. Esto podría elevar las ventas de Zyn a 2.900 millones de dólares, según Forbes. «Esto aliviará la presión sobre lo que ha sido un poco una restricción de la oferta», asegura Kennedy. 

El pasado ejercicio, las ventas minoristas de nicotina en EE.UU. alcanzaron los 76.000 millones de dólares, un 3,2% menos que en 2022, con un descenso del 5,2% y el 8,3% en cigarrillos y vaporizadores, respectivamente. Por el contrario, los productos sin humo, incluidas las petacas, aumentaron casi un 12% en el año, el único segmento que registró crecimiento.

Aunque las petacas han conseguido separar la nicotina del cigarrillo, siguen presentando riesgos para la salud. En primer lugar, la nicotina es ferozmente adictiva. También es vasoconstrictora y eleva la tensión arterial. El cáncer parece preocupar menos: Un estudio financiado por Swedish Match descubrió que las bolsitas contienen nitrosaminas cancerígenas específicas del tabaco «por debajo del límite de cuantificación correspondiente». El estudio también descubrió que Zyn contiene otras sustancias químicas nocivas, como amoniaco, cromo, formaldehído y níquel.

Mientras tanto, la FDA no ha autorizado la venta de Zyn ni de otras bolsitas de nicotina, aunque Swedish Match presentó una solicitud en marzo de 2020. Esto significa que los productos son técnicamente ilegales, pero la FDA les permite permanecer en el mercado mientras la agencia revisa las solicitudes. Zyn se presenta en una lata de colores brillantes y tiene un aspecto similar al de un envase de caramelos de menta Icebreakers.

Kennedy insiste en que PMI está comercializando Zyn sólo para adultos que ya fuman o usan nicotina. Por ahora, los datos de los CDC están de parte de PMI. En la Encuesta Nacional de Tabaquismo Juvenil de este año, sólo el 1,8% de los estudiantes de secundaria y bachillerato admiten usar bolsitas de nicotina, mientras que el 5,9% vapea actualmente. Pero desde que Instagram y TikTok se han llenado de «Zynfluencers» celebrando su amor por las bolsitas la FDA ha dicho que está vigilando el «potencial aumento de la popularidad de estos productos entre los jóvenes».

Muchos adultos famosos están atrapados en los memes virales y las afirmaciones descabelladas de «Zynternet». El comentarista político Tucker Carlson –también conocido como «Tucker Carlzyn»– afirmó que la nicotina aumenta el rendimiento sexual. Y a principios de este año, el multimillonario Peter Thiel declaró al Atlantic que cree que la nicotina aumenta el cociente intelectual en 10 puntos. 

Las bolsitas han entrado incluso en las elecciones presidenciales. El senador de Ohio JD Vance ha sido fotografiado con un envase de Zyn en la mano, mientras que, al otro lado del pasillo, Tim Walz impuso un impuesto del 95% sobre Zyn y otros productos de nicotina como gobernador de Minnesota. 

A tres mil kilómetros de Owensboro, Isaiah Taylor, de 25 años, Consejero Delegado y fundador de Valar Atomics, una empresa energética de El Segundo, California, con 15 empleados y 3,5 millones de dólares de capital, tiene una foto de los ingenieros de la NASA durante la misión Apolo 13 encima de su mesa. Todos fuman. Dice que Zyn impulsa su negocio, con un disco en cada mesa. «Todos nuestros grandes logros se han conseguido en la bruma de la nicotina», afirma. «Zyn es todo excelencia americana, y quizá el exceso también forme parte de ella».


CÓMO JUGAR 

Por Jon D. Markman, presidente de Markman Capital Insight

La mejor forma de apostar por la creciente popularidad de Zyn es Philip Morris International, propietaria de su fabricante, Swedish Match. Las ventas unitarias de Zyn podrían más que duplicarse en 2024, y los ejecutivos de la empresa han invertido 600 millones de dólares en una nueva fábrica para seguir el ritmo de la creciente demanda. Los inversores siguen subestimando el impulso de las ventas de Zyn. Los ejecutivos esperan una aceleración de los ingresos netos orgánicos sin humo y de los beneficios brutos con respecto a 2023. Las acciones podrían subir hasta 142,20 dólares en 18 meses, una ganancia del 14,8% desde los niveles actuales. 

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